La velocista propone la creación de una secretaría que controle todo el sector

Si llego a ser dirigente cambiaré muchas cosas en el deporte, advierte Ana Guevara

Incoherente, que México busque sedes de Panamericanos y Olímpicos "si la familia no está bien"

ROSALIA A. VILLANUEVA

Ana Guevara manifestó su interés de llegar a ser dirigente deportiva algún día, y espera hacerlo hasta después de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, una vez que se retire. "Mis planes son esos, porque aventurarme hasta (Londres) 2012 sería muy riesgoso por mi edad y no me gustaría ser una deportista que cause lástima, sino retirarme en lo más alto de mi trayectoria y empezar con nuevos proyectos, como terminar mi carrera'', aseguró la sonorense.

De las pocas deportistas que llegan a entrenar al Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), cuyas instalaciones cada vez están más desiertas por la ausencia de atletas de alto rendimiento del país y del extranjero, la velocista, de 28 años, comenzó hace una semana su programa de preparación general en el Distrito Federal con el grupo que dirige el entrenador Raúl Barreda, entre ellos, Juan Pedro Toledo y Gabriela Medina.

Al término del entrenamiento y luego de tomarse fotos con un grupo de entrenadores que asisten al diplomado del Comité Olímpico Mexicano (COM), Ana intercambió palabras con ellos en el velódromo de dicho centro, y sonreía al ver a su mascota cómo trataba de buscar un poco de sombra debajo de unas viejas escaleras de madera.

-Si en tus manos estuviera la responsabilidad del deporte, ¿qué cambiarías? o ¿qué sería lo primero que harías?, se le inquirió.

-¡Híjole! Es que hay muchas cosas que cambiar, pero empezaría con el deporte popular que es el más debilitado en este momento. Sigo con la misma idea de que hay que proponerlo y llevar esto hasta donde se pueda tratar de desligar el deporte de la Secretaría de Educación Pública para crear una Secretaría del Deporte.

"De otra forma sería continuar con los mismos programas que no nos va a llevar a ningún lado. Seguiremos con la misma esperanza de no más de cinco medallas en unos Juegos Olímpicos, y pues (en) un deporte que siempre va a la deriva, porque el popular está por los suelos, y el alto rendimiento es lo único que logra rescatarse un poquito con chispazos, pero no hay continuidad."

-¿Crees que con la llegada de una mujer podría modificarse el sistema deportivo con esta guerra de estructuras entre COM y Conade?

-No pienso que sea una cuestión de género, sino política, porque el sistema así está diseñado y no se puede modificar tan drásticamente al pensar que una sola persona lo puede cambiar. Sin embargo, insisto en que se debe hacer una Secretaría del Deporte para agarrarlo todo completito y poderlo controlar.

"No tanto es el que sea un género (mujer u hombre), porque es la pregunta de la suerte. ¿Es mejor que llegue un deportista? o ¿es mejor que llegue alguien que no sea del deporte?

"Es algo muy complicado sobre todo porque la iniciativa privada ha cambiado su visión en los recientes años con aquellos dirigentes que han sido deportistas, pero es riesgoso también porque si llega alguien que no sabe manejarlo nos vamos a pique.

"Algunos deportistas, que son pocos, tienen patrocinios, y si no los cuidamos se nos van. Por eso hay que buscar la semillita y seguir con el siguiente proyecto, no en este ciclo que ya estamos caminando (hacia Pekín), sino para el 2012, porque para mí el único prospecto que tenemos es (el clavadista) Rommel (Pacheco), de ahí en fuera es incierto."

-México aspira ser sede para Juegos Panamericanos del 2011 y Juegos Olímpicos para el 2016 o 2020...

-Pero cómo podemos aspirar a esto si en casa no está bien la familia. Es incoherente.

-Podrías ser la conciliadora, el enlace de esa familia, se le insistió.

-Bueno, ya me tocaría en un futuro en el Comité Olímpico Internacional (COI) o a través de otro organismo, lo que sea, me encantaría trabajar en esos proyectos, pero no está la situación (del país) para eso. Hay que recordar que jugamos con los años seis (cambios de poderes) y si no se aprovecha quedaría como un pastel mal cortado.

Como aficionada de Pumas de la UNAM y admiradora del técnico Hugo Sánchez, Ana Guevara reprobó la violencia desatada al finalizar el partido tras la derrota de los auriazules contra Aguilas del América, porque "eran actos que hacía tiempo no se veían en el estadio, pero ese juego fue una bombita y fue lo más triste y malo'', pero, de todos modos, adonde vaya a dirigir el Pentapichichi le seguirá siendo fiel.