Usted está aquí: sábado 12 de noviembre de 2005 Cultura ¿Hashish que suena? Helo aquí

¿Hashish que suena? Helo aquí

La novedad discográfica del momento es monumental: un álbum de cuatro discos que contiene la ópera completa Tristán e Isolda (discos EMI Classics), de Richard Wagner, con Plácido Domingo en el papel principal y la soprano sueca Nina Stemme en el papel de Isolda. La Orquesta de la Royal Opera House, Covent Garden, es dirigida por su titular, el italiano Antonio Pappano (quien sucedió en el cargo hace dos años a Bernard Haintink) y el resto del elenco está conformado por estrellas wagnerianas que han reinado, como lo han hecho este año Domingo y Stimme, ella precisamente con el mismo papel, en La Meca wagnerita: el Festival de Bayreuth.

Los primeros tres discos contienen el oro molido, licuado y convertido en sonido, la música de Wagner. El cuarto viene en formato dvd, pero no contiene video sino el texto completo de la ópera sincronizado con la música, de manera que el escucha puede seguir las acciones palmo a palmo en alemán con traducciones (en subtítulos) a inglés y/o francés. Los tres primeros discos están grabados con la mejor tecnología y es recomendable escucharlos en el modo estereofónico, pues el sistema de audio 5.1 es mejor para el cuarto disco, el que está grabado en formato dvd.

El rendimiento canoro, coral, orquestal y de reproducción de sonido es apabullante. Uno termina extenuado de placer con esta obra maestra que Friedrich Nietzsche se encargó de definir en el mero inicio de su libro Ecce Homo: ''cuando alguien quiere cabalgar en su cerebro, recurre al hashish. Yo recurro a la música de Wagner".

El propio Nietzsche glosó las virtudes de la ópera de Wagner, en primer lugar la nítida expresión del deseo sexual jamás expresado de manera tan clara como en esta partitura. De su naturaleza metafísica, de su condición poética extrema y de toda su potencia humana, profundamente humana, han corrido ríos de tinta sangre del corazón.

Este disco fue lanzado mundialmente hace apenas unas semanas, cuando el director ejecutivo de EMI Classics, Theo Lap, anunció que se trata de la última grabación de ópera que haga en audio esta casa discográfica, pues, dijo el funcionario, ''el público no se conforma con escuchar la ópera, quiere verla" y, por tanto, las siguientes grabaciones serán enen formato dvd.

También trajo a colación el tema más lacerante del momento: la crisis de la industria de la grabación de música de concierto es la más grave de las pasadas cinco décadas, según manifestó Lap. Para grabar Tristán e Isolda invirtieron 700 mil euros que ya se resignaron a perder, pues dada la crisis actual ''pasarán más de 50 años para que logremos recuperar la inversión".

Lo más costoso, pese a lo que se pudiese pensar, no fueron los honorarios de Plácido Domingo y de Nina Stimme, sino la carga de una producción que mantuvo en nómina de horas extras a un ejército de atrilistas, entre orquesta y coros, además de los técnicos y otros expertos, durante ocho semanas en 15 sesiones de grabación en los míticos estudios Abbey Road de Londres. El primer tiraje fue de 15 mil ejemplares y se espera poder completar una edición de 40 mil en el primer año de este álbum destinado ''más a las vitrinas de trofeos que a las ganancias económicas", como dijo Theo Lap.

Por lo pronto, el melómano tiene en sus manos, oídos, cerebro y epidermis este hashish nitzscheano que le garantiza un viaje mágico y maravilloso. Clávese en las texturas. Empezará a escuchar una luuuuuuuuuuzzz.

Pablo Espinosa

 
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