La sonda será lanzada desde Rusia el 26 de octubre; tardará 6 meses en llegar a su destino
Buscarán europeos en Venus claves sobre el efecto invernadero
Se espera demostrar de qué manera la exploración del sistema solar tiene efecto real en la vida cotidiana
También se intenta descubrir si existe actividad volcánica y en qué medida
La primera misión europea al planeta Venus arrojará nueva luz sobre el efecto invernadero aquí en la Tierra, señalaron científicos. El lanzamiento de la nave Expreso a Venus está programado para la próxima semana, y uno de sus primeros objetivos es entender la naturaleza del intenso efecto invernadero que calienta ese planeta.
Los científicos participantes en esa misión, cuyo costo ascenderá a 245 millones de dólares, indicaron que estudiar el ambiente extremoso de Venus ayudará a los investigadores del clima a predecir con mayor precisión el calentamiento global causado por cambios en nuestra atmósfera.
"Como la Tierra se vuelve mucho más caliente y contaminada, nuestro planeta hermano Venus tiene mucho que ofrecernos en términos de entender nuestro propio clima", comentó el profesor Keith Manson, jefe del Consejo de Investigación de Física de Partículas y Astronomía.
"Los datos científicos que se tiene programado recibir el año próximo tendrán gran impacto en la forma en que hacemos frente a las condiciones en la Tierra, lo cual demostrará de qué manera la exploración del sistema solar tiene efecto real en nuestra vida cotidiana", expresó Mason.
Es uno de los cuerpos menos entendidos
Venus, segundo planeta en distancia del Sol y el vecino más cercano de la Tierra, es uno de los cuerpos menos entendidos del sistema solar, sobre todo porque está rodeado de densas e impenetrables nubes de ácido sulfúrico.
Venus se formó en el mismo momento que la Tierra y con el mismo material. También es más o menos igual en tamaño, masa y densidad, por lo cual los astrónomos lo han llamado gemelo de la Tierra. Sin embargo, a diferencia de ésta, es un lugar de calor quemante, con temperaturas medias de unos 464 grados centígrados, unos 400 grados más de lo que deberían, a causa de un intenso efecto invernadero que atrapa la energía solar antes de que pueda ser reflejada por la superficie del planeta hacia el espacio.
El profesor Fred Taylor, de la Universidad de Oxford, quien propuso la misión a Venus, explicó que ese planeta ha sido objeto de fascinación y de mitología a lo largo de milenios. "El género humano ha estudiado a Venus desde el principio de los tiempos porque es con mucho el objeto más luminoso del cielo", aseveró.
Diferencias
Sin embargo, pese a los muchos motivos que inducen a considerarlo gemelo de la Tierra, los científicos no están seguros todavía de las razones por las cuales ambos planetas son tan diferentes en sus efectos de invernadero. Una razón podría ser la atmósfera venusina, extremadamente densa -con una presión 90 veces mayor que la nuestra-; otra podría tener relación con sus volcanes, que son grandes y numerosos.
"Hay un montón de sutilezas del efecto invernadero en Venus que aún no entendemos", expuso el doctor Taylor.
Otra pregunta que la sonda Expreso a Venus podría contestar es si los muchos volcanes venusinos aún están activos. "No sólo queremos saber si hay vulcanismo activo, sino en qué medida", precisó Taylor.
La sonda, que será lanzada del cosmódromo ruso de Baikonaur el 26 de octubre, tardará casi seis meses en recorrer los 42 millones de kilómetros hacia su destino final.
El profesor David Southwood, director de ciencia en la Agencia Espacial Europea, informó que la sonda está basada en las misiones anteriores Expreso a Marte y Roseta, y su construcción tardó tres años bajo un austero presupuesto. "Es una de las misiones menos caras que ha realizado la agencia, pero aun así es una joya en la corona", manifestó Southwood.
A bordo de la nave hay instrumentos británicos diseñados para explorar la atmósfera exterior venusina, que se degrada constantemente por el viento solar, el cual sopla a 1.6 millones de kilómetros por hora, indicó Andrew Coates, científico planetario del Colegio Universitario de Londres.
"Venus se ha desarrollado en forma muy diferente a la Tierra y en muchos aspectos puede considerarse un hermano maligno de nuestro planeta", afirmó Coates.
A diferencia de la Tierra, protegida con su propio campo magnético, Venus no cuenta con una magnetosfera que actúe como escudo contra el viento solar, y por eso su atmósfera se degrada constantemente, explicó.
"Vamos a mirar el escape de material desde la punta de la atmósfera de Venus", anunció el doctor Coates.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya