Novela biográfica de Fritz Glockner sobre el cómico
Tin Tan sigue vigente porque ''nunca se subordinó al poder''
Ampliar la imagen Portada de El barco de la ilusi�libro de Frtiz Glockner publicado por Ediciones B FOTO Cortes�filmoteca de la UNAM Foto: Cortes�filmoteca de la UNAM
Sin más palabras y con algo de espanglish se presenta el personaje central del libro El barco de la ilusión: ''Me llamo Tin Tan o Germán Valdés, carnal. Ando rolando en busca de un chante'', dice el famoso actor-cómico a su carnal Marcelo en uno de los diálogos que recreó el escritor Fritz Glockner en la novela biográfica publicada por Ediciones B.
Sobre La chiva o Topillo Tapas -llamado así Valdés en los albores de su fama- explica el autor poblano: ''Al investigar y escribir sobre la vida de Tin Tan, descubrí que fue un personaje histórico que nunca se subordinó al poder, razón por la cual tiene mayor presencia en el colectivo imaginario del país''.
German Valdés, subraya Glockner, es el eterno rebelde con causa. Y contrasta el trabajo con el llamado mimo de México: ''Cantinflas, a partir de su película 18 o 19, se convierte en el vocero del poder, con un discurso moralino en donde la película siempre debe tener una moraleja muy ramplona, chafa, muy del poder priísta y de la propia industria cinematográfica de la época''.
Al referirse a la vigencia del protagonista de El Ceniciento, El revoltoso y El hijo desobediente, explica que, pese a que se habla de la decadencia artística de Germán Valdés en sus últimos filmes, ''todas sus películas son contestatarias; siempre es un personaje libre que sabe de la vida, es un pícaro que le gusta serlo y si es pobre se regocija de ello y no se martiriza'' por una situación económica precaria.
Al contrario -continúa el autor-, en la elaboración de la novela ''redescubrí algo que se potencializa cuando se entra a la vida de un personaje tan chingón como Tin Tan, quien fue un verdadero actor cómico, icono de la cinematografía nacional, irreverente e insubordinado al poder''.
Esta última razón, agrega, propició que nunca fuese reconocido. ''Y ni falta que le hace. A Germán le quedaría corta una estatua o un premio. El reconocimiento lo tiene de quien todavía ve sus películas o de los chavos que actualmente compran carteles'' con la imagen del célebre pachuco.
Dar juego y hacer equipo
El Rey del Barrio también inducía al trabajo en equipo, lo cual se comprobó en más de 40 películas de las 110 que filmó. ''Para ellas integró un circo. Además del gordo Marcelo tenía a Vitola, la mujer flaca; al enano Tun Tun, al fortachón Wolf Ruvinskis, Frankenstein, Borolas y a su hermano Ramón'', señala Fritz Glockner.
''Todos los personajes encajaban perfectamente con su trabajo, sabían el lenguaje para seguirle el paso'', dice y afirma: ''Su idea era de equipo, dar juego, en contraste con Cantinflas, quien era individualista''.
Y este 2005, prosigue Glockner, además del libro también -a manera de coincidencia- se presentan el documental Ni muy muy ni tan tan, simplemente Tin Tan y el cidí con música de roqueros mexicanos que rinden homenaje al actor fallecido en 1973, al entonar sus canciones.
El barco de la ilusión, presentado en las ferias del libro de Monterrey y Puebla, fue un trabajo de investigación hemerográfica y de campo realizado por Glockner de 1991 a 1997. Y tras algunos años de corrección sale a la luz la vida y obra de Tin Tan, aderazada con elementos literarios que con la ficción realzan la trayectoria del afamado artista.
Los personajes del volumen Adriana y GC -este último homónimo del actor- ''me permitieron hacer disertaciones sociológicas sobre Tin Tan. Son el puente generacional en el que se entrelazan aspectos como el zapatismo en Chiapas, el sida'' y las relaciones interpersonales que son testigo del México de finales de los años 30 hasta el siglo XXI.
El autor, quien de manera simultánea también realizó una novela sobre la guerrilla en México, recurre a ''líneas comunicantes sobre las cuales una novela biográfica no debe abstraerse, como son el ambiente político, cultural e histórico''.
Por ello Glockner deja constancia de los pormenores del cine de la época, los personajes, la familia y todo lo que contextualizó la vida de Germán Valdés, incluyendo el espanglish, característica forma de hablar del actor, quien además cantaba, bailaba y era un mimo nato.
Vestir a lo pachuco, las gesticulaciones, los constantes movimientos, la manera ''de mover el bigote, alzar el cuello y los ojos que bailaban al ritmo de una melodía'' también se plasmaron en El barco de la ilusión, título del primer programa radiofónico de Tin Tan en Ciudad Juárez.
Glockner explica en su texto: ''El 29 de junio de 1973 dejaba de existir Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo, pero heredaba a todo un país a Germán Valdés, conocido por todos como Tin Tan''.
La novela se presentará el 9 de noviembre a las 19 horas en la Cineteca Nacional, con Andrés Bustamante y Manuel Márquez, creador del documental Ni muy muy ni tan tan... y se espera la participación de la actriz Rosita Qu