La soprano ofreció 78 minutos de concierto, con dos intermedios
Con gritos de ''¡fraude, fraude!'', despiden a Filippa Giordano en el Metropólitan
La italiana continúa su gira por México el próximo martes, en Morelia
Ampliar la imagen Pese a derrochar sensualidad en el escenario, Filippa Giordano decepcion� respetable
Un coro espontáneo de asistentes al concierto de la italiana Filippa Giordiano, realizado el pasado viernes en el teatro Metropólitan, protestó por el espectáculo al grito de "¡fraude, fraude, fraude!", luego de la presentación de la llamada "mejor soprano del mundo", quien distribuyó 14 piezas en una hora 18 minutos, pero sin fluidez; es decir, el recital fue entrecortado, sin continuidad.
El Metropólitan estaba lleno, hasta el tope, y gran parte del público, que llegó con una gran expectativa, tuvo que estacionar su automóvil a varias cuadras de distancia, pues los estacionamientos más cercanos estaban llenos. Los apuros para llegar a tiempo fructificaron y hasta les dio tiempo para tomar un café o alguna otra bebida.
Afuera, alrededor de las nueve de la noche, personas en una larga fila compraban sus boletos y la reventa se hizo presente. A las 21:10 se escucharon palmas para llamar al escenario a Filippa. Por fin, a las 21:25 se escuchó "¡tercera llamada!"
El primer intermedio
Se corrió el telón y la Orquesta Ensamble del Centro Histórico de la Ciudad de México, bajo la batuta de Guillermo López Mena, tocó una introducción que mereció aplausos. Todo iba normal. Una luz se proyectó sobre la figura de Filippa, quien lucía una vestimenta blanca con destellos iridiscentes. "O sole mío...", pero en una frase la voz no llegó a soltarse. Filippa se llevaba la mano izquierda a la altura de la oreja, en una pose que denotó que "algo pasa".
"Estoy muy contenta de estar aquí de nuevo", dijo la esbelta mujer nacida en Palermo un Día del Amor, un 14 de febrero. Antes, acotó que le gusta México y su tequila, "pero no bebo alcohol".
El piano, con tan sólo algunos acordes, presagió un gran tema: el Ave María, de Schubert, que tuvo toques de pop. Nada que ver con la versión de Sara Brightman. Por momentos, Filippa únicamente musitó. En ese momento, el Metropólitan se rindó a Giordiano y el foro no era una catedral, pero sí un espacio de remanso.
La Marsellesa y su letra que anhela esperanza. Todo iba bien, pero entonces Filippa abandonó el escenario. Corrió a la derecha. Desconcierto. La orquesta ejecuta un pasaje. Acaba. Una voz en off anuncia un intermedio "de..."¿? "...15 minutos".
Algunos asistentes especulan. Que puede ser la altura de la ciudad de México, que fue a ponerse oxígeno. Además, que si los coros que respaldan a Filippa son de una pista. "Deben estar detrás; aquí no hay play-back". Hasta ese momento sólo se habían escuchado ocho piezas.
La segunda pausa
Regresó a las 10:10, con un vestido amarillo. Sentada en una silla se puso sensual. Estiró las piernas; se levantó el vestido para dejar ver sus torneadas pantorrillas. "Ya ahora es para mí", dijo en español. Urgió a López Mena a que comenzara a tocar: "¡Maestro!". "Me encanta México, me encanta la comida. ¿Lo están disfrutando? Yo sí. Interpretó algunos pasajes de Carmen, de Bizet, en francés, por supuesto.
"Y ahora una sorpresa... ¡vengan, mis amigos!". Entró un mariachi. Perdonen mis mistakes. Tú me ayudas, ¿ok?". Y se arrancó con Si nos dejan, la híper romántica de José Alfredo Jiménez. La soprano no cantó mal las rancheras. Bailó con la coquetería de quien se sabe no bonita, sino guapa. Repartió besos a diestra y siniestra. Acabada la clásica de José Alfredo, Filippa volvió a correr. Se iba otra vez. El público se volvió a desconcertar. El mariachi se arrancó con un popurrí medio clásico, medio popular. Un pasaje fue el del Himno a la alegría. Se fue el mariachi y se cerró el telón. De nuevo los gritos de "¡fraude!". A las 10:34 el público se desesperó. Regresó Filippa con otros pasajes de Bizet. Sólo cuatro minutos más.
Se despidió a las 22:38. "¡Fraude!" "Gracias, es molto especiale. La mia mama está aquí. Muchas gracias por esta noche conmigo. Te amo mucho". Se fue. El público pidió otra. Regresó la italiana bella y dijo que iba a cantar La habanera. "Ciertamente estoy aquí". La habanera hizo su impacto y muchos se dieron por complacidos con esa pieza de Carmen. Las palmas se unieron a esa versión de pop y rock. A las 10:43: "¡Gracias!". Filippa se fue repartiendo besos a diestra y siniestra.
"¿¡Cómo!? Apenas va una hora, y con 15 minutos de intermedio."
Al final, ante los hechos consumados, la intérprete de Il rosso amore quedaba en deuda con ese público que atiborró el Metropólitan.
La gira seguirá así: 18 de octubre, Morelia; 19, León; 20, Torreón; 21, Monterrey; 25, Pachuca; 26, Querétaro, y 28 de octubre, Guadalajara.