Para algunos la buena diplomacia es tener una actitud de pleitesía y agachar la cabeza, dice
Busco integración para todos, no a favor del grande: Kirchner a Fox
Funcionarios de EU dijeron al diario Clarín que ''mexicanos y chilenos'' les ahorraron el trabajo
Ampliar la imagen El presidente de Argentina, N�or Kirchner. Imagen de archivo FOTO Reuters Foto: Reuters
Buenos Aires, 8 de noviembre. ''Que el presidente (Vicente) Fox se ocupe de México. A mí me votaron los argentinos y yo me voy a ocupar de ellos como corresponde'', respondió el mandatario de Argentina, Néstor Kirchner, después de que su homólogo mexicano lo responsabilizó de la falta de un acuerdo sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en la reciente cumbre realizada en Mar del Plata. ''Para algunos la buena diplomacia es tener una actitud de pleitesía y agachar la cabeza ante los fuertes'', sostuvo.
Al gobierno argentino se sumaron la Confederación General del Trabajo (CGT) y otras organizaciones, al calificar de ''agraviantes'' las nuevas declaraciones de Fox Quesada divulgadas aquí, en las que el gobernante mexicano además afirmó que su homólogo argentino ''estaba más orientado a la opinión pública'' que, en su calidad de anfitrión, buscar el éxito de la Cumbre de las Américas, celebrada los pasados días 4 y 5.
''Histórica'', la posición del Mercosur
''No voy a una cumbre para quedar bien con los que vienen'', dijo Kirchner, al inaugurar un laboratorio en Ezeiza, barrio cercano a esta capital. Ratificó que Argentina está de acuerdo con una integración, ''pero sin asimetrías ni subsidios'', calificando de ''histórica'' la posición del Mercado Común del Sur (Mercosur) junto a Venezuela en la Cumbre de las Américas.
''Nosotros no peleamos el liderazgo con nadie, peleamos por una América Latina más grande'', dijo el mandatario, y añadió que ''para algunos la buena diplomacia es tener una actitud de pleitesía permanente''.
Consideró asimismo que, ''si es necesario, me quedaré solo defendiendo los intereses de los argentinos'', y ratificó que ''jamás'' negociará los intereses de la patria.
Al insistir en que fue ''histórica'' la posición asumida por los cuatro países del Mercosur y Venezuela, dijo que ''no estamos en contra de la integración económica, estamos de acuerdo con una integración sin asimetrías ni subsidios ni proteccionismo (...) Queremos una integración donde los intereses de nuestros pueblos estén respetados''.
Y añadió: ''Prefiero quedarme solo antes de no defender los intereses de los argentinos. No queremos una integración a favor del grande, sino una integración para todos''. Al justificar la posición de su país y lo actuado en la reunión de Mar del Plata, sostuvo que no concurrirá a las cumbres presidenciales ''a entregar convicciones ni a no defender los intereses del pueblo''.
La escalada del enfrentamiento verbal entre los mandatarios prácticamente comenzó cuando Vicente Fox se mostró disgustado por no haber logrado una reunión bilateral con Kirchner, de la que se había hablado.
Las fricciones se reflejaron también cuando Fox Quesada no aplaudió el discurso inaugural del presidente argentino en la cumbre, demostrando además -sin sutileza alguna- que asumía el liderazgo latinoamericano en favor del proyecto que Estados Unidos quería imponer contra viento y marea.
Luego vino la conferencia de prensa del mandatario mexicano, el sábado 5, en la que lanzó sus críticas al discurso de Kirchner, incluso aludiendo al futbolista Diego Armando Maradona, que participó en la multitudinaria marcha convocada por la Alianza Continental, que llevó adelante la tercera Cumbre de los Pueblos durante cuatro días en Mar del Plata.
La tensión continuó durante el largo debate que se produjo para tratar de lograr consenso sobre el tema del ALCA, que en un momento Fox intentó colocar sobre la mesa nuevamente y recibió un tajante ''ese no es el tema de esta cumbre'', por parte de Kirchner.
Pero la gota que derramó el vaso fue lo que dijo Vicente Fox ayer en su país, reproducido aquí por el conservador periódico La Nación, que dio cuenta de que el mandatario mexicano dijo que su homólogo argentino se ocupó más en complacer a la opinión pública de su país, que en asegurar el éxito de la cumbre, que concluyó sin acuerdo sobre el ALCA, impulsado por Estados Unidos y apoyado por México.
El canciller Rafael Bielsa ya había adelantado algo de lo que vendría después, cuando al salir de un encuentro con Néstor Kirchner declaró esta mañana que pediría al gobierno mexicano que confirmara oficialmente las críticas al mandatario argentino atribuidas a Fox por la prensa.
Bielsa dijo diplomática -pero también irónicamente- que ''si para tener unidad latinoamericana hay que defraudar al pueblo, en este caso de la Argentina, Fox tiene una idea de unidad latinoamericana que no compartimos''.
Este mediodía, cuando ya se notaba un ambiente de fuerte molestia, el presidente Kirchner salió al ruedo redoblando la apuesta, después de conocer los últimos dichos y de leer las declaraciones de algunos funcionarios estadunidenses que dijeron al periódico Clarín que ni siquiera debieron trabajar para imponer su posición, porque eso lo hicieron en su favor los ''mexicanos y los chilenos''.
Kirchner defendió con fuerza lo actuado por los gobiernos del Mercosur y Venezuela, que se negaron a retomar las negociaciones sobre el ALCA, y pusieron una serie de condiciones difíciles de alcanzar por la absoluta inflexibilidad del gobierno de Washington ante las exigencias latinoamericanas.
Si esta escalada no fuera suficiente, la difusión de algunas declaraciones del canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez Bautista, a medios de comunicación de su país, calificando de ''chiquituelos'' a los integrantes del Mercosur y Venezuela, porque ''no reconocen lo que el continente quiere'', fueron más leña para el fuego que se alienta cada vez más.
La ofensa mayor aquí es que tanto Fox como Derbez hayan basado su posición en criticar que Kirchner se preocupe más por la opinión pública que por el consenso en favor de la Casa Blanca.
Por otra parte, desde la Confederación General del Trabajo y otras agrupaciones sindicales y sociales, se dijo que el gobierno mexicano criticaba a un presidente ''por actuar en nombre de su pueblo y con respeto a la opinión pública nacional, y esto dice claramente para quién está trabajando el presidente Fox''.
Algunos analistas estiman que el problema ya estaba instalado, cuando Argentina supo que México sería la cabeza del bloque latinoamericano que intentaría imponer el proyecto estadunidense, olvidando que el eje de la reunión era otro.
Se dice que por eso no hubo reunión conjunta y que el mensaje fue de que Argentina debía hablar con ''el mero mero'', en este caso Washington, y no con el expositor latinoamericano de la posición oficial de Estados Unidos.
Algunas fuentes recordaron que el gobierno de México no avanzó un paso desde el año 2002, en el tema del Mercosur, que sus posiciones quedan en una ''eterna'' declaración de pertenencia a la región, pero que en realidad -y este fue un temor manifestado desde hace tiempo- el interés real de los últimos gobiernos mexicanos habría sido tomar posición en el Mercosur para dinamizar la política estadunidense adentro del proyecto de integración del sur.