Se dice "tranquilo" frente a las presuntas amenazas

Cumplir, demandan miles de hidalguenses a AMLO

Empleo, una de las principales exigencias del auditorio

ROBERTO GARDUÑO ENVIADO

Apan, Hgo., 3 de noviembre. Entre el decaimiento de la estructura perredista, que no ha logrado sobreponerse a sus pleitos internos, y la tradición priísta caciquil en Hidalgo, Andrés Manuel López Obrador concita un respaldo popular en ascenso entre los habitantes del estado. A su llegada a los pueblos y ciudades del centro y poniente, la gente respondió al precandidato presidencial con un coro ante décadas de pobreza y marginación: "¡Ya llegó, ya está aquí, el que va a chingar al PRI!"

Las plazas centrales de Apan, Tepeapulco, Tulancingo y Pachuca congregaron a simpatizantes de López Obrador que llegaron a escuchar el ofrecimiento de cambio nacional. Al mismo tiempo que le exigieron el cumplimiento de sus promesas, le demandaron prudencia ante las presuntas amenazas de muerte en su contra.

Señoras que lo abrazaban y le plantaban besos en las mejillas se sumaron al repudio de esos amagos, y advirtieron que contra su candidato no permitirán nada: "Estás en buenas manos, con nosotros nada te habrá de pasar".

Entre los recibimientos de que fue objeto en poblados donde el priísmo ha dominado en la política y en el control corporativo de las organizaciones sociales, López Obrador se dejó consentir por los hidalguenses, y mientras caminaba entre tumultos respondió a las presuntas amenazas con sencillez: "Estoy tranquilo. Sigue la campaña de la misma manera. Vamos a seguir asistiendo a los pueblos sin guaruras, la gente nos cuida y tenemos la conciencia tranquila".

En medio de los empujones de quienes trataban de acercarse para saludarlo y los gritos de respaldo a su candidatura, se apareció un reportero para preguntarle si no teme un hecho de violencia como el que terminó con la vida de Luis Donaldo Colosio. López Obrador replicó: "No, no va a pasar nada, la gente nos está apoyando, nos cuida. No va a suceder nada".

El precandidato perredista se interna en los poblados hidalguenses. Durante esta semana irá hasta la Huasteca y se reunirá con habitantes del centro del estado. Hoy llegó al mediodía a Apan, cuna de la charrería, dicen sus moradores, y famosa por el pulque. Durante décadas fue controlada políticamente por el PRI, pero ahora es administrada por el Partido del Trabajo, cuyo presidente municipal, Alfonso Soto Llaguna, es reconocido aquí por su trabajo.

Los organizadores de la visita de López Obrador fueron sorprendidos por la notable asistencia de habitantes del pueblo. Más de 3 mil 500 se congregaron para darle la bienvenida. "¡Echale ganas! ¡Tú vas a ganar! ¡Queremos trabajo las mujeres de Apan! ¡Obrador, aguanta, el pueblo se levanta!" y "¡Ya llegó, ya está aquí, el que va a chingar al PRI!", fueron las frases de la multitud.

Mientras el precandidato convocaba a todos los habitantes de la región, "sean priístas o panistas, pero de buena voluntad", a sumarse al proyecto de país que encabeza, los asistentes respondían cuando se les preguntaba cómo habían llegado al centro del pueblo: "Somos gente pobre, pero aquí ya no hay acarrreados. Todos los que estamos aquí somos de Apan. Todos venimos por nuestro propio pie, porque ya no somos esclavos, somos gente libre que vamos a dar a quien queramos nuestro voto".

Los habitantes de Apan se emocionaron cuando López Obrador habló de los beneficios del bono de apoyo a los adultos mayores, de la necesidad de bajar el costo del precio del gas y de la urgencia de crear empleos. "Lo que pasa es que este hombre ha despertado nuestra simpatía y aprecio de nosotros los pobres; esto es el gran fenómeno de López Obrador", explicó el abogado Preciado Gómez.

Las condiciones de desventaja en que se encuentran muchos sectores económicos del interior del país se reflejaron en las solicitudes a López Obrador, pues albañiles, amas de casa, campesinos y ex trabajadores de Ciudad Sahagún demandan empleo "para alcanzar a vivir".

Al retirarse de Apan, López Obrador advirtió que el cambio verdadero se debe aplicar desde abajo, con la participación de la gente, con objeto de remover las estructuras caducas. "El PRI y el PAN representan lo mismo, van a seguir defendiendo el mismo proyecto, la misma política que ha llevado a la pobreza a millones de mexicanos; pero no se preocupen, porque la gente ya sabe que el cambio no va a venir de ellos."

Tiempo después, en Tepeapulco, pueblo otrora industrioso conocido como Ciudad Sahagún, el precandidato escuchó demandas de la misma índole: poner freno a los despidos de las empresas que operan en la región. "¡Andrés, tú eres la esperanza de los mexicanos!", le gritaban.

En el templete, el abanderado perredista advirtió que en su lucha por la Presidencia de la República no persiste el afán de conseguir el poder por el poder, sino la obligación de emprender la lucha por un país más digno para todos, y arrancó una ovación cuando dijo: "No me voy a dejar ni me voy a rajar". Por la tarde la caravana del precandidato se encaminó de Ciudad Sahagún a Tulancingo, donde más de 4 mil personas se reunieron para manifestarle respaldo.

La aceptación popular a López Obrador fue notable con la participación de Tulancingo. Como en día de fiesta -a pesar de ser jueves laborable- miles de mujeres y hombres se presentaron en la plaza principal. La frase del día acuñada fue: "No se apendeje, vote por El Peje".

A una semana de las elecciones por las 84 alcaldías del estado, el ex jefe de Gobierno advirtió a los candidatos de su partido que los tiene bien observados en términos beisboleros. "Están fildeados. Deben gobernar con honestidad; la gente quiere alcaldes honestos, que manejen con honradez el presupuesto público."

Por la noche, en Pachuca, en medio del viento gélido, la plaza Benito Juárez albergó más de 4 mil simpatizantes. Con atención escucharon al precandidato, quien les solicitó su respaldo porque "sí se puede, aunque los de arriba no quieran, cambiar y rescatar México".