Usted está aquí: miércoles 19 de octubre de 2005 Economía DINERO

DINERO

Enrique Galván Ochoa

Alí Babá... y un montón más

Transparencia reprueba otra vez al gobierno mexicano

Delphi

Los privilegios

DESPUES DEL TOALLAGATE, de los Amigos de Fox, del Pemexgate, del Vamos México, del Fobaproa (antes y después de los hermanitos Bribiesca), del bejaranazo, de los permisos para los desplumaderos que otorgó El Señor de las Apuestas, no es de sorprender que el gobierno mexicano sea visto como una versión moderna de Alí Babá, sólo que con un poco más de sus famosos 40 acompañantes. Transparencia Internacional dio a conocer ayer las calificaciones que en materia de corrupción obtuvieron 158 países del orbe. No pasó el nuestro ni de panzazo. Lo más triste del caso es que no ha aprobado en ninguno de los felices (¡gulp!) años del actual sexenio. Según Transparencia, el gobierno menos corrupto del planeta es el de Islandia, con calificación de 9.7; el más corrupto es el de Chad, que sacó 1.7.

De mal en peor

En su primer año (2001), cuando Francisco Barrio Terrazas todavía era secretario de Contraloría, hoy Secretaría de la Función Pública, el gobierno foxista alcanzó una mejoría de una décima de punto. A partir de 2002 empezó a darle vuelo a la hilacha y ha caído dos décimas.

Delphi

No es sólo un lenguaje de programación, también es el nombre de una de las grandes fábricas de autopartes, con importante presencia en México. Hace unos días estuvimos comentando que la compañía recurrió al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, esquema que le da un respiro mientras se restructura. Hay inquietud entre sus trabajadores mexicanos. Bien. Delphi México informa que las subsidiarias fuera de Estados Unidos no están incluidas en el problema. El director mundial, Robert S. Miller, anuncia que sus operaciones seguirán sin interrupción.

Tarjetazos

Los bancos comienzan a pasar aceite para cobrar las tarjetas de crédito. De ningún modo es una justificación, pero no puede negarse que en México se cobran los intereses, cargos y recargos más altos del sistema planetario. Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, ya arrastran una cartera vencida de 26 mil millones de pesos. Mucho ojo.

e@Vox Populi

ASUNTO: LOS PRIVILEGIOS

Buen día: con respecto al comentario del doctor Gonzalo David Hernández Mújica: ''si un joven entra a trabajar al IMSS a los 18 años, como auxiliar de intendencia, tendrá que trabajar 42 años para tener derecho a una pensión''. ¿Qué opina el doctor del caso de una mujer profesionista, egresada del IPN, con maestría, que trabaja en la iniciativa privada por honorarios, sin ningún tipo de prestación y ni siquiera soñar con pensión alguna? ¿Por qué insistir en que haya algunos mexicanos con más privilegios laborales que otros? ¿Por qué pretender seguir con los privilegios dados a los sindicatos por su cuota de votos?

Ing. Laura Olivia Solís/DF

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A propósito de la queja del doctor Hernández Mújica, médico del Instituto Mexicano del Seguro Social, creo que todos los que no hicimos carrera formal -la inmensa mayoría de los mexicanos- trabajamos desde los 18 o antes, y después de 42 años de friega seguimos trabajando, sin más pensión que la de derechohabientes del IMSS o del ISSSTE (de mil 480 a 2 mil pesos mensuales), por lo que es preciso seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, si la salud lo permite, para no morir de hambre o depender de algún familiar. Jubilarse antes de los 60 y con el sueldo completito sólo pueden hacerlo burócratas privilegiados por la demagogia del PRI gobierno. La edad de jubilación debía estar por encima de los 60 años, etapa en la que seguimos perfectamente capacitados para trabajar. Si se ha de hacer justicia que sea pareja y empiece desde arriba, pero no por estar abajo es justo vivir a costa de las instituciones y todavía quejarse de tener que trabajar, ¡pobrecitos!, a los 40 o 50 años.

Laura Bolaños/DF

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En su columna Dinero de este martes veo un correo que le envió el doctor Gonzalo David Hernández Mújica, delegado al congreso nacional del IMSS, en que comenta lo siguiente: ''si un joven entra a trabajar a los 18 años, como auxiliar de intendencia, tendrá que trabajar 42 años para tener derecho a una pensión''. Es evidente que a los privilegiados del IMSS les molesta que se les pida que renuncien a una pequeñísima parte de sus prestaciones, las cuales son un ''logro sindical''. Pero no toman en cuenta -es decir, les vale- que la inmensa mayoría de los mexicanos que trabajamos más tiempo que ellos, cuando nos retiramos lo hacemos con una mísera pensión de hambre y recibimos una atención de la patada en las clínicas del IMSS.

Jesús Luna Camarena

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R: Queridas Lauritas y Jesús: tienen razón. Es que hay distintos tipos de pensionados en México: primero, la clase vip, la que viaja en jet privado, compuesta por banqueros y políticos del Fobaproa; el resto del siglo estaremos subsidiándolos con más de un millón de millones de pesos. Enseguida, la clase premier, la de los ex presidentes de la República. Luego tenemos la clase ejecutiva, estilo José Angel Gurría Treviño, quien se jubiló siendo un chamacón de menos de 40 años, con el sueldo completo que le corresponde a un director de Nafin (más de 50 mil pesos mensuales). Atrás viene la numerosa clase turista: los jubilados del IMSS, de Pemex, del ISSSTE. Finalmente estamos nosotros, los que trabajamos en empresas del sector privado, a quienes las Afore nos darán un cuerno (no precisamente de la abundancia) cuando nos retiremos. Lo que se requiere es un empareje. Bastaría con recortarles el dinero a los pensionados de las clases vip, premier y ejecutiva, para que nos dieran una pensión decente a los que vamos colgados del tren de aterrizaje.

[email protected] y Foro:http://www.dinero.tv

 
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