Compilación de Ysabel Gracida y Carlos Lomas
Propone antología ''verse desde la mirada de 70 escritores''
Ampliar la imagen Lucas Cranach, el Viejo (1472-1553)
Unos 70 escritores como Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Rafael Alberti o Augusto Monterroso, autores de cerca de 80 relatos cortos, fragmentos de novela, poemas y memorias, han sido reunidos para generar una ''poética escolar" en torno del microcosmos o geografía particular que son los centros educativos.
El libro incluye otros autores latinoamericanos y españoles como José Emilio Pacheco, Salvador Novo, Elena Garro, José Lezama Lima, Gabriela Mistral, Eduardo Galeano, Juan Goytisolo, Benito Pérez Galdós y Antonio Machado, casi todos del siglo XX, aunque algunos son anteriores, como Sor Juana Inés de la Cruz y Francisco de Quevedo.
La antología se llama Había una vez una escuela... Los años del colegio en la literatura y los compiladores son la mexicana Ysabel Gracida y el español Carlos Lomas, profesores de niños y jóvenes y exploradores coincidentes de los universos de la literatura y la enseñanza.
Pero nada más alejado de las intenciones pedagógicas en este trabajo, pues como aseguran en entrevista, Había una vez una escuela... es sobre todo ''una invitación al disfrute del lector y a la evocación agridulce del pasado escolar", para estudiantes, maestros y todo público.
Lomas, autor de La vida en las aulas, comenta que la nueva selección de textos literarios ''evoca de una manera nostálgica, y a veces amarga, el pasado escolar de escritores y escritoras".
Para Gracida, Había una vez una escuela... ''es una invitación a todo tipo de lectores para verse desde la mirada de esos escritores". Y agrega que para ello buscaron voces muy conocidas y las combinaron con autores importantes, pero casi desconocidos.
''La literatura propicia el reflejo de la experiencia de otros en la propia. En el caso de la literatura para los jóvenes esto es básico para una formación no sólo estética sino ética. Pero el texto literario no se puede volver pretexto pedagógico. El texto literario es autónomo, plural, totalmente poliédrico."
El tema de la escuela se escogió, dicen, porque aunque ya había trabajos previos con esa idea, no se había hecho una búsqueda de textos más exhaustiva en el mundo de habla castellana.
''En el mundo de la educación -comenta Lomas- han abundado los textos de naturaleza pedagógica y científica. Ysabel y yo hemos escrito algunas cosas de ese tipo. Pero era el momento de darle la palabra a la literatura.
Si ya existen antologías del amor apasionado, la muerte, el terror, la naturaleza o la ciudad, Gracida y Lomas se han dedicado a completar el panorama temático con el asunto de la escuela.
Respecto de los contenidos, que si bien reflejan el mundo feliz y luminoso de esas épocas, también dan cuenta de las infelicidades y sombras estudiantiles. Aunque por lógica una escuela debiera sólo causar placer y felicidad, Lomas comenta:
''La memoria literaria de la escuela es agridulce, de claroscuros, en la que, por una parte, está la evocación de los amores escolares pero también de los desamores, de los premios y los castigos, de éxitos y fracasos. Es un microcosmos donde se inicia la vida.
Ambos deploran que en la compilación no figure, por ejemplo, Rosario Castellanos, pero la tramitología con editoriales y los derechos de herederos quizá puedan superarse para futuras rediciones.