Culmina el foro regional sobre VIH; la posición oficial, ajena a la realidad de afectados
Protestas por contradicciones en la Declaración de San Salvador sobre sida
Repudian el CAFTA por desventajoso en salud y por su visión conservadora sobre sexualidad
San Salvador, 11 de noviembre. Ante centenares de activistas molestos por el enfoque de la Declaración de San Salvador, signada por los presidentes de Centroamérica, la clausura del tercer Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/sida/ITS culminó esta tarde en la capital salvadoreña con una serie de demandas y el señalamiento de contradicciones en la posición oficial sobre las cifras, acciones y compromisos de los mandatarios, que contrastan con la realidad que viven las personas afectadas por el sida en la región.
La protesta durante el acto final ocasionó que el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, se negara a dar su discurso de clausura y "cedió" su lugar a una mujer que padece VIH/sida, quien no reflejó en sus palabras los reclamos de quienes protestaban en el auditorio. Los manifestantes sostenían pancartas donde expresaban su rechazo al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA, por sus siglas en inglés) por considerarlo desventajoso en materia de salud, y estar empañado de una visión conservadora sobre la sexualidad y la prevención del VIH/sida, al privilegiar la abstinencia sexual como el "mejor" método de prevención.
Atención a los menos afectados
Otro desacuerdo fue que los jefes de gobiernos centroamericanos y algunos organismos mundiales enfocaron sus discursos en la protección de la niñez y las mujeres, pese a que, según cifras oficiales de la región latinoamericana, ambos sectores son los menos afectados por la pandemia al representar 2 por ciento de prevalencia en menores de 15 años y entre 15 y 20 por ciento en mujeres.
Ante esa circunstancia, los activistas manifestaron en una rueda de prensa improvisada que la población más afectada en los países de Centroamérica y el resto de Latinoamérica está concentrada (más de 80 por ciento) en hombres homosexuales y bisexuales, se asuman o no como tales.
Informaron que, a pesar de que las cifras de los organismos mundiales revelan prevalencias mayores en hombres, y que los gobiernos lo saben, no están actuando en consecuencia (con excepción de Brasil y Cuba) al destinar recursos y estrategias para que la epidemia se revierta.
"Mientras los señores no reconozcan que la población masculina es la más afectada en los países del continente americano, y que es el sector que está generando que el sida impacte otras poblaciones que antes no eran afectadas por el sida, la pandemia continuará creciendo en la población de mujeres y de recién nacidos", expresó Gabriel Borges, activista argentino.
Lo anterior, explicó Orlando Mejía, integrante de una red colombiana de personas afectadas por el VIH/sida, "no quiere decir que deseamos que se suspendan las estrategias y recursos a mujeres y niños, sino que de manera conjunta se desarrollen acciones y estrategias que disminuyan la incidencia de nuevas infecciones en hombres para que de facto comience a reducir el impacto del sida en la población femenina e infantil".
En ese sentido, Peter Piot, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas sobre Sida, planteó durante su participación en el foro que "no se puede hacer énfasis en el trabajo con mujeres si no se trabajan otros aspectos paralelos, como prevención en la población de hombres homosexuales o quienes tienen sexo con otros hombres (HSH)".
Después de su participación, Piot conversó con activistas de lucha contra el sida de diversas redes, a quienes dijo que él reconoce el trabajo de muchos líderes homosexuales durante los inicios de la epidemia del sida, que fueron quienes comenzaron a realizar un fuerte activismo, y ahora, 25 años después, "es lamentable que los homosexuales sigan siendo afectados, y no exista la voluntad de quienes donan para voltear hacia esa población".
Por lo anterior, Peter Piot les ratificó su apoyo para que quienes deciden en el Fondo Global contra el sida, entiendan que las estrategias deben contemplar la prevención de nuevas infecciones en la población homosexual, de hombres bisexuales y de HSH.