PEPENADORES El planeta de los náufragos El fotógrafo sueco Johan Sundgren convivió durante un tiempo con pepenadores de Cuernavaca, Morelos, y de dicha experiencia extrajo un poderoso registro de las familias que sobreviven de recoger y aprovechar el último eslabón de la cadena consumista en la sociedad moderna. Las imágenes formaron parte de la exposición "Una mirada a la basura", presentada en el Museo de Culturas Populares de la ciudad de México en 2003, y nos mueven a pensar en la destructiva e imparable "cultura" del desperdicio. Al presentar este importante documento visual, Stefan Jonsson describe los extremos: "En Estados Unidos, el ciudadano promedio genera un kilo y medio de basura; en comparación, el africano se deshace de poco más de cien gramos diarios de desperdicio, de los cuales la mayor parte es biodegradable. "Detrás del aumento de la basura sin control en las metrópolis del tercer mundo existe un paradigma del desarrollo que obliga a la gente a dejar su vida rural para buscar un futuro en la ciudad. El desempleo y la discriminación fuerzan a mucha gente hasta el fondo del ambiente urbano. Así, la enorme ciudad no solamente tira toneladas de basura sino también cientos de miles de vidas humanas. En África, Asia o América Latina, la ciudad perdida es vecina del basurero". El especialista Serge Latouche habla del planeta de los náufragos, una población de desempleados, jornaleros, indigentes, empleados domésticos, inmigrantes, bandas juveniles, limpiapisos, pequeños comerciantes, trabajadores por temporada, boleros, músicos callejeros, drogadictos, gente que junta la basura y criminales: vidas que han naufragado entre la tradición y la modernidad. Su miseria comprueba que la idea misma de desarrollo ha naufragado. De acuerdo con Jonsson, la condición de bienestar,
que durante los últimos cien años fue presentada como lo
ideal para la humanidad, implica un consumo de recursos tan inmenso que
únicamente podría volverse realidad para una minoría.
Citando a Latouche, afirma que los asentamientos en los tiraderos de basura
son un símbolo de la vida que nos espera.
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