El ministro Sarkozy, autor de la advertencia, en quien más se confía para resolver crisis
Reitera Francia que serán expulsados extranjeros implicados en disturbios
Es cada vez mayor la brecha entre comunidades ricas y pobres, documenta Le Monde
Ampliar la imagen Un bombero examina uno de los 12 autom�es incendiados anoche en Toulouse, suroeste de Francia FOTO Ap Foto: Ap
París, lunes 14 de noviembre. El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, reiteró ayer su advertencia de expulsar a partir de esta semana a los extranjeros que participan en los disturbios iniciados el pasado 27 de octubre, y que este domingo se mantenían aunque a niveles mucho más reducidos que los días precedentes.
"Las leyes de inmigración permiten expulsiones. Soy el ministro del Interior y haré aplicar las leyes", aseguró Sarkozy, quien ha sido criticado por políticos y manifestantes debido a su lenguaje duro contra los inmigrantes.
Sarkozy, quien la semana pasada describió a los amotinados de "escoria" y "chusma" de la periferia urbana, fue abucheado el sábado por la noche por jóvenes que estaban congregados en la avenida Campos Elíseos cuando el ministro derechista inspeccionaba las fuerzas de seguridad.
En este contexto, un sondeo publicado por Le Journal du Dimanche encontró que Sarkozy, quien busca contender en las elecciones presidenciales de 2007, encabeza la lista de las personalidades políticas en las que los franceses tienen mayor confianza para resolver los problemas de los suburbios (53 por ciento), antes incluso que el primer ministro, Dominique de Villepin, quien le sigue con 52 por ciento y también aspira a postularse por la derecha en los comicios presidenciales. El presidente Jacques Chirac tiene 29 por ciento de confianza en este rubro.
El periódico Le Monde publicó una investigación según la cual es cada vez mayor la diferencia entre las comunidades ricas y las pobres en Francia, una brecha que los disturbios -que en su momento más grave se extendieron a más de 300 municipalidades- ponen de manifiesto, con franceses hijos de inmigrantes en ciudades dormitorio y franceses adinerados en los barrios prósperos.
Un total de 271 vehículos quemados y 112 detenciones se habían registrado en Francia hasta las 4 de la madrugada de este lunes (hora local, 3h00 GMT), contra 315 y 161 respectivamente la noche anterior, según un balance provisional de la policía nacional. El descenso en la violencia urbana nutría las esperanzas de las autoridades en el éxito del toque de queda y las otras medidas decretadas el pasado 8 de noviembre, señaló Reuters.
Hasta este domingo, 40 ciudades mantienen el estado de emergencia, mientras el gobierno planea estudiar el lunes su prórroga en una reunión con el Consejo de Ministros.
Luego que Lyon (centro-este), la tercera ciudad del país, fue escenario el sábado por la noche del primer enfrentamiento entre jóvenes y la policía, este domingo sólo se habían incendiado 15 vehículos en las afueras de esa localidad, y la policía detuvo a tres personas que transportaban gasolina, según la prefectura.
En Toulouse (suroeste), un coche en llamas fue lanzado la tarde del domingo contra un jardín de niños del barrio de la Reynerie, lo cual causó desperfectos, informó la prefectura. En total, una docena de vehículos fueron quemados y 10 personas fueron detenidas en la región de Toulouse.
Exceptuando el incendio de una gasolinera que fue sofocado rápidamente, y una docena de vehículos quemados, no se reportaron incidentes este domingo en París, donde la policía estaba muy atenta tras la difusión de mensajes amenazantes por Internet y teléfonos móviles.
En el norte de Francia, los bomberos efectuaron 40 intervenciones para apagar incendios de vehículos, basura y bienes públicos y privados. La policía detuvo a ocho personas.
En Alsacia y Lorena, nueve coches ardieron la noche del domingo (la noche anterior fueron quemados 13).
Por otro lado, la Federación Francesa de Sociedades de Seguros estima los daños causados por la violencia en 200 millones de euros.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció que la Unión Europea está dispuesta a otorgar rápidamente 50 millones de euros (más de 600 millones de pesos) a Francia como muestra de "solidaridad" y para ayudarla a encarar las consecuencias de los disturbios.