Denuncia Verónica Velasco que su propuesta fue retirada de última hora
La presión de tabacaleras se extiende al Senado; frustran impuesto a cigarrillos
La presión ejercida por cabilderos y representantes de las trasnacionales tabacaleras sobre los legisladores fue tan intensa, que lograron modificar también el sentido del voto en el Senado para evitar la aplicación de un gravamen mínimo a los cigarrillos, denunció la senadora del Partido Verde Ecologista de México, Ve-rónica Velasco.
La legisladora indicó que el pasado jueves abordó durante varias horas en la Comisión de Hacienda y Crédito Público, que encabeza el panista Fauzi Hamdan, la necesidad de restituir en la Ley del Im-puesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) la obligación de las tabacaleras de incorporar un marbete en las cajetillas de cigarros.
En dicha reunión, dijo, recordó que en 2004 el Senado aprobó la incorporación de esos marbetes como mecanismo para fortalecer la recaudación fiscal por la venta de cigarrillos, aunque también para garantizar que los consumidores puedan identificar fácilmente que adquieren productos legítimos, no adulterados.
Velasco insistió en el debate generado en la Comisión de Hacienda sobre los graves problemas de salud que genera el consumo de cigarros adulterados y, sobre todo, que las víctimas son en su mayoría jóvenes e inclusive niños que adquieren tabaco hecho con aserrín u otras sustancias más baratas.
Su propuesta fue aceptada en la Comisión legislativa y se incluyó en un borrador de dictamen. "Eso fue como a las seis de la tarde, pero cerca de las ocho de la noche en que se discutió ante el pleno, ya no estaba en el documento a discusión".
Aunque Velasco denunció el hecho en tribuna y propuso hacer la modificación, la mayoría conformada por PRI y PAN votó en contra.
Mínima inversión por marbetes
En entrevista, precisó que ni Fauzi Hamdan ni otros integrantes de la Comisión de Hacienda pudieron explicarle qué pasó.
"Entiendo que es un tema muy sensible, que hubo fuertes presiones de las trasnacionales tabacaleras, entre ellas Phillip Morris, tanto a diputados como senadores", para que la propuesta no prosperara, asegura.
El argumento que se dio en San Lázaro para eliminar los marbetes es que tiene un alto costo para las empresas, sin embargo, la legisladora resaltó que el precio por cada cintillo es de seis centavos por cajetilla, "lo que no es nada, dadas las enormes ganancias de las empresas".
Además, dijo, se olvidó que en México se destinan cada año 30 mil millones de pesos para combatir las enfermedades producidas por el consumo de cigarrillos y que se eliminó la única posibilidad de establecer un mecanismo de control fiscal y sanitario a la venta de ese producto.
Por separado, el senador del PRD Miguel Angel Navarro Quintero comentó que durante la sesión en que se aprobó la Ley de Ingresos y la miscelánea fiscal se dio otra batalla en contra de los intereses de trasnacionales, al discutirse la eliminación de la exención fiscal a la fructosa, aprobada por los diputados.
Indicó que tanto el panista Fauzi Hamdan como algunos senadores del PRI in-tentaron hacer pasar la decisión como si se tratara de proteger por igual a productores mexicanos de azúcar y maíz amarillo, lo cual es falso, ya que en realidad quienes se beneficiaban con la cancelación del gravamen fueron dos empresas trasnacionales que importan 6 millones de toneladas del grano de Estados Unidos.
"Los mexicanos no consumen maíz amarillo, es un negocio pensado expresamente para beneficiar a las trasnacionales Archer Daniels y Corn Product International", aseguró el también perredista César Raúl Ojeda Zubieta, quien recordó que el Senado decidió hace dos años imponer un IEPS de 20 por ciento a las bebidas gaseosas que no fueran elaboradas con azúcar de caña para proteger a la industria azucarera nacional.
Como Hamdan insistió en su propuesta de incluir a la fructosa en la exención fiscal, varios legisladores -entre ellos el priísta Héctor Vicario Castrejón- preguntaron si estaba defendiendo los intereses de las trasnacionales.
Fue una discusión intensa en la que se eliminó finalmente la exención a la fuctosa, aunque quedó claro que hubo presiones e intereses de legisladores ligados a las tabacaleras o refresqueras -a quienes Fauzi defendió abiertamente-, ya que resulta más barato producir bebidas con edulcorante a base de fructosa en lugar de utilizar azúcar de caña.