El dominio de esa moneda se observa en turismo y bienes raíces, advierte analista
Avanza la dolarización de la economía mexicana
Desde la renta o compra de un departamento o casa en Polanco o Santa Fe en la ciudad de México, la "dolarización en la economía nacional es una realidad todos los días", aseguró Claudia Luna Palencia, autora del libro La órbita del dólar.
Operaciones tan sencillas como pagar el hospedaje en un hotel, adquirir un seguro o abrir una cuenta de ahorro actualmente son realizadas en dólares, "lo que significa un avance silencioso de esta moneda en las operaciones en las que debería ser utilizado el peso preferentemente", afirmó la economista y catedrática al hablar de la situación por la que atraviesa la relación peso-dólar en México.
En entrevista para La Jornada, Luna Palencia dijo que observa ventajas en el proceso de dolarización, aunque aclaró que no es "una defensora del dólar estadunidense"; por ejemplo, "Estados Unidos representa 90 por ciento de nuestro mercado y existe una sincronización en distintos sectores de la industria, como la manufacturera y la automotriz, en las que la posibilidad de una moneda única aceleraría la competitividad frente a países que avanzan a grandes pasos como China".
El cambio de moneda traería consigo el nacimiento de un lenguaje común en lo contable y lo financiero, además de que se eliminaría la incertidumbre cambiaria en momentos como el que se vive actualmente en México, donde el periodo electoral de 2006 altera el flujo de las inversiones.
Las desventajas de la dolarización "terminarían absolutamente con las atribuciones del Banco de México (BdeM), sometiéndose a las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos, se tendría que mantener por medio del mercado externo y con divisas de inversión extranjera directa, del turismo o de otras fuentes, y por su puesto, estaríamos aún más vulnerables a las altas y bajas de la economía estadunidense", refirió Luna.
La autora describe el proceso de dolarización por el que ha atravesado el país desde los años 70 hasta hoy. En 1976 el promedio de injerencia de la moneda estadunidense en la economía nacional era de 6.6 por ciento, para 1980 alcanzó 11.2 por ciento y para 200 fue de 27 por ciento, lo cual consideró podría llevar a México a una situación similar a la de Honduras, donde ya rebasó 30 por ciento, bastante alto de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en esta materia.