Usted está aquí: viernes 4 de noviembre de 2005 Mundo Se extiende la ola de disturbios en Francia

Se extiende la ola de disturbios en Francia

La actitud represiva del gobierno desata más enconos en las protestas juveniles

REUTERS, AFP Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Por octava noche consecutiva hubo enfrentamientos entre j�es y la polic�en suburbios de la capital francesa. Al menos 315 veh�los han sido incendiados con bombas molotov FOTO Reuters Foto: Reuters

París, viernes 4 de noviembre. Las protestas de grupos de jóvenes en Francia se extendieron la noche de este jueves a las provincias de Dijon (centro oeste), Seine-Maritime (oeste) y Bouches-du-Rhone (este), por primera vez desde que el jueves de la semana pasada estallaron los disturbios en barrios pobres de la periferia parisiense.

Por octava noche consecutiva, el fuego de automóviles incendiados iluminó las calles de localidades suburbanas de la capital francesa y algunas comandancias de policía fueron nuevamente blanco de bombas molotov, sólo unas horas después de que el jefe del gobierno francés, Dominique de Villepin, advirtió que "el Estado no se rendirá" y que "el orden y la justicia en nuestro país tendrán la última palabra".

Apenas había caído la noche en Francia cuando la policía informó que medio centenar de automóviles habían sido incendiados en la jurisdicción periférica de Seine-Saint-Denis, en el noreste de la mancha urbana.

Los disturbios dejaron en los primeros siete días un total de 315 vehículos incendiados, entre los cuales se encuentran transportes del servicio de bomberos y de una televisora.

Un balance del Ministerio del Interior confirmó que la noche del miércoles al jueves fue la más violenta de la última semana, con un total de 177 vehículos incendiados y 29 personas detenidas tras los enfrentamientos con agentes del Cuerpo Republicano de Seguridad (CRS), agrupación policial antimotines.

Sin embargo, en la noche del jueves al viernes la policía informó que 165 vehículos fueron quemados en los suburbios (banlieu) de París, además de 33 en las provincias de Dijon, Seine-Maritime y Bouches-du-Rhone.

Unas 20 personas fueron detenidas hacia la medianoche del jueves, mientras los ataques de los grupos de jóvenes dejaron cinco policías con heridas leves.

La violencia estalló la noche del jueves 27 de octubre en la localidad de Clichy-sous-Bois, luego que dos adolescentes murieron electrocutados en una subestación de energía, donde buscaron refugio para escapar de una patrulla policial. El epicentro de los disturbios se encuentra en la región noreste de la provincia conocida como Ile-de-París, que incluye la ciudad capital.

En una semana los choques con la policía se extendieron a unos 20 barrios de la municipalidad de Seine-Saint-Denis y de las jurisdicciones conocidas como Hauts-de-Seine, Yvelines y Seine-et -Marne.

El gobierno central envió mil 300 policías a la periferia parisiense para responder a la movilización de jóvenes, la mayoría hijos de inmigrantes de ex colonias francesas en Africa, tanto de la región del Magreb como de la zona subsahariana.

De acuerdo con el diario Liberatión, los enfrentamientos entre jóvenes y policías no son sólo una reacción a la muerte de los adolescentes en Clichy-sous-Bois, sino a la actitud del gobierno central y especialmente del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien el lunes pasado acudió a una de las comandancias (prefecturas) regionales de la policía con el fin de exaltar la labor de los agentes de seguridad que reprimieron la noche anterior a jóvenes que participaban en las protestas.

"He venido a felicitar al personal de la policía por su sangre fría y su profesionalismo", dijo ese día Sarkozy, presidente del partido Unión por la Mayoría Popular (UMP) y aspirante a suceder a su correligionario, el presidente Jacques Chirac, en 2007.

"Esto que pasa aquí no es a causa de la muerte de los dos jóvenes de Clichy, sino a las declaraciones de Sarkozy, después de iniciada la revuelta de los jóvenes", dijo al diario parisiense un comerciante de la localidad de Aulnay-sous-Bois, una de las más afectadas en la noche del miércoles al jueves.

Sarkozy se entrevistó este jueves con familiares de los adolescentes electrocutados, en un intento por mejorar las relaciones con las comunidades afectadas por los disturbios.

Sin embargo, el gobierno francés reiteró que impondrá el orden en los suburbios. De Villepin convocó a sus principales ministros y a los alcaldes de las localidades afectadas por la violencia para discutir posibles soluciones.

De acuerdo con el diario británico The Independent, los ministros De Villepin y Sarkozy trataron por primera vez de mostrar un "frente unido" ante la situación en los suburbios. Los funcionarios tienen rivalidades políticas de cara a la sucesión presidencial de 2007, según se afirma en círculos políticos.

"Todo esto es inaceptable", dijo De Villepin al referirse a la continuación de los disturbios. "Enfrentarnos a los incidentes de los últimos días, el regreso a la calma y el restablecimiento del orden público son la prioridad, nuestra prioridad absoluta", expresó.

A las críticas de políticos de la oposición socialista sobre la respuesta a la crisis se sumaron hoy los señalamientos del ministro de Relaciones Exteriores, Phipippe Douste Blazy, quien afirmó que Francia corre el riesgo de perder en los suburbios "la batalla de la integración", en beneficio de una "radicalización de movimientos basados en la religión".

Hay que "poner atención en nuestras reacciones, en nuestra capacidad para restablecer la República y en evitar las zonas sin ley", afirmó Douste Blazy.

Según The Independent, el gobierno de Francia reconoce la existencia de 750 zonas de marcada pobreza, alto desempleo y actividad pandilleril, principalmente ubicadas en los suburbios de las mayores ciudades francesas.

Los hechos violentos de la última semana son parte de una larga lista de conflictos suscitados en esas áreas. De enero a la fecha, de acuerdo con el diario británico, los servicios de seguridad han contado "70 mil actos de violencia urbana".

Una semana después de la muerte de los adolescentes, Clichy-sous-Bois se encuentra en calma. En parte, el retorno al orden se debe a los llamados "hermanos mayores" (les grands frères), trabajadores sociales, entrenadores deportivos y otros mentores que desempeñan un papel de conciliación en los barrios pobres y protegen a los adolescentes cuando la policía actúa con rudeza.

Los "hermanos mayores" fueron recibidos el martes por asesores de los ministros Sarkozy y De Villepin y han logrado hasta ahora establecer "un diálogo" entre actores sociales y autoridades.

 
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