Estación espacial en disyuntiva
Moscú, 31 de octubre. La Estación Espacial Internacional (EEI) celebrará el miércoles próximo sus primeros cinco años ininterrumpidos en órbita con la disyuntiva sobre su permanencia o su destrucción.
La EEI ha empezado a parecer un dinosaurio para los socios Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón y la Unión Europea, por lo que su existencia está en duda.
Las interrogantes y especulaciones acerca de su futuro no son nuevas, pero están en suspenso, en espera de que la Administración Nacional para la Aeronaútica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos decida continuar las misiones de sus transbordadores.
Ante la imposibilidad de prolongar el servicio de los transbordadores, los socios buscan otras alternativas como resucitar al Buran ruso.
Posibilidades
Además de existir la posibilidad de acelerar el trabajo en el orbitador Clipper o rediseñar los cohetes Ariane de Europa para que se integren a la transportación o abandonar la construcción del proyecto espacial.
En opinión de analistas, el abandono de la EEI es la opción más viable, ya que las discusiones y acuerdos conjuntos sobre las alternativas y costos adicionales entre los socios son consideradas política y económicamente imposibles.
Mientras se define el futuro de la EEI, el astronauta William McArthur y el cosmonauta Valery Tokarev, quienes integran la expedición al espacio número 12, se preparan para celebrar los cinco años continuos de habitantes humanos en el complejo orbital.
Los veteranos astronautas de 54 y 52 años de edad llegaron al espacio a principios de este mes a bordo de la nave rusa Soyuz, en compañía del multimillonario Gregori Olsen, quien se convirtó en el tercer turista espacial de la historia.
Aunque no hay un programa para las celebraciones, es probable que haya un enlace desde el cosmódromo ruso de Kazajstán para que no pase inadvertido el aniversario del complejo espacial.