Hay riesgos infundados de que amenazaría integridades territoriales: Stavenhagen
Sigue sin prosperar la declaración universal de los derechos indígenas
Pese a que es indispensable contar con una declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas, pues serviría de referente para reformar las legislaciones y adecuar las instituciones en los países que cuentan con dichas comunidades, a casi diez años de discusiones sobre el tema "sigue infelizmente atorado en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU)", lamentó Rodolfo Stavenhagen, relator especial para los Derechos y Libertades Fundamentales de los Pueblos Indígenas de dicha instancia internacional.
Al ofrecer la conferencia magistral Los pueblos indígenas y los derechos humanos, la agenda pendiente, durante la realización del 20 Curso Interdisciplinario de Derechos Humanos, Stavenhagen resaltó que México ha pugnado por que pronto se tenga este instrumento internacional. Dijo que por ello encabezó una reunión internacional en septiembre pasado en Pátzcuaro, Michoacán, para "desbloquear la discusión" y preparar un terreno más propicio para la reunión de trabajo de diciembre.
Sobre esto último confió en que en dicha junta se den pasos importante para contar con la declaración en 2006. "Ojalá en esta reunión prevalezca lo que hemos llamado el espíritu de Pátzcuaro", comentó Stavenhagen, quien criticó que en muchos países aún no se hagan modificaciones para mejorar y respetar los derechos de los pueblos originarios y que en otros, "como México -en 2001-, se hayan hecho mal".
En cuanto a la situación de los derechos de los pueblos indígenas en el país -a poco más de dos años de la visita que realizó a México, producto de la cual elaboró un informe con 42 recomendaciones al gobierno-, el relator refirió que sólo ha habido "avances en algunos campos", pero se mantiene como gran pendiente la mejora de los servicios básicos para este sector; atribuyó esta situación "al presupuesto y al tiempo insuficientes".
En entrevista, se negó a ahondar sobre los pendientes hacia ese sector de la población, porque -dijo- actualmente se está aplicando un instrumento de "evaluación y de seguimiento de las recomendaciones" de la ONU, del cual en breve se darán los resultados.
Stavenhagen explicó que la renuencia de muchos países a contar con la declaración radica principalmente en lo que estipula el artículo tercero de esta propuesta, que se refiere a la libre determinación de los pueblos indígenas, pues según los inconformes establecerlo "abriría una caja de Pandora, ya que se pondrían en entredicho, pero sobre todo en riesgo algunos principios básicos la integridad territorial".
Se plantea que en virtud de la libre determinación algunas comunidades quieran independizarse de la nación de la que forman parte, lo cual para el relator es sólo una "declaración retórica sin fundamento, ya que en la práctica ninguno de los pueblos indios reclama ese derecho con esa finalidad ni se ha dado en la práctica ningún caso de este corte".
Asimismo señaló que contar con la declaración también sentaría bases respecto a la propiedad intelectual de los conocimientos de estos grupos, ya que actualmente muchas farmacéuticas intentan adueñarse de los saberes medicinales ancestrales de los indígenas, y también daría lineamientos sobre el control y la explotación de los recursos naturales, los cuales también han sido arrebatados a esos pueblos.