No podemos estar esperando consensos: Carlos Rojas

Cercana, la reforma del ISSSTE: González Roaro

De fondo, la solución al tema de jubilaciones: el funcionario

ANGELES CRUZ MARTINEZ

El gobierno federal está muy cerca de lograr la propuesta consensuada para la reforma integral del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que será enviada al Congreso de la Unión en esta administración, aseguró el director del organismo, Benjamín González Roaro.

La iniciativa incorpora la cuota social del Estado -equivalente a la que reciben el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Seguro Popular- y la modificación de las condiciones para el retiro de los trabajadores actuales y de las nuevas generaciones.

Al comparecer ante la Comisión de Salud y Seguridad Social del Senado de la República, como parte de la glosa del quinto Informe de Gobierno, el funcionario comentó que a partir de la propuesta presentada por la administración federal, en agosto de 2004, han llegado planteamientos con los cuales se está construyendo un nuevo proyecto. Una vez que concluya el hasta ahora "exitoso proceso de negociación" con los sectores sociales involucrados, se buscará que el tránsito de la iniciativa por el Congreso de la Unión también sea bueno y expedito, apuntó.

Entre las alternativas que han llegado al ISSSTE sobre el proyecto oficial, Benjamín González Roaro explicó que respecto al bono de reconocimiento que permitiría monetizar los derechos de los trabajadores y depositar ese recurso en las cuentas individuales para el retiro, los comentarios son que "no nos interesa el bono, pero sí podrían incrementarse de manera gradual los requisitos para la jubilación, como la edad, el tiempo de cotización y el salario regulador de la pensión".

Para los nuevos empleados, el proyecto oficial plantea un sistema de contribución definida y una pensión mínima garantizada. Las nuevas propuestas señalan la importancia de tener mayor garantía respecto al monto de la pensión, y que exista un sistema mixto con portabilidad de derechos entre las diferentes instituciones de seguridad social.

También se plantea la posibilidad de crear una administración pública de las cuentas individuales para el retiro de los burócratas.

Sobre la cuota social, González Roaro señaló que la aportación de 13.9 por ciento del salario mínimo del Distrito Federal, como la que recibe el IMSS -de 15 por ciento para el Seguro Popular-, permitiría abatir el déficit del fondo médico, el cual se ha subsanado con los recursos de otros fondos institucionales. El problema es, subrayó, que 2005 fue el último año en que se pudo resolver de esta manera la carencia de recursos económicos. Para 2006, el instituto ya solicitó una nueva transferencia del gobierno federal, la cual se suma al subsidio para el pago de 575 mil pensiones y jubilaciones.

De ahí la importancia, dijo, de resolver el problema del fondo de pensiones con el aumento en la edad de retiro y, por tanto, el tiempo de cotización, así como con la cuota social. Esta última se aplicaría de manera gradual a partir de 2007 para la mitad de los trabajadores al servicio del Estado, y aumentaría hasta llegar a 100 por ciento en 2010. Los recursos obtenidos por esta vía permitirían generar reservas económicas con las cuales se podría afrontar las dificultades financieras que reaparecerían en 2019, de acuerdo con las previsiones actuariales.

Con esos ahorros se garantizaría la operación del ISSSTE hasta 2030, dependiendo también de la evolución de los costos médicos, explicó el funcionario.

Los legisladores de las tres fuerzas parlamentarias representadas en el Senado cuestionaron a González Roaro sobre los avances en el proyecto de reforma del instituto, y reconocieron los esfuerzos por mejorar la eficiencia en la administración. Sin embargo, dijo el priísta Carlos Rojas, la reforma urge, y "no podemos pasarnos el tiempo buscando consensos". Debe llegar ya el momento de presentar la iniciativa al Congreso de la Unión, indicó.