Usted está aquí: jueves 3 de noviembre de 2005 Capital Superar discrepancias no es "promiscuidad política"

Entrevista a JESUS ORTEGA MARTINEZ, PRECANDIDATO DEL PRD A LA JEFATURA DE GOBIERNO DEL DF

Superar discrepancias no es "promiscuidad política"

Con Cárdenas tengo diferencias, pero es un orgullo que me apoye

Lo que puede complicar la elección es el clientelismo, el corporativismo, el pase de lista, el cuatachismo (...) Yo no voy a hacer nada que polarice. No voy a permitir que otros impunemente pongan en riesgo el proceso.

RENATO DAVALOS

Protagonista de dos procesos internos perredistas en los que hubo escándalos, Jesús Ortega Martínez, hoy precandidato al gobierno citadino y líder de los chuchos, rechazó que su grupo transe más que negociar; "es una calumnia, no renuncié a principios en esos procesos, sino asumí una actitud responsable con el partido. No se tapó nada". Respecto del informe de Samuel del Villar, en el que se documentaron numerosas anomalías en la elección para el relevo de la dirección partidista en 2002, aseguró que "nadie tiene la verdad absoluta".

Ahora Ortega es apoyado por Cuauhtémoc Cárdenas en la contienda por el gobierno de la capital. Los chuchos hace apenas unos meses hablaban de que el PRD no debía ser más un partido de caudillos, en alusión a Cárdenas. "Sí dije que el PRD tiene que ir renovándose, admitió Ortega. Es un orgullo -añadió- que ahora me apoye, y es cierto que tuve y tengo diferencias con él, pero las discrepancias no hacen que seamos enemigos a muerte", y hacerlas a un lado tampoco es signo de "promiscuidad política".

De su contrincante, Marcelo Ebrard, definió que ha tenido actitudes de "derecha", como haber traído a Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y autor de la llamada tolerancia cero contra el delito. Ubica a Ebrard como hombre de "centro". Señaló también que lo que puede poner en riesgo los comicios del 4 de diciembre es el "clientelismo y el cuatachismo", y advirtió que no lo permitirá.

Dentro de sus propuestas, planteó la creación de un "cuerpo represivo" especializado en delitos como secuestro exprés o asalto violento. Justificó la mano dura sólo en la aplicación de la ley. No es verdad que la izquierda deba menospreciar la norma: "No a los plantones ni a permitir la libertad de manifestación a costa del derecho de libre tránsito", apuntó.

En su casa de campaña -días antes de que firmara con Ebrard el fin de las descalificaciones mutuas, el lunes pasado-, Ortega evaluó la contienda y acusó a su competidor de haber intentado tratar de generar un conflicto entre López Obrador y Cárdenas a partir del apoyo que este último le dio en la contienda interna.

-¿Están conscientes Marcelo Ebrard y usted de que la polarización entre ambos puede poner en riesgo la elección de 2006 para el PRD?

-Yo no sé si Marcelo, pero yo no voy a hacer nada que polarice. No voy a permitir que otros impunemente pongan en riesgo el proceso. Algunos de sus compañeros han querido sacarme del proceso.

-Usted ha sido protagonista de procesos calificados de sucios en el PRD. Si el 4 de diciembre hay un conflicto poselectoral, ¿qué va a pasar?

-Participé en dos elecciones, pero la historia me dio la razón. En la primera ocasión, en 1999, se anuló la elección contra mi voluntad, ni siquiera se contaron los votos. Le dije a Andrés (Manuel López Obrador, entonces líder perredista): no la anules, cuenta los votos. Yo asumí una actitud prudente y acepté una encuesta mal hecha como salida política. Pude ir al extremo.

-¿Por qué no lo hizo?

-Para ser consecuente con la defensa del partido y que no se fuera al precipicio. Fue una nulidad impuesta y había que darle salida.

-¿Renunció a principios?

-¿A cuáles principios renuncié?

-A los de la legalidad a la que hoy apela...

-Sí... y entonces la Comisión de Garantías dijo: anúlese la elección, y ¿qué hice? Acaté la resolución. Otra cosa es que me hubiera ido del partido.

-Después participó en la elección con Rosario Robles. Hubo un informe de Samuel del Villar que detalló tal número de irregularidades que procedía la anulación, pero ninguno lo acató, porque se dijo que transaron. ¿Es cierto?

-No...

-¿Qué pasó?

-No hubo ninguna negociación, porque yo estaba totalmente confrontado con Rosario. Me sentía agraviado. La historia me dio la razón de cómo se hizo la elección. El informe en muchos casos era parcial.

-¿El informe de Del Villar fundamentaba la anulación? Ni usted ni Rosario lo asumieron. ¿Por qué?

-Porque... porque ése era un proyecto de informe y el consejo consideró que no... no hay que perder la memoria. El día de la elección dije: "Rosario lleva ventaja". ¿Quién tuvo la actitud madura? Pero no querían respetar la votación para la secretaría general. Reconocí la elección sabiendo de las tropelías.

-¿Fue como echar la basura debajo de la alfombra y darle vuelta a la página?

-No, fue una actitud que no ha sido suficientemente valorada. Fue responsabilidad frente al partido, que a mí sí me importa. Hoy no voy a declinar y haré que se respete el voto.

-Pero quedó volando el informe de Del Villar, que hablaba de prácticas salinistas.

-No dijo que se anulara. Respeto mucho la opinión de Samuel, pero ni él ni nadie tienen la verdad absoluta. Tenía certeza en una parte y se sancionó a muchas personas.

-¿Están conscientes de que un proceso sucio llevaría al precipicio al PRD en 2006?

-Es correcto. Lo que puede complicar la elección es el clientelismo, el corporativismo, el pase de lista, el cuatachismo.

-Se asume de izquierda, pero no pocas voces recuerdan su origen en el PST, con Rafael Aguilar Talamantes, una figura no precisamente emblemática de la izquierda.

-Milité en el PST y ahí estaba Aguilar Talamantes, quien no fue consecuente con la izquierda. Pero se olvida que por eso me salí, con la mitad del partido, por las prácticas de Aguilar Talamantes, pero extrañamente se maneja la otra historia. Hay gente del PST como Graco (Ramírez), que está apoyando a Marcelo. Pedro Etienne no se salió cuando nos salimos nosotros y es muy leal al ingeniero Cárdenas. Otros trabajan con Andrés y no se les hace ese señalamiento. ¿Por qué? Porque soy contrincante. Aguilar participó en el Frente Democrático Nacional, en 1988, y nadie dijo nada.

"Son calumnias"

-Su corriente es acusada de transar, no de negociar.

-Es una calumnia. ¿Cuál es la evidencia? Me acusan de que no soy de la izquierda histórica. ¿Pero desde cuándo se documenta el inicio de la izquierda histórica? ¿Quién pone las organizaciones que pertenecen a la izquierda histórica? ¿Quién tiene la facultad de extender certificados? Nadie. Ha habido diferencias sobre el quehacer político y las ha habido sobre algunos personajes que se asumen por mandato divino de esa izquierda. Eso se está terminando. Marco Rascón me acusó de traidor y ahora está acusando de traidor a López Obrador. Acusa a los perredistas de farsantes y holgazanes. Ahora trabajamos juntos muchos de los que teníamos diferencias (Pablo Gómez, Armando Quintero, Juan Guerra).

-Más que una convicción, pareciera que a usted, a Gómez y a Quintero los unificó el factor Marcelo Ebrard.

-Todos vamos avanzando en coincidencias y resolviendo diferencias sin descalificaciones.

-Con el mismo criterio acusan a Marcelo de no ser de izquierda.

-Yo no. Sólo he señalado que algunas acciones de Marcelo no son características de la izquierda.

-¿Como a usted lo han señalado de no ser de izquierda?

-Puede ser. Dije: "Marcelo participe y que la gente califique".

-¿Su equipo impugnó el registro de Ebrard?

-No es verdad. Mi equipo no. El secretario general, Naranjo (Guadalupe, integrante de los chuchos) recibió un informe de que Marcelo se había afiliado en tal parte y que faltaba equis requisito. Se reunió el comité y resolvió por unanimidad, y yo por escrito dije que Marcelo tenía derecho a participar. La apreciación de criminalizar la pobreza no me parece de izquierda, es de derecha. Giuliani es de derecha.

-¿Considera a Marcelo Ebrard un hombre de derecha?

-No.

-¿De izquierda?

-Veamos su trayectoria. Fue militante del PRI y del Partido de Centro Democrático. Para no asumir un papel de sumo sacerdote y definir quién es de izquierda, Marcelo formó un partido de centro. En alguna ocasión dijo que no era de izquierda.

-¿De centro?

-Es de centro, y no soy peyorativo, y milita en un partido de izquierda.

-Poca gente entiende que usted y su corriente insinuaran la jubilación del ingeniero Cárdenas y ahora estén juntos. Usted afirmó que el PRD no debía ser un partido de caudillos. ¿Cómo explicar eso al electorado? Algunos hablan de promiscuidad política.

-¿Un partido de izquierda debe ser de caudillos, o de instituciones? Me inclino por lo segundo. Las personas son indispensables, pero sobre ellas están las instituciones. Nunca dije lo de la jubilación. Esta no es una oficina burocrática. Sí dije, en cambio, que el PRD necesita ir renovándose.

-El ingeniero Cárdenas dijo, previamente a la elección de Robles, que no iba a usar los cargos para beneficiar a familiares, en alusión, entre otras personas, a su esposa, la diputada Angélica de la Peña.

-Estoy seguro que no hizo esa alusión, aunque alguien piense que la hubo.

-Cuando hablaba de caudillos ¿no se refería a cualquier otro miembro del PRD?

-Me refería a que lamentablemente en la izquierda la política se ha personalizado y se convierte en juego de caudillos. El país tiene que ser de instituciones. Sí, ha habido diferencias con el ingeniero Cárdenas y con Andrés. ¿Y eso evita que apoye a Andrés como candidato? Nomás falta que ahora el que tiene una diferencia con el candidato está cancelado. Noooo...

-¿Persisten esas diferencias con el ingeniero Cárdenas?

-A lo mejor en algunos casos sí.

-¿Por ejemplo?

-Ahora que se definió el candidato a la Presidencia. Fui de los primeros que dije que fuera Andrés. ¿Eso me hace pelear y considerarlo enemigo? Noooo... ¿eso hace que no me apoye en la campaña? No veo por qué. Lo considero un honor, pese a las diferencias. El apoyó a Rosario. Hubo diferencias, pues sí. ¿Pero eso nos hace enemigos? No. En algunas cosas del programa del ingeniero coincido, en otras a lo mejor no. Igual pasa con Andrés.

-¿Entonces se adapta siempre?

-Las diferencias políticas en un partido no pueden ser identificadas como promiscuidad. He tenido diferencias con Pablo Gómez, Armando Quintero, Juan Guerra y ahora estamos trabajando juntos. No es promiscuidad. No...

De su programa de gobierno, Ortega Martínez detalló su propuesta en materia de seguridad. "No voy a dejar la seguridad sólo en manos de la policía. Voy a mantener la Secretaría de Seguridad Pública, y Protección Ciudadana, y crear la dirección de policía. Quiero que la Secretaría de Seguridad esté bajo un civil con visión no sólo policiaca, sino de desarrollo social e integración. Aplicación de la justicia con energía y coraje, no importa en qué circunstancia. No ejerceré un gobierno represivo ni de cancelación de libertades".

-¿Qué le falló a López Obrador en este ámbito?

-Tuvo un secretario (Ebrard) que no hizo bien la chamba. Aplicó una fórmula de ocurrencias: policías con patines, charros, etcétera. No funcionó y trajo a Giuliani. Hubo inconexión entre instituciones, y la propuesta de Marcelo de 20 mil policías no resuelve el problema, sino que éste pasa por una reforma policiaca profunda.

-¿Mano dura?

-Sí, mano dura en la aplicación de la ley para castigar a los delincuentes.

-¿Empleo?

-Necesitamos la inversión privada. Un gobierno de izquierda no debe pelearse con los empresarios, siempre que busquen un negocio legítimo. Voy a crearles condiciones y acabar con trámites y corrupción.

-¿La deuda?

-Son 42 mil millones de pesos de deuda y está calificada como triple A. No hay un problema.

-¿En transporte?

-Me parece bien que López Obrador hizo obras de vialidad, pero no es suficiente. Se requiere énfasis en el transporte público masivo.

-¿Se descuidó?

-No se le puso el énfasis necesario. Se hizo el Metrobús, se renovó el parque vehicular de taxis y Red de Transporte de Pasajeros. Voy a poner énfasis en la línea 12 del Metro, de sur a oriente. Propondré a empresarios el tren suburbano con tarifa justa; el Metrobús, pero en lugares adecuados, no en Reforma. Me parece mejor el Eje 6 Sur o Eje Central. No me olvido de los taxis piratas. Hay que terminar con ellos, por seguridad y porque se han utilizado como forma de control clientelar.

-¿Va a terminar con el ambulantaje?

-Sí. Con soluciones reales. Es una problemática social. Unos hablan de 130 mil y otros de 300 mil. Hay que pararlo. ¿Cómo? Regularizando. Aquel que venda tiene que cumplir con la ley, que venda cosas legales, que pague impuestos. No va obstruir la calle. Vamos a reubicarlos y ello propiciará una reducción paulatina.

"Y lo mismo con las marchas. Un hombre de izquierda nunca va a prohibir el ejercicio de las libertades. Sagrada la libertad de expresión, pero un derecho no se ejerce sobre la base de cancelar otro. Derecho de protesta, pero no de bloqueos".

-El día de la manifestación del sindicato del Seguro Social ¿hubiera enviado a la fuerza pública?

-Sí. A los granaderos, en una actitud de diálogo. Hablar con líderes, hacer política.

-¿Salud?

-Continuaré con los programas de López Obrador: ampliar clínicas y poner énfasis en algo que no se ha puesto: la salud preventiva.

-¿Vivienda?

-No voy a permitir más el crecimiento de la mancha urbana. Existe el bando 2 y sigue creciendo la mancha urbana, las casas construidas clandestinamente. Muchos ejidatarios venden sus terrenos o vivales siguen vendiendo la tierra.

"Es el suicidio de la ciudad. ¿Cómo? Con la ley de apoyo a los propietarios de suelo de conservación. Apoyo del gobierno a ejidatarios para que protejan su tierra. Voy a poner límites y el que los rebase irá a la cárcel: fraccionador, ejidatario o comunero".

 
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