Crepúsculo pesquero en el Atlántico
Es la máquina de matar peces más grande y letal del mundo. El Atlantic Dawn (literalmente, Amanecer Atlántico) puede capturar, procesar y congelar 400 toneladas de pescado diarias. Mide 144 metros de eslora y su desplazamiento es de 14 mil toneladas. Sus motores alcanzan los 28 mil 730 caballos de fuerza, aunque gran parte de la energía que generan se destina a sus sistemas de congelación.
El barco pertenece a una compañía irlandesa, pero fue armado en astilleros de Noruega a un costo de 90 millones de dólares. Los contribuyentes noruegos sufragaron 12 millones que el gobierno de ese país canaliza como subsidio a los armadores. Dado que Irlanda ya había rebasado en 30 por ciento el límite de tonelaje permitido por la Unión Europea para su flota pesquera, el gobierno en Dublín permitió registrar la nave como parte de la marina mercante. Poco después negoció con la Unión Europea (UE) una ampliación "excepcional" para la flota pesquera por un tonelaje idéntico al del nuevo barco. Eso vale la regulación sobre capacidad pesquera de la UE.
El Atlantic Dawn opera normalmente frente a las costas de Africa occidental con dos artes de pesca que ya han mostrado su letalidad, las redes arrastreras y las de cerco. Las primeras son grandes redes en forma de cajones arrastrados por el barco, con sus compuertas abiertas por dos placas que parecen alas y atrapan todo lo que se encuentre en su camino.
Las redes de cerco son tendidas en un gran círculo; la red se desliza hacia abajo por gravedad y forma un enorme cilindro. Por el fondo se cierra la red con una especie de jareta gigantesca que es jalada por un potente malacate a bordo. La red de cerco del Atlantic Dawn tiene dimensiones descomunales: un kilómetro 200 metros de circunferencia y una profundidad de 550 metros. Con esa capacidad podría cubrir dos palacios de Bellas Artes juntos.
Una vez que la red ha sido cerrada, se succiona la captura hasta depositarla en las sentinas (puede almacenar 7 mil toneladas). Aquí la biomasa es procesada, congelada, sellada en plástico, empacada en sacos de 20 kilos y estibada en bloques de una tonelada. El mercado que abastecen se ubica en Africa, Medio Oriente, América Central y Europa oriental. Estos barcos se especializan en macarela, arenque, sardina y anchoveta, pero con ese capital que amortizar, lo que caiga es bueno.
Las surgientes marinas en esta parte del Océano Atlántico son de las más importantes en el mundo y transportan hacia la superficie millones de toneladas de nutrientes; la luz solar los transforma en plancton para iniciar una cadena alimenticia, que es la base de estas pesquerías. Se favorece una estrategia de captura de tipo industrial en gran escala. Junto con sus competidores de Rusia, Corea y Japón, el Atlantic Dawn explota estas pesquerías más allá de su límite de tolerancia. En un mes extrae lo que 7 mil pescadores artesanales obtienen en un año. Y se calcula que 20 por ciento de la captura (tortugas, túnidos, delfines y otros mamíferos marinos) es tirada al mar por indeseable.
Las pesquerías pelágicas comerciales son explotadas bajo el principio de rendimiento máximo sostenible: el óptimo nivel de captura se alcanza cuando se optimiza el valor económico y se mantiene estable la población. Pero la tasa de crecimiento de ésta depende de factores denso-dependientes como el tamaño de la población, disponibilidad de alimento, condiciones climáticas, temperatura, salinidad del agua y las interdependencias con otras especies. Como la evolución de los recursos marinos vivos es difícil de predecir, las estimaciones sobre su disponibilidad y límites de captura están afectadas por un alto grado de incertidumbre.
Cuando el esfuerzo pesquero es intenso y las inversiones comprometidas cuantiosas, el tiempo de respuesta para reducir el esfuerzo pesquero es muy largo. En cambio, las poblaciones de peces son sensibles y pueden sufrir un colapso masivo. Eso ya ha ocurrido en numerosas pesquerías a nivel mundial. Los ejemplos más dramáticos fueron el desplome de las pesquerías de anchoveta (en las costas peruanas) y de bacalao frente a Canadá. El exceso de capacidad de captura de los países ricos es la principal causa de la sobrexplotación de recursos pesqueros y el saqueo de los océanos.
Mauritania ha procedido a subastar licencias de pesca en su zona económica exclusiva para cubrir el servicio de su deuda externa (50 por ciento de sus ingresos en divisas proviene del sector pesquero). Hoy operan 251 barcos fábrica en esas aguas. La tasa de extracción es demasiado alta; cuando se agota una especie, simplemente se irán a otra zona pesquera. Los 25 mil pescadores locales no pueden competir con la flota comercial y no podrán mudarse de lugar.
La ironía del nombre del Atlantic Dawn es extraordinaria. ¿Amanecer en el Atlántico? El derrotero futuro es incierto y sin una reglamentación internacional eficaz lo único que se vislumbra es el ocaso de los ecosistemas marinos a escala global.