TUMBANDO CAÑA
Héctor Numa, El cantor de la patria grande
HECTOR NUMA MORAES, el cantor de "la patria grande", de la canción "con fundamento", de la guitarra en alto, del pensamiento latinoamericanista está con nosotros y ha venido desde su natal Tacuarembó, Uruguay, para compartir el canto, el pan y el vino. La cita es hoy a las 20 horas en la Casa de Coahuila (Prolongación de Xicoténcatl 10, Coyoacán) y mañana domingo, al mediodía, en el zócalo coyoacanense.
NUMA MORAES ES un trovador con una vasta cultura musical y un gran concertista de la guitarra. Con más de 35 años de vida artística, ha logrado hilvanar la canción folclórica uruguaya con la canción política y contestataria. Es un cantor citadino que tiene entre sus muchos méritos combinar el decir del pueblo, del hombre de campo, con la alta poesía.
EL SE ASUME como un "cantor de fundamento", rechazando la etiqueta "cantor de protesta", con la que se le ha querido identificar; etiqueta que a su juicio "ha servido más a intereses de mercado que al propósito de la canción.
"LA CANCION DEBE servir para despertar emociones y conciencias", nos dice en entrevista. "Lo mismo ayuda a la gente a descubrir su interior que a descubrir lo que le rodea y afecta. La canción con fundamento, la canción con contenido, es mucho más profunda que la canción de protesta".
HABLA DE LA CANCION uruguaya y del movimiento en el que destacan Osiris Rodríguez, Aníbal Sampayo, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, y amplía: "Cada quien, desde su particularidad, ha defendido el buen hacer. En nuestra canción el texto es fundamental. Siempre tratamos de darle un sentido, algo de valor. Escuchas a Zitarrosa y siempre hay un sentido, lo mismo con Osiris que con Viglietti. Siempre el cantor uruguayo de esa etapa canta opinando, diciendo cosas y denunciando, no me gusta mucho el término canción de protesta, es más bien canción popular, de denuncia. Canto popular, le decimos, y abarca todas las formas de música que hay en el país."
EN SU OBRA, testimoniada en 26 álbumes discográficos, se reflejan todas las manifestaciones del quehacer cancionístico uruguayo. Su creación artística se nutre de ritmos populares como el vals criollo, la chamarrita, el gato, la milonga, la danza riograndense y la canción murga, "género que es muy festivo, pero cuyos textos están impregnados de una profunda lírica con una proyección de crítica social".
NUMA UBICA EL ORIGEN de la canción uruguaya en los poetas rurales o payadores, creadores anónimos que gestaron una forma de hacer y de decir a partir de lo humano y lo sublime. En ese sentido hay quienes dicen que la canción uruguaya es melancólica y hasta tristona. El cantor lo rechaza: "Eso es relativo, tiene que ver con sensibilidades y criterios. Cuando la canción llega adentro y te hace llorar no te deja triste, por el contrario, te deja feliz, el llanto limpia. Yupanqui no te deja triste, Viglietti tampoco.
"NUESTRA FORMA DE CANTAR tiene que ver con nuestra cultura campesina, del paisano, Del tropero. De ese hombre que está en grandes soledades, que enciende un fuego, que no tiene con quien hablar y dialoga con la guitarra. En nuestras canciones la guitarra opina, se mete en el texto, es dialogante. Muy distinto a lo que pasa en Brasil o en el Caribe, donde la armonía es fundamental. En la música uruguaya la guitarra está charlando todo el tiempo, es protagónica y participante, y eso le da un sello muy particular.
"HAY MUSICAS QUE aparentemente son muy alegres pero te dejan un gran vacío. Yo prefiero aquellas que explotan dentro de uno y fortalecen el espíritu."
Pionero en su país en la musicalización de poemas, Numa Moraes le ha cantado a Ortiz y Ayala, Circe Maia, Olhinto María Simoes, Mario Benedetti, Washington Benavides, al argentino González Lanuza y al cubano Nicolás Guillén, entre otros. Pero es con Benavides con quien ha formado un t´Andem laboral indisoluble desde sus años iniciáticos. Con el autor de El libro de las milongas ha realizado una buena parte de su obra, desde aquella grabación titulada Del amor, del pago, del hombre (la cual contiene Las golondrinas, de Gustavo Adolfo Bécquer, y el Nocturno a Rosario, de Manuel Acuña) y que refleja las distintas vetas que en estos 37 años ha desarrollado, hasta Por el gusto de cantar, su trabajo discográfico más reciente en el que participa la trovadora Erika Büsch.
POR TODO LO HECHO como músico, compositor y letrista, Numa ya está en la historia de la música uruguaya junto a los más grandes. Sin embargo, como trabajador incansable que es, sigue invirtiendo tiempo en un intenso trabajo de rescate de su folclor. "Esta veta de recoger el folclor es fundamental para defender las características nuestras; que no se pierdan".