Miguel Galindo Camacho presuntamente plagió en 1975 a un ex guerrillero
Otro revés a la Femospp: exoneran a ex procurador acusado de secuestro
La Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) recibió un nuevo revés jurídico de parte del Poder Judicial Federal (PJF), después de que un tribunal colegiado del estado de México exoneró de cualquier responsabilidad penal a Miguel Galindo Camacho, ex titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), a quien se le imputó el secuestro en 1975 del guerrillero Ignacio Salas Obregón.
El tercer tribunal colegiado de esa entidad, dentro del expediente 125/2005, concedió el pasado jueves el amparo y protección de la justicia federal al ex funcionario mexiquense contra la orden de aprehensión que el 24 de febrero de 2004 libró en su contra el juez séptimo de distrito con sede en Naucalpan, Willy Earl Vega, por su presunta responsabilidad en el delito de privación ilegal de la libertad, en su modalidad de plagio o secuestro.
El caso no está concluido en definitiva, ya que aún continúan vigentes dos ordenes de captura, una contra Luis de la Barreda Moreno, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), y otra contra José Filiberto Vera Guadarrama, ex subprocurador mexiquense.
Sin embargo, el único de los ex funcionarios que ha logrado ser detenido y actualmente es procesado por este asunto fue Miguel Nazar Haro, también ex titular de la DFS.
La exoneración de Miguel Galindo
Fuentes judiciales revelaron que los magistrados Jorge Luis Silva Banda, Fernando Hernández Piña y Eugenio Reyes Contreras coincidieron en afirmar que la Femospp no logró acreditar, "ni siquiera de manera indiciaria", que Galindo Camacho fuera responsable de la desaparición forzada de Salas Obregón, sólo por el hecho de que cuando ocurrió la detención del ahora desaparecido, el inculpado se desempeñaba como titular de la PGJEM.
La resolución del órgano jurisdiccional refiere que a ningún procurador se le puede atribuir la responsabilidad penal de un error o acto ilícito que pudiera cometer alguno de los agentes del Ministerio Público.
En el expediente elaborado por los agentes ministeriales al servicio del fiscal Ignacio Carrillo Prieto, dentro de la averiguación previa PGR/FEMOSPP/003/002, se menciona que los principales responsables de la desaparición de Ignacio Salas Obregón, integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, son Miguel Nazar Haro y Luis de la Barreda Moreno, así como Miguel Galindo Camacho y José Filiberto Vera Guadarrama.
En febrero de 2004 la Fiscalía de Desaparecidos también consignó a Filiberto de la Garza, ex procurador de Nuevo León, pero el juez Willy Earl Vega negó la captura por falta de elementos, según la causa penal 11/2004.
Una de las imputaciones contra los acusados proviene del ex guerrillero Elías Orozco Salazar, quien en su testimonio reconoció haber participado en el "intento" de secuestro del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, asesinado en 1973 durante el plagio.
Otros testimonios de cargo fueron los de Héctor Escamilla Lira, José Luis Moreno Borbolla y Gustavo Hirales Morán, ex integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre, quienes refirieron las presuntas torturas de Nazar o los enfrentamientos con agentes policiacos.
En el expediente aparece el testimonio de Jorge Luis García Sánchez y un informe de Héctor Caballero Chávez, de la DFS -encontrado en el Archivo General de la Nación-, sobre hechos relacionados con Salas Obregón.
El testimonio que más destaca es el de Orozco Salazar, quien el 18 de julio de 2003 narró que Salas Obregón se convirtió en el líder de la Liga Comunista 23 de Septiembre, luego del asesinato de Raúl Ramos Zavala.
El ex guerrillero detalló que en esa época tenían planeado secuestrar al empresario Luis Fernando Aranguren, al cónsul británico Duncan Williams, y al embajador de Alemania en México, pero este último plagio no lo pudieron concretar en Monterrey.
Orozco dijo que tras el "fracaso" de las acciones en Monterrey, Salas Obregón lo envió al Distrito Federal a una reunión de instructores militares de la liga, que tuvo lugar en Amecameca, el 6 de octubre de 1973.
Allí irrumpió la policía y ocurrió una balacera donde Orozco fue detenido y murieron dos guerrilleros. Después, fue entregado a la Policía del DF, donde lo torturaron con descargas eléctricas y golpes.
De acuerdo con el expediente, Salas Obregón fue detenido en un enfrentamiento a tiros entre policías, el 25 de abril de 1974 en Tlalnepantla, estado de México. No obstante, en lugar de que se consignara penalmente al detenido, se lo entregó a Nazar y De la Barreda. Héctor Escamilla fue el último que vio vivo a Salas Obregón.