Tengo 90 años y sigo fiel a los ideales de mi juventud, afirmó al ser homenajeado
El desarrollo capitalista amenaza la supervivencia humana: Sánchez Vázquez
El filósofo exiliado en México desde 1939 afirma que es tiempo de pasar del anticapitalismo a la conciencia de la necesidad de una alternativa social justa
Ampliar la imagen El auditorio de la Universidad Aut�a de la Ciudad de M�co, plantel Del Valle, estuvo plet�o de asistentes que acudieron a escuchar las palabras del fil�o Adolfo S�hez V�uez (izquierda). Enrique Semo fue una de las personalidades que acudieron al homenaje FOTO Yazmin Ortega Cortes Foto: Yazmin Ortega Cortes
A los 90 años sigo fiel a los ideales de mi juventud, el socialismo sigue siendo hoy más necesario y deseable que nunca, porque los problemas del capitalismo son más graves y atentan contra amplios sectores de la sociedad, expresó el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez.
Acompañado de colegas y alumnos, el catedrático, autor de obras como la Filosofía de la praxis, revisó la historia de las ideas socialistas y planteó su preocupación porque el derrumbe del llamado socialismo real en vez de poner fin a la bipolaridad instauró una política unilateral agresiva de un capitalismo que ya no tiene rival enfrente.
En el homenaje que se celebró en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) la intelectualidad de la izquierda mexicana se dio cita y reflexionó sobre las contribuciones de este filósofo.
Así, el coloquio internacional El comunismo: otras miradas desde América Latina cerró con un tributo a este catedrático nacido en Algeciras, Cádiz (1915), que emigró en 1939 a México y ha dedicado su vida al estudio del marxismo abierto, renovador y crítico, como lo definió el académico John Holloway.
Con el filósofo estuvieron el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo González Casanova, y prestigiados académicos como Adolfo Gilly, Víctor Flores Olea, Enrique Semo, Héctor Díaz-Polanco, Guillermo Almeyra y Manuel Pérez Rocha, rector de la universidad anfitriona.
Semo lo describió como un pensador consecuente y coherente, que ha mantenido sus convicciones, sabiendo adecuar sus ideas de acuerdo con el progreso de la ciencia y los cambios de la realidad.
"Es también un pensador que representa un reto a las corrientes dominantes del pensamiento contemporáneo ligadas al neoliberalismo y al consenso de Washington".
Holloway coincidió con el maestro en que si no hay una alternativa más allá del capitalismo entonces no hay ningún futuro para la humanidad. La opción sería plantear una sociedad comunista, pero no como la hemos imaginado en el pasado.
A cientos de estudiantes, académicos y admiradores, el profesor de filosofía contemporánea, estética y ética de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM obsequió la médula de su pensamiento en torno al marxismo.
Creyente del socialismo, pero también abierto a "rectificar" -como lo dijo-, enumeró los errores del llamado socialismo real aplicado en la ex Unión Soviética y planteó la necesidad de buscar una nueva utopía inspirada en el marxismo, aunque reconoció que existen dificultades para ponerla en práctica.
"Sigo pensando que evidentemente los tiempos después del derrumbe del socialismo real son adversos, porque la idea después de 70 años de socialismo realmente existente sigue asociada a lo que hemos conocido", expuso.
Pero el filósofo planteó que el mundo se encuentra ante una paradoja: por un lado la idea del socialismo pasa por este eclipse y, por otro, los males estructurales del capitalismo no han hecho más que agravarse.
En cualquier aspecto en que nos movamos el capitalismo es hoy mucho más depredador, agresivo y explotador que en los tiempos de Marx, y no solamente esto, representa una amenaza para amplios sectores de la sociedad.
Lo más grave, apuntó, es que el desarrollo capitalista amenaza incluso la supervivencia misma de la humanidad y eso explica que en nuestros días se esté registrando una elevación de la conciencia anticapitalista.
Conciencia anticapitalista que, explicó, en cierto modo antes era patrimonio de las clases más explotadas y hoy vemos cómo se extiende a sectores más amplios de la sociedad, como lo demuestran precisamente las características que va tomando el movimiento antiglobalizador.
El problema que se plantea hoy es la necesidad de pasar de esa conciencia anticapitalista a la conciencia de la necesidad de una alternativa social justa frente al capitalismo, que -dijo- sigue siendo el socialismo, en la primera fase de la sociedad comunista de que hablaba Marx.
¿Pero qué socialismo?, se preguntó. Deberá caracterizarse por un cambio que implique una sociedad más libre, igualitaria, justa, democrática, pero que también signifique un cambio radical en las relaciones del hombre con la naturaleza para evitar la destrucción de los recursos naturales.
"Entonces, así como después de haber compartido en mi juventud y durante bastantes años esa idea de socialismo que se configuró construida en la Unión Soviética y después de haber pasado por la crítica a la que llevaba justamente la propia práctica, sigo hoy a los 90 años fiel a estos ideales socialistas de mi juventud, aunque he rectificado en la forma que se puede poner en práctica", expresó el maestro.
Después de escuchar estas palabras, académicos y alumnos lo ovacionaron de pie y luego hicieron una larga hilera para saludar y pedir su autógrafo a este filósofo que celebra sus 90 años sin abandonar la esperanza de que existe una alternativa más allá del capitalismo actual.