Con una batería de 10 radiotelescopios ubicaron el hueco del centro de la Vía Láctea
Astrónomos chinos, próximos a ver el primer hoyo negro real
Prevén una masa de 4 millones de soles y su radio es menor que la distancia de la Tierra al Sol
Son tal vez los objetos más extraños del universo conocido. Los hoyos negros son tan enormes y su atracción gravitacional tan fuerte, que nada, ni la luz, puede escapar de ellos, lo cual es en verdad extraño para algo que está hecho de nada.
Un hoyo en el espacio no parece tener ningún sentido, y sin embargo los científicos están convencidos de que estas prisiones de la luz son reales, aunque jamás han sido vistas y las únicas pruebas de su existencia son circunstanciales.
Ahora, sin embargo, los astrónomos están cerca de ver un hoyo negro cara a cara. Con ayuda de una batería de 10 radiotelescopios en el continente americano, han logrado ubicar el hueco del centro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, a 26 millones de años luz de distancia, donde un supermasivo hoyo negro yace invisible, como el ojo transparente de un huracán.
Se estima que este hoyo negro en particular tiene una masa equivalente a 4 millones de soles, y sin embargo las mediciones más recientes, publicadas en la revista Nature, sugieren que ocupa un volumen cuyo radio es menor que la distancia entre la Tierra y el Sol. Es la mitad del tamaño que se había calculado anteriormente, lo cual indica que los astrónomos están próximos a definir la crucial frontera exterior de uno de los fenómenos más elusivos de la cosmología, el cual ha hechizado a los científicos durante décadas.
"Nos acercamos a emocionante distancia de ver un signo inconfundible, el cual aportaría la primera prueba concreta de que hay un hoyo negro supermasivo en el centro de la galaxia", expresó Zhi-Qiang Shen, del Observatorio Astronómico de Shanghai, en China, uno de los directores del estudio.
Invisibles, pero detectables
Ninguna luz escapa de los hoyos negros, razón por la cual son invisibles. Sin embargo, se les puede detectar por las ondas de radio emitidas desde su periferia a medida que van absorbiendo cualquier materia circundante que cae en su campo de atracción.
El primer indicio de un hoyo negro en nuestra galaxia llegó en febrero de 1974, cuando dos astrónomos estadunidenses, Bruce Balick y Robert Brown, detectaron una poderosa fuente de ondas de radio desde la constelación de Sagitario. Balick y Brown calcularon que, cualquiera que fuese la causa de la radiación, la fuente se hallaba en el centro de la galaxia. Sospecharon que había un hoyo negro en el corazón de la Vía Láctea, con lo cual arrancó la carrera de astrónomos para capturar la primera imagen de la fuente de radio, a la cual llamaron Sagitario A.
Por eso este último estudio es tan importante: porque los científicos se encuentran muy cerca de captar la primera imagen de un hoyo negro en todo su misterioso esplendor. Pero, ¿qué aspecto tendrá la "nada"? ¿Cómo podemos tomar una imagen de algo que se traga toda materia y toda radiación? El astronómo Chriostopher Reynolds, de la Universidad de Maryland, responde que tal vez no podamos verlo en sí mismo, sino que debemos poder ver la frontera o el "horizonte del fenómeno", más allá del cual toda la materia es engullida.
"Los horizontes de fenómenos son difíciles de observar. Sin embargo, las imágenes de alta resolución brindan una forma potente de buscar un horizonte del fenómeno. Si un hoyo negro está rodeado por una distribución casi esférica de material de radiación, una imagen de resolución suficientemente alta debe revelar una sombra a su alrededor.
"Este círculo oscuro es causado por la radiación de fuentes situadas detrás del hoyo negro que son engullidas por el horizonte del fenómeno. Alrededor de esta sombra debe haber un anillo brillante, resultado de la fuerte deflexión que el campo gravitacional del hoyo negro ejerce sobre los rayos de luz que logran pasar a su lado."
Sombra distintiva
Fred Lo, director del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos, el cual opera la batería de telescopios que reunió los datos más recientes, expresó que, con una resolución un poco más alta, los telescopios deben ser capaces de ver esta "sombra" de un hoyo negro.
"El tirón de la gravitación extremadamente fuerte de un hoyo negro tiene varios efectos que producirían una 'sombra' distintiva, y creemos que podremos verla si logramos captar detalles la mitad de pequeños que los de nuestras imágenes más recientes", dijo el doctor Lo. "Ver esa sombra sería la prueba final de que hay un hoyo negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia."
El cosmólogo Marcus Chown indicó que la mejor forma de obtener esa prueba final será observar el que está más cercano. "La prueba será ver un anillo brillante con una región oscura en su interior; presumiblemente el anillo es materia supercalentada que va cayendo dentro del hoyo, y éste es la región oscura", explicó Chown. "Fred Lo y su equipo son los que están más cerca de lograr esa prueba."
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya