JAZZ
Mark Aanderud
Ampliar la imagen El jazzista
AL FIN. DESPUES de un impresionante peregrinar por diferentes proyectos, el joven maestro Mark Aanderud (México, DF, 1976) presentó Introducing, su primer disco solista, el sábado pasado en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Esto, en el contexto del ciclo Celebración Jazz INBA 2005.
CON 29 AÑOS de edad y 11 de caminata profesional (tres de ellos radicado en la República Checa), Aanderud ha navegado y disfrutado de todas las vertientes y esteros que se desprenden de la síncopa, pero su decir cotidiano, el más personal, siempre nos ha remitido a ese exquisito empalme en el que la música clásica entreteje contubernios con el jazz.
Y ES ESTO precisamente lo que el pianista nos entrega en Introducing. En el terreno de la composición (los ocho temas son de Mark) hay amplios pasajes donde el bop, el cool y el avantgard se dejan ver con claridad (incluidos minúsculos suspiros de new age), pero los impulsos del clasicismo no dejan de saltar de un lado a otro, la voz de la academia es constante, el equilibrio surge natural y te lleva de la mano.
EN CUANTO A la instrumentación, cual debe de jazz, hay un universo paralelo que se encarga de extender los conceptos del compositor con largas y complejas improvisaciones. Y no podía ser para menos, si el sexteto está integrado por Agustín Bernal en el contrabajo, Alex Kautz en la batería, Otis Ganceda en sax tenor, Rey David Alejandre en el trombón y el sórdido y brillante sonar de callejón de Thad Wilson en la trompeta.
Por cierto que Thad no pudo estar en el concierto de Bellas Artes, pues un contratiempo de última hora lo ancló en Washington. En su lugar apareció Diego Maroto, con quien Aanderud ha mantenido estupendo diálogo musical desde que este último interviniera en Mundo paralelo, el álbum solista de Maroto.
EL SEXTETO LLEGO calientito y encarrilado a la Ponce, pues el jueves 13 se presentó en el Teatro del Estado, en Jalapa, el viernes la propuesta íntegra pasó al bar Zinco, en el Centro Histórico del Distrito Federal y el sábado después de Bellas Artes regresó al Zinco para dobletear el día. Evidentemente, algo debe estar compactando.
MARK AANDERUD DEBUTO discográficamente con el álbum Trío (Ars Fluentis, 2000), al lado del contrabajista Arturo Luna y el baterista Armando Cruz. Continúa con Trío 02 (Arta Records, 2001), al lado de Vitek Svec y Pavel Razim. En ese mismo 2001 fue incluido en el disco recopilatorio The best of jazz in Prague. Un año después apareció Common differences (Agave, 2002), una obra maestra con Agustín Bernal al contrabajo y Gabriel Puentes en la batería.
EL MAESTRO HA colaborado además con gente como Magos Herrera, Géraldine Célérier, Diego Maroto, Cristóbal López, Rodrigo Castelán, Ignacio Berroa, la Orquesta Pérez Prado, Tritonía y otros etcéteras que no son alcanzados por la memoria. Hoy se encuentra en el mejor de sus momentos, con una madurez manifiesta, desafiante y sabrosa.
SU PIANO Y sus composiciones ratifican (como si fuera necesario) la estatura que lo ha llevado a convertirse en una de las más sólidas realidades del nuevo jazz mexicano, pero al mismo tiempo, y esto no deja de ser sorprendente y sintomático, está abriendo brecha entre los públicos que no estaban habituados al jazz y que, al escucharlo, se dan cuenta de que esta música no tiene nada que ver con elitismos o exquisiteces de aparador, que todo lo que pide es ser escuchada con un poco de atención y un mucho de corazón. Salud.