Deudos se enteraron al acudir a cementerios salvadoreños en el Día de Muertos

Stan arrasó aun con las tumbas en CA

La eventual presencia de George W. Bush en Argentina limita visitas a un camposanto

AFP

San Salvador, 2 de noviembre. Millones de latinoamericanos acudieron el miércoles a los cementerios para rendir homenaje a sus seres queridos muertos, en una nueva conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, culto de la tradición judeocristiana que en muchos países se remonta a los tiempos prehispánicos y se entremezcla con ritos indígenas.

Miles de salvadoreños acudieron a los cementerios, pero en algunos lugares hubo quienes no encontraron las tumbas, pues se las llevó el huracán Stan.

Luisa Sánchez, como cada 2 de noviembre, se levantó temprano, fue al mercado público de la ciudad de Mexicanos, en la periferia norte de San Salvador, y ahí compró un gran ramo de rosas y claveles para depositarlas en la tumba de su madre, Teresa Sánchez.

La mujer entró al cementerio y descubrió que la tumba de su madre ya no estaba. Una cruz blanca con el nombre de la difunta marca que ahí estuvo, pero ya no.

"Acabo de preguntar qué pasó y me dicen que cuando fue el temporal (las lluvias generadas por Stan hace un mes) la tumba de mi mamá se derrumbó junto a otras 15", narró Sánchez.

"Como acá (el lugar donde estaba el sepulcro) es un paredón, se derrumbó con el agua; todas las tumbas se perdieron y los restos los recogieron y los metieron en una fosa común", agregó.

"Qué le vamos a hacer ahora, yo no sabía de esto", se lamentó Luisa con los ojos en lágrimas, mientras iba a depositar su ramo de flores sobre un montículo de tierra desnuda donde al parecer pusieron los restos de su madre, junto a los de medio centenar de difuntos cuyas tumbas se derrumbaron tras el paso de Stan.

El mismo drama de Luisa lo vivieron muchos familiares de difuntos cuyas tumbas también fueron arrasadas en el cementerio público La Bermeja, uno de los más grandes de la capital salvadoreña.

En la mayoría de los países, a la visita de camposantos según el rito de la Iglesia católica se sumó la legendaria costumbre de comer y beber alrededor de las tumbas.

En Bolivia, las melodías de quenas, pinquillos y moseños -artesanales flautas andinas- rompían el habitual silencio del cementerio de Villa Ingenio, donde varias familias aymaras evocaban a sus muertos.

Feriado también en Ecuador, miles de fieles católicos conmemoraron la fecha remozando tumbas y orando por el descanso de las almas.

Además del "rencuentro" indígena con platillos típicos y bandas musicales en los camposantos, las familias por tradición se reúnen para compartir figuras de niños de pan y una bebida hecha a base de harina de maíz negro, hierbas, especias aromáticas y frutas que representan la sangre.

En Brasil, donde hay más católicos en el mundo, las actividades en recuerdo de los muertos incluían desde lluvia de pétalos de rosa para una cantante popular, distribución de alimento, orquestas y hasta una vela de 4 metros de altura.

Por otra parte, familiares de los difuntos pudieron visitar el cementerio de La Loma, en Mar del Plata, Argentina, en el Día de Muertos, al ser levantado el sitio montado para la zona de exclusión que rige por la Cumbre de las Américas.

La decisión tomada por la alcaldía y el Comando Unificado de Seguridad rompió el cerco que regía sobre el camposanto, ubicado frente al hotel Sheraton, cuyo edificio fue alquilado por el gobierno de Estados Unidos para hospedar al presidente George W. Bush y a 2 mil personas que integran su comitiva.

Empero, a partir del mediodía del miércoles no era posible visitar a los muertos, que quedarán hasta el domingo dentro de la zona de exclusión.