Son membrete del verdadero poder político, económico y militar en el estado, dicen
Paramilitares del EPR, asesinos de activistas en Guerrero, según las FARP
Acapulco, Gro., 11 de noviembre. El grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) denunció la existencia de paramilitares, escindidos del Ejército Popular Revolucionario (EPR), que asesinan a civiles y luchadores sociales en la región de Atoyac y la Costa Grande.
En extenso comunicado difundido por Internet y firmado por el combatiente Tomás, las FARP acusan "al comandante Francisco", líder del grupo La Patria es Primero -que se atribuyó la ejecución del ex secretario de Gobierno, Rubén Robles Catalán, y el del activista de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Miguel Angel Mesino Mesino- de estar ligado al Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
Asimismo, rechaza que miembros de su organización hayan integrado el Comité Viva Villa. "Es gracioso: habrán considerado esos fantasmas, por cuestiones 'éticas', que Villa fue acusado de violador, asaltante de caminos y robavacas?", pregunta Tomás al comandante Francisco.
Las FARP, integradas por ex guerrilleros del EPR, ratifican en el documento que quienes han aceptado haber asesinado al luchador social de la OCSS, "se les olvidó refutar una de las principales acusaciones que tienen en su contra: ser simples membretes, detrás de los cuales se esconden cobardemente, ya que no solamente asesinaron a Miguel Angel Mesino, también a un niño que los descubrió asaltando un camión de cervezas o refrescos", al tío de éste, quien había jurado vengar la muerte del menor, y a otros militantes de la organización campesina.
El comunicado, fechado en algún lugar de la sierra de Guerrero, inicia con una cita del escritor Julio Cortázar: "Todo parece natural hasta que se conoce la verdad", y afirma: "quien conozca bien las demandas más sentidas del pueblo de la Costa Grande y la sierra de Atoyac sabe que el pueblo no considera una necesidad estratégica matar a José Rubén Robles Catalán o a Rubén Figueroa Alcocer; lo que el pueblo quiere es justicia social, lo cual es prioridad, así como lograr y consolidar su organización como pueblo".
Acusa a quienes reivindicaron la muerte de Robles Catalán y Mesino Mesino como "los principales asesinos de la llamada guerra sucia", y de ser "los personajes visibles -una especie de membretes- del verdadero poder económico, político y militar de Guerrero".
El grupo afirma que la muerte de Robles Catalán sólo benefició al sector priísta encabezado por Figueroa Alcocer. "El trabajo sucio se lo hicieron estos grupos. Qué extraño que la figueroísta policía municipal de Atoyac no haya podido atrapar a los asesinos (de Mesino). ¡Qué honor debe ser para ellos haber inaugurado la etapa de los escuadrones de la muerte en la izquierda mexicana. Todo eso sí que es otra forma de hacer política".