NUMEROS | 14 de noviembre de 2005 |
INVERSION: TALON DE
AQUILES
En los años recientes se han modificado los patrones de la gestión financiera de la economía. Con ello, el gobierno ha hecho efectiva la disminución del déficit fiscal y de la presión que ejercía sobre la demanda de los recursos. Así, se esperaría que hubiera mayor disponibilidad para el gasto de inversión del sector privado. Pero esto no se ha materializado y aun es muy baja la proporción de los fondos que se invierten con respecto al producto que se genera cada año. En este rubro México está muy por debajo de otros países en vías de desarrollo. La proporción de la deuda externa neta menos las reservas internacionales que acumula el Banco de México con respecto al producto interno bruto es mucho más baja que hace seis años; la parte que corresponde al endeudamiento es del orden de 23 por ciento. La inversión extranjera financia una parte significativa del déficit externo, aunque su evolución indica que esos flujos no sostienen una tendencia al alza debido a la mayor competencia de otros países. Por el lado de los créditos de los bancos comerciales, que son la fuente principal de financiamiento de la inversión de las empresas, se advierte que son insuficientes y que ello contribuye a la precariedad del crecimiento de la economía en su conjunto. Después de más de dos décadas de reformas al sistema financiero, de nacionalizaciones y privatizaciones, de la transición a una banca esencialmente de propiedad extranjera y de incurrir en un enorme costo fiscal para el saneamiento luego de la crisis de 1994, las corrientes de financiamiento de la inversión productiva son todavía un talón de Aquiles de esta economía § |