Grupos políticos vascos piden aclarar el deceso de Kotto
Encuentran muerto en su celda a presunto colaborador de ETA
Madrid, 31 de octubre. José Angel Alzuguren Perurena, ciudadano vasco que cumplía una condena por supuesta colaboración con el grupo armado vasco ETA, fue encontrado muerto hoy en su celda de la cárcel de Soria, adonde fue trasladado la semana pasada para terminar de cumplir su pena tras pasar diez meses en régimen de prisión provisional.
Alzuguren, conocido por el alias de Kotto, se habría ahorcado con unas sábanas que sujetó a las tuberías de la calefacción de la prisión, informaron fuentes "anónimas" del Ministerio del Interior español.
La cárcel de Soria se despertó hoy con la noticia de que tanto Alzuguren, de 39 años, como un preso común, de 71 años, se habían "suicidado" durante la madrugada, ambos con idéntico sistema, a pesar de que no existía ningún vínculo ni relación entre ambos. Alzuguren, que fungió en dos ocasiones como concejal de la proscrita coalición Herri Batasuna, fue detenido por primera vez hace cuatro años y medio, en un operación llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional española contra el supuesto aparato de mugas de ETA, es decir, los responsables de facilitar el paso de fronteras de los distintos miembros de los comandos.
Tras estar recluido cuatro años en la cárcel de Navalcarnero, en Madrid, fue puesto en libertad provisional en enero pasado. Sin embargo, el pasado 22 de octubre fue detenido sin previo aviso en Pamplona, donde tras pasar unos días en la comisaría de la ciudad fue trasladado a la prisión de Soria, con el supuesto objetivo de que ahí terminara de cumplir el resto de su condena, algo menos de tres años.
La cárcel y las supuestas torturas que Alzuguren denunció tras ser detenido y puesto a disposición judicial, le habrían afectado la estabilidad emocional, por lo que era sometido a un tratamiento sicológico y consumía ansiolíticos. Alzuguren es el octavo miembro y colaborador de ETA que muere en condiciones similares.
El cuerpo fue trasladado a un hospital madrileño para hacerle la autopsia, según información de la subdelegación del gobierno.
Alzuguren negó en todo momento cualquier vinculación con ETA, una relación que incluso la propia Sala de lo Penal admitió que no se podía sustentar en ninguna prueba fiable, sin embargo recibió una condena de siete años de cárcel, apenas un año menos de lo que había solicitado el fiscal.
En la sentencia se sostenía: "realizaron labores en favor de la banda terrorista en un número de ocasiones entre tres y seis, sin que se haya articulado prueba que permita a la Sala afirmar que existía una dependencia orgánica de la banda, sino una disponibilidad más o menos plena que se dilata en el tiempo (seis veces en cinco años en el supuesto más desfavorable)".
La preocupación y el malestar por la circunstancias del supuesto suicidio de Alzuguren fue objeto de interés de diversas formaciones políticas en el País Vasco. El vocero Iñigo Urkullo, del Partido Nacionalista Vasco, en el gobierno regional, solicitó al Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero "se aclaren en todos sus términos estas muertes". El dirigente nacionalista insistió en la necesidad de llevar a cabo una política penitenciaria que tenga como prioridad la reinserción del preso y no la represión.