Deben fijar su postura ante el aborto y la eutanasia
Rivera exige a candidatos aclarar posiciones morales
Desde la Fe califica de ''jacobinos del siglo XIX'' a quienes censuraron los llamados del cardenal a la desobediencia civil
Ampliar la imagen El arzobispo Norberto Rivera se congratul� que se discuta en los medios de comunicaci�l tema de la eutanasia. "Ojal�ue la gente sepa que no es un bien morir", expres�TO Bernardo Moncada /Notimex Foto: Bernardo Moncada /Notimex
El cardenal Norberto Rivera Carrera reivindicó el derecho de los católicos a conocer de quienes aspiran a gobernar el país sus posturas en materia de aborto, eutanasia y homosexualidad, entre otros temas que, de acuerdo con la Iglesia, son contrarios a los ordenamientos morales cristianos.
La ciudadanía, dijo el arzobispo primado de México, ''tiene derecho" a conocer el pensamiento de los aspirantes los criterios con los cuales "van a gobernar, y qué mejor que desde ahora nos digan sus proyectos''.
En tanto, en el periódico Desde la Fe, la curia metropolitana calificó de "anquilosados en el jacobinismo del siglo XIX, incapaces de evolucionar hacia el siglo XXI", a quienes cuestionaron al purpurado por sus declaraciones de la semana pasada, cuando convocó a la desobediencia civil si una autoridad viola los derechos fundamentales.
La publicación defendió con un artículo del sacerdote Sergio Román la libertad de los ministros de culto para expresarse en esta materia, porque, en caso contrario, "estaríamos hablando de discriminación religiosa".
El catecismo de la institución católica enseña abierta y claramente que "el ciudadano tiene la obligación en conciencia de no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando son contrarias a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio", expone el semanario.
Al término de su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el cardenal Rivera Carrera, antes de responder sobre el respaldo que le brindó el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, por esas declaraciones, interrogó al grupo de periodistas que lo rodeaban: "yo les respondo esto si me contestan una pregunta: ¿hablé yo, siquiera pronuncié la palabra eutanasia el domingo pasado?" Tras escuchar de algunos reporteros ''no'', agradeció las interpretaciones, porque "así este tema se está discutiendo".
La gente empieza a saber lo que es la eutanasia, abundó, "de otra manera los mataviejitos y mataviejitas ya estarían con licencia para matar. Gracias a ustedes, este tema se está discutiendo, y ojalá que la gente sepa que la eutanasia no es un bien morir", reiteró. ''No es simplemente asistirlos a la muerte, sino que tiene otras consecuencias más graves'', añadió.
Por eso, el purpurado consideró que la ciudadanía ''tiene derecho'' a saber el pensamiento de quienes pretenden dirigir el país. "No vaya a ser que lleguen diciendo que piensan de un modo y actúan de otro'', expresó.
Desde la Fe, por su parte, rechazó en su editorial que el cristianismo sea una ''propuesta de anarquía política o de desorden social'', y subrayó que la Iglesia, dondequiera que se encuentra, sabe reconocer gobiernos, representantes y normas en sus distintas expresiones históricas y culturales, pero -planteó- se fija un límite cuando "las autoridades, las instituciones o las leyes son injustas en sí mismas para actuar en contra del bien común y destruir la dignidad de la persona, pervirtiendo con ello su razón de ser".
No obstante, expuso que el llamado del arzobispo de México respecto de negarse a obedecer a la autoridad cuando ésta se opone abiertamente a los derechos fundamentales, ''no es una llamada a la insurrección, sino una propuesta de sensatez y racionalidad que puede ser plenamente comprendida por las propias autoridades civiles honestas y democráticas".
La publicación considera a los que critican al religioso como ''políticos con peligrosas inclinaciones al autoritarismo'', y afirma, "tiene toda su razón de ser la participación de la Iglesia, ante la propuesta de leyes que van contra la vida y la dignidad de la persona, llámese aborto, eutanasia, clonación o cualquier otro abuso inhumano".