Juez lo carea con víctima
Acusan de crímenes a un ex jefe de la fuerza aérea chilena
Santiago, 3 de noviembre. Uno de los jefes del antiguo espionaje de la fuerza aérea chilena, Edgard Ceballos Jones, fue acusado de participar en crímenes de opositores políticos durante la pasada dictadura militar en el contexto de un careo ante la justicia con la chilena-española Beatriz Castedo, quien actualmente reside en México.
Con este dramático careo ante el juez Eduardo Fuentes Belmar, parece comenzar una ofensiva para derrumbar mitos creados durante la dictadura de Augusto Pinochet -sometido este jueves a exámenes sicológicos para determinar su lucidez-, de que los hombres de la aviación militar estuvieron exentos de matar a disidentes.
Castedo, quien asistió a careos el miércoles y este jueves, dijo que Ceballos -quien luego conformó el escuadrón de la muerte llamado Comando Conjunto- fue uno de los pistoleros que disparó en contra del dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionario en la clandestinidad, José Bondós, en septiembre de 1974.
La testigo afirmó que otro de los participantes en esos crímenes de persecución a opositores, también integrante de la misma arma, fue Roberto Fuentes Morrison, conocido como Wally, a quien en 1999 el Frente Patriótico Manuel Rodríguez ejecutó en emboscada callejera.
La chilena-española, hija del intelectual español Leopoldo Castedo, exiliado tras la guerra civil en su patria (1936-1939), dijo que por una casualidad fue testigo presencial del crimen. Ella debía encontrarse con Bondós cerca de las 15 horas en una esquina de Santiago.
Por desgracia, poco antes de la hora señalada llegaron los represores. Beatriz Castedo se resistió y la golpearon, para a continuación lanzarla al interior de un automóvil donde estaban Ceballos y Fuentes, quienes abrieron fuego contra el dirigente mirista cuando éste llegó en su auto.
Este viernes, Beatriz Castedo tomará parte en una conferencia de prensa donde 70 personas torturadas en la Academia de Guerra Aérea prestarán testimonio sobre el trato que recibieron. De ellos, 30 fueron miembros de la fuerza aérea y recibieron crueles apremios por negarse a colaborar con los golpistas.
Los torturadores están en libertad, y se recuerda que entre las filas de la fuerza aérea también encontró la muerte el general constitucionalista Alberto Bachelet, padre de la candidata presidencial oficialista Michelle Bachelet.