Niño de unos 13 años perpetra ataque suicida en Kirkuk
Admite Irak que sus tropas aún no pueden garantizar la seguridad
Nueva York, 1º de noviembre. Irak pidió al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que permita la permanencia en su territorio de la fuerza multinacional encabezada por Estados Unidos por un año más, al admitir que sus propias tropas aún no pueden garantizar la seguridad nacional; mientras, un ataque suicida perpetrado por un niño de entre 10 y 13 años en Kirkuk, dejó heridos a un general de la policía y a su chofer.
En un carta enviada al Consejo de Seguridad, el primer ministro iraquí, Ibrahim Jaafari, señaló que la fuerza nacional iraquí necesita más tiempo para completar sus filas y poder asumir la responsabilidad de brindar seguridad a los iraquíes. El mandato actual de la fuerza multinacional finaliza este año.
El general de la policía Jattab Abdalá Areb, fue herido en un atentado suicida perpetrado en Kirkuk, al norte de Bagdad, a manos de un niño de entre 10 y 13 años que llevaba un cinturón de explosivos. Asimismo, tres iraquíes, entre ellos un policía, murieron al estallar una bomba al paso de una patrulla en Madaen, al sur de Bagdad.
De su lado, el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, señaló hoy que el número de fuerzas de su país se incrementará en Irak mientras los iraquíes se preparan para las elecciones parlamentarias de diciembre. De igual forma, reconoció que octubre registró un alto índice de bajas estadunidenses en Irak, pero aseguró que ningún país tiene el poderío de Estados Unidos.
A todo esto, antes de la fiesta del Fitr, que pone fin al mes de ayuno musulmán del Ramadán, fueron liberados 675 prisioneros, entre ellos 500 de la prisión de Abu Ghraib, cerca de Bagdad.
A su vez, la rama iraquí de Al Qaeda, dirigida por el extremista jordano Abu Mussab Zarqawi, anunció en Internet que decidirá próximamente sobre la suerte de dos rehenes marroquíes que secuestró en octubre. Este breve comunicado está acompañado de fotos de los documentos de identidad y pasaportes de los dos empleados de la embajada de Marruecos, Abderrahim Bualem, de 55 años, y Abdelkrim Muhafidi, de 49.