Artesanos de Mata Ortiz elaboran piezas inspiradas en la cultura de Paquimé
Convierten ejido de Casas Grandes en centro de cerámica a escala mundial
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La perfecci�n la hechura de las piezas, su ligereza y el dise�rom�co, inspirado en la cultura de Paquim�reflejan la sensibilidad de los artesanos del municipio Juan Mata Ortiz FOTO Cortes�Fonart
Foto: Cortes�Fonart
Los habitantes del ejido Juan Mata Ortiz, municipio de Casas Grandes, Chihuahua, producen ollas elaboradas con barro de la región mediante diseños cromáticos inspirados en el complejo cultural de Paquimé.
La cerámica que hacen los alfareros de Mata Ortiz son de varias tonalidades: color marfil, casi blanca, rojiza, negra y una combinada con arcillas de diferentes tonos que los artesanos denominan marmoleada. La decoración también es diversa, pues el detalle y la delicadeza de los trazos se debe a la técnica de los decoradores.
Mata Ortiz es una población de aproximadamente 2 mil habitantes, de los cuales 300 son alfareros que producen un trabajo de gran similitud a las vasijas encontradas en la zona arqueológica de Paquimé.
El desarrollo cultural de Casas Grandes se manifestó en diversos aspectos: su arquitectura, la práctica del juego de pelota, la elaboración de suntuosos ornamentos de concha y, sobre todo, en la producción de refinada cerámica.
Con una evolución en los diseños y estilos, los artesanos han convertido a Mata Ortiz en un centro de cerámica mundialmente conocido, pues su trabajo realizado a la antigua usanza del pueblo de Paquimé se exporta a Estados Unidos, China, Japón e Italia.
El iniciador de este arte es Juan Quezada Celado, quien desde hace más de 40 años retomó la técnica en cerámica de los paquimenses, cuando en una cueva encontró unas ollas que le cambiaron la vida.
Delicadas formas simétricas
La cerámica de Paquimé se caracteriza por sus delicadas formas simétricas y por la bella decoración interior y exterior de las vasijas. Entre las piezas de arcilla encontramos gran diversidad de formas, entre las que destacan las ollas de doble cuerpo o en forma de extremidades humanas y las de efigies antropomorfas y zoomorfas.
Quezada, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999, aprendió a distinguir la tierra del barro, experimentó quemarlo y buscó en la región minerales para hacer la pintura y plumas, pelo de animal y fibras naturales para los pinceles, proceso que le llevó casi 10 años.
El antropólogo estadunidense Spencer MacCallum, interesado en las piezas de Quezada, las promovió primero en Estados Unidos hasta que se fueron conociendo en el mundo.
De acuerdo con Eduardo Berrocal, jefe del departamento de concursos del Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías (Fonart), el apoyo de la población y de los investigadores estadunidenses contribuyó a que se rescatara la técnica de trabajar el barro más fino del mundo y convertir a Mata Ortiz en un pueblo de alfareros que con sus vasijas decoradas han impulsado el desarrollo económico del lugar.
Las piezas de alfarería están decoradas con la técnica del bruñido y dibujadas a mano con motivos alusivos a su entorno geográfico.
La exposición de cerámica de Mata Ortiz, que reúne 108 piezas, se exhibe en el Fonart ubicado en avenida Juárez 89, Centro Histórico.