El grupo británico ofrecerá mañana un concierto en el Palacio de los Deportes
La energía es lo que nos distingue de los artistas efímeros: Prodigy
Ningún suceso político nos inspira, no pretendemos mandar mensajes de ese tipo, afirma
Prodigy, que se presenta este miércoles en el Palacio de los Deportes, es uno de los primeros grupos de música electrónica para las masas. Formado en 1990 en Braintree, Essex, Inglaterra, destacó por cambiar los efectos predominantes del sonido rave por el juego de metales. Pero, lo que hizo diferente a Prodigy fue la expresión vocal de Keith Flint, quien creó en conjunto un estilo enérgico, intenso y catárquico que juega con lo que se conoce como el sonido big beat, cortes de funk, algo rave, club dance y la actitud punk.
La alineación original integraba a Liam Howlett, Maxim, Keith Flint y Leeroy Thornhill. Los inicios de la banda atravesaron un momento específico; por un lado, el pop apuntaba a ser la corriente principal, pero en otros espacios prevalecía la atmósfera del fenómeno tecnorave británico. Liam Howlett, que es el cerebro detrás de las máquinas, hizo un ajuste sonoro, cambiando los efectos predominantes del sonido rave por el juego de metales duros.
"No somos un grupo pospunk, porque según nosotros, el punk es un estilo de vida, una manera de pensar. Lo que es cierto es que nos plantamos en el escenario con nuestros discos tal y como somos, pueden amarnos u odiarnos. La gente debería de observar detrás de lo superficial", dice Keith en un enlace telefónico con La Jornada desde Inglaterra.
Varios sencillos exitosos transcurrieron en la carrera del grupo que los llevaron a la cumbre de las listas en Inglaterra hasta la salida del álbum The prodigy experience, que los impuso como un grupo no sólo de un sencillo. Vino luego Music for the jilted generation, que entró de llenó en los primeros lugares de las listas británicas; fue número uno y disco de oro en su primera semana de lanzamiento.
Ruidos ásperos y ritmos duros
"Llegamos a una escena dance anémica, que necesitaba tener unos sonidos más duros, con mayores sonidos de guitarra. No quisimos repetir las fórmulas; queríamos sonar diferentes al tiempo que armoniosos. Pero hay algo que siempre escucharán con nosotros: esos ruidos ásperos y ritmos duros que pueden patear y roquear", asegura el cantante.
Durante 1994 y 1995 Prodigy recorrió gran parte del mundo en gira y participó en festivales importantes como el de Glastonbury. Keith Flint despuntó como un consumado show man de estilo punk, a la vista de las multitudes de la era digital. El disco que sin duda les dio una posición a nivel internacional fue Fat of the land, lanzado en 1997, que pretendía cortejar a los fans del rock con algunas voces invitadas y con la inclusión de un cover de L7, banda feminista de garage. Con esta grabación consiguió el éxito en Reino Unido y Estados Unidos simultáneamente. Prodigy se colocó en primer lugar de ventas en 22 países más y permaneció por 12 semanas en el lugar número uno, celebrado con varios millones de discos vendidos a nivel mundial. Con la rola Smack my bitch up, de ese álbum, crearon una controversia que afectó el ego de algunas estrellas del pop. Los calificaron de misóginos.
Asegura Flint: "Hay que tomar riesgos hoy día, ya que el pop está por todos lados y hay que tratar de encontrar un estilo ecléctico que te diferencie de toda esa oleada de artistas efímeros que de pronto los hacen rock stars. Nosotros más que hacer sonidos punk, lo que intentamos es darle a la gente la energía de la música, claro que eso nos da un acercamiento mayor a esos sonidos. En realidad no han habido muchos cambios en nuestro proceso creativo a la fecha. Mantenemos el mismo poder con esa esencial particular".
Pese a que muchos consideran que el contexto de las letras de sus canciones tienen que ver con cuestiones sociales y políticas, ellos, en voz de Keith, aseguran que "ningún suceso político ni social nos inspira. No somos una banda política ni pretendemos lanzar mensajes de este tipo con las letras; son sólo momentos que parecen decir algo de ese contexto y que se pueden ver así. Cada quien los puede interpretar como desee. Sólo creemos en la energía de la gente, pero no de una religión o grupo. Los mensajes cruzan."
Entonces lo que inspira a Prodigy es "la misma música, la energía de ésta, el alma de la tecnología".
Sobre la escena electrónica de mainstream, dice Flint que ahora "los pinchadiscos son como estrellas, sobre todo esos que hacen tecno y house; tienen muchos seguidores". Afirma que trabajar con otros artistas electrónicos o no, les ha dado su propio estilo, porque "pretendemos meter nuevas influencias que nos inspiren, pero al mismo tiempo mantener una identidad musical propia".
Esencia y catarsis
Agrega: "Creo que cualquier banda tiene que ir en desarrollo aunque no precisamente tenga que cambiar. Nosotros mantenemos la esencia que es la energía y la catarsis. Nuestros seguidores han crecido con nosotros y han entendido nuestras nuevas ideas".
Liam, el más destacado del grupo, no ha dejado de trabajar, en 1999 lanzó The dirtchamber sessions Vol 1, un álbum que lo devuelve en a sus orígenes de funk, hip hop y punk. Consolidando su historia como diyéi. Liam hace una magnífica mezcla con más de 50 grabaciones entre las que destacan piezas de JBs, Herbie Hancock, de los 45 King, LL Cool J, de los Sex Pistols, y de Jane's Addiction. Por su parte, Maxim lanzó únicamente un disco, Hell's kitchen, en colaboración con grandes leyendas del hip hop como Divine Styler, Diamond J, Blood of Abraham, Poetic, Skin Skin y Sneaker Pimps . Mientras que Keith Flint complació su afición a las carreras en motocicleta, aprendió a tocar guitarra e inició su proceso como compositor para su lanzamiento futuro. Por su parte, Leeroy Thornhill dejó la banda para seguir su propio sueño como solista. Fue justo la guitarra de Keith lo que proporcionó la llave a Liam para el ep Baby´s got a temper. Tuvieron que pasar dos años más para ver una producción inédita de Prodigy, un álbum que reconceptualiza el sonido del grupo: Always outnumbered never outgunned, material creado en una laptop.
Prodigy, Palacio de los Deportes, miércoles 20:30 horas.