El relevo
La cargada en unos cuantos días de todo el aparato gubernamental y de las innumerables redes de intereses creados del foxismo en favor de Felipe Calderón, el ya precandidato del PAN para 2006, lo han convertido desde ahora en "el candidato oficial", lo que sitúa en entredicho a Vicente Fox y a su gobierno, que hablan de "legalidad" y "democracia" y ya están haciendo todo lo imposible por imponer a quien puede cuidarles las espaldas.
1. La victoria anunciada de Felipe Calderón en las elecciones internas del PAN -con 46 por ciento de los votos (11 de septiembre), 51 por ciento (2 de octubre) y 56 por ciento (23 de octubre)- fue relativamente fácil, pues siendo un hombre de partido tuvo que enfrentar en Santiago Creel a un aspirante impuesto por la pareja presidencial y desprestigiado por el fracaso del gobierno de Fox, su ineptitud y por sus propios actos de corrupción: desde el financiamiento ilegal de su fracasada campaña en 2000 en el Distrito Federal hasta las concesiones ilegales de última hora de casas de juego a Televisa, y no obstante no dejó de sorprender.
2. El fracaso en 2005 de Vicente Fox en sus afanes por dejar a su sucesor, primero al ser vetada por los empresarios su pretensión de dejar a Marta en la silla presidencial; luego, en la primavera, al ser rechazada por amplios sectores populares su intentona de inhabilitar como candidato a López Obrador, y ahora al rechazar los cuadros panistas su capricho de imponerles a Creel, no le dejó más alternativa que pactar una alianza con Calderón y brindarle todo el respaldo del aparato estatal con las consecuencias que esto entraña.
3. La victoria de Calderón en las internas del PAN constituyó en un principio una derrota no sólo para la pareja presidencial, para El Yunque y otros grupos de la ultraderecha, para la dirección nacional panista encabezada por el yunquista Manuel Espino, para Carlos Salinas de Gortari, quien quería tener candidatos suyos en el PRI y en el PAN, y sobre todo para el poderoso traficante de influencias: el panista-salinista Diego Fernández de Cevallos, inventor y mánager de Creel, sino también para muchos grupos y corporaciones privados enriquecidos sin límites por el foxismo y en especial para Televisa, todos los cuales hace cuatro meses daban por descontada la victoria del ex secretario de Gobernación. Y por ello sorprende la celeridad con la que todos esos grupos de interés vinculados con los Fox en unas cuantas semanas abandonaron su creelismo y se alinearon con el ya abanderado panista, que de "Felipillo" pasó a ser para ellos "don Felipe" y también el abanderado de sus intereses.
4. Las declaraciones de Calderón a la salida de Los Pinos luego de su tercera victoria (26 de octubre), afirmando contundente que es "el candidato de Fox", no dejan lugar a dudas de los reacomodos operados en un sector de la derecha mexicana. Fueron el anuncio de su pacto con Fox y una convocatoria a todas las fuerzas foxistas a disciplinarse, pero también la advertencia inequívoca, para quien no quiera comprenderlo, de que irá a la campaña como el candidato oficial y de que todo el peso del Estado va a apoyarlo para salvar a los intereses económicos que se han enquistado en el aparato estatal y que dominan al país.
5. Lo que está aconteciendo es muy claro, pues a principios de año Creel y Calderón actuaron ambos como golpistas promoviendo el desafuero, en las primarias blanquiazules evidenciaron con el seudo- debate que no existían diferencias ideológicas de fondo entre ellos, que ambos son neoliberales a ultranza y que en su ambición hacían a un lado cualquier principio ético, pues los dos cometieron todo tipo de mapacherías. Y ahora se ve que quienes apoyan a Calderón son los mismos grupos de interés, incluyendo a Salinas, a los salinistas y a muchos ex miembros del Tucom, y que con Elba Esther Gordillo y el SNTE Felipe ha tenido más que el coqueteo del lunes 24.
6. La pregunta que Felipe Calderón, ahora relevo oficial de Fox, no ha podido ni podrá contestar es por qué, si hace años se presentaba como "doctrinario" y un hombre "de principios", tras la alianza histórica del PAN con Carlos Salinas de Gortari en 1988 -urdida entre otros por su guía espiritual, Carlos Castillo Peraza-, ha terminado, como todos los panistas salvo muy raras excepciones, por actuar como mandatario de los intereses de los traficantes de influencias y de las multinacionales.
7. ¿Qué dirían de este desastre Manuel Gómez Morín o su propio padre, Luis Calderón Vega, fundadores de Acción Nacional?
8. Lo más grave es, sin embargo, lo que está por venir, pues atrás de Felipe Calderón y de quienes lo están apoyando activamente emerge la decisión de hacer una campaña sucia y sin principios, plagada de ilegalidades, con tal de imponerse. Calderón ya ha anunciado en sus discursos, al no tener propuestas y al no poder hacer la (auto)crítica del desastroso gobierno foxista, ni la suya propia, sobre todo de su paso por Energía -donde no hizo más que buscar la privatización del sector energético-, que al más puro estilo gringo va a hacer una campaña de denostaciones y calumnias.
9. El deterioro acelerado de la campaña de 2006 lo están imponiendo ahora ya no nada más el PRI y Roberto Madrazo, sino también Calderón y el equipo panista-yunquista que lo apoya, quienes, como fue denunciado (1º de noviembre), aparecen como probables responsables de haber fabricado desde Guanajuato una página apócrifa en Internet pidiendo fondos para López Obrador y otra en la que se expresan amenazas de muerte.
10. La primera disputa que se avecina, por los tiempos electorales, es ahora entre los candidatos de los dos partidos aliados por definir quién de los dos representa mejor los intereses del hampa política y neoempresarial que se ha impuesto al país: Madrazo o Calderón. Y tras ella no se ve más que mayor deterioro de la vida pública y nuevas amenazas para el pueblo.