Talleres infantiles benefician a hijos de manifestantes
Gran librería al aire libre se cierra hoy en el Zócalo
Ampliar la imagen Cumplen j�es su cita con los libros FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�
El Zócalo capitalino ha sido lugar de encuentro y plataforma de expresión. Es ahí donde se mide la temperatura social de la urbe, donde se rechazan o apoyan las acciones de gobierno, donde se pasea la riqueza, la pobreza, la delincuencia y la contaminación, pero también donde los habitantes abandonan la oscuridad de la indiferencia para convertirse en candil cuando la situación lo requiere y así alumbrar la solidaridad, la organización, la fiesta y la tolerancia.
En el ombligo de la ciudad de México, ombligo del país y ombligo de la luna está la plaza mayor, donde se concentra el poder, la religión, la ley y el comercio legal y ambulante. El Zócalo tiene la capacidad de trasformarse. Puede ser salón de baile, tianguis, espacio para desfiles, carpa o sala de conciertos, de conferencias o de cine. Ha sido galería, tablero de ajedrez, foro teatral y, por supuesto, igual se transforma en enorme librería al aire libre.
Con esas palabras la quinta Feria del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México da la bienvenida al visitante al encuentro, que este año -de acuerdo con la mayoría de los encargados de los sellos y pabellones ahí reunidos- las lluvias han provocado que baje la asistencia, aunque, como siempre, se espera que aumente el fin de semana.
Esta enorme librería se convierte en pequeña ciudad, con sus avenidas y calles con nombres de escritores. Anfitriona de otras dos distinguidas ciudades: Zacatecas y Buenos Aires. Aquí, hasta este domingo, además de poder conocer la producción editorial de esas evocadoras ciudades, se puede asistir a diversas actividades: conferencias, mesas redondas, presentaciones de libros, lecturas de poesía y cuento, espectáculos artísticos y talleres, actividades que según datos oficiales serán 517, de las cuales 260 destinadas a los pequeños.
Cada carpa, bajo sus techo reúne diversos sellos editoriales, de entre los cuales en un azaroso sondeo los encargados de ventas concidieron en comentar que "aún es pronto para tener un balance del monto y tipos de libros que más se han vendido". Sin embargo, autores como José Saramago y Gabriel García Márquez y libros infantiles son los más solicitados.
Al caminar por estas callecitas también aquí uno se encuentra con un centro de acopio de víveres para los damnificados de Chiapas, Veracruz y Oaxaca, por el huracán Stan.
Además de los espacios destinados a las distintas actividades, tres son las carpas que llaman la atención. Una, junto al asta bandera, denominada El Octagonal, en cuyo centro se proyecta un video sobre la historia nacional y se imparte un taller sobre encuadernación, carpa cuyos muros estampados con fotografías ofrece al visitante (con o sin guía) una visión de los distintos barrios de la ciudad.
Otra es la carpa de los editores alternativos, en la que, aunque los pabellones son más pequeños, se puede encontrar una oferta de revistas y libros que pueden interesar a las diversas tribus culturales urbanas de jóvenes.
Una tercera, quizá la más dinámica y colorida, es el pabellón infantil, en el que se atiende por la mañana y por la tarde a 30 pequeños en cada uno de los cinco talleres que ahí se ofrecen, es decir, unos 300 niños por día.
Dato imprevisto es que hasta esta carpa infantil todas las mañanas llegan los niños de los campamentos y plantones políticos asentados alrededor de la Feria del Libro.
Son -comenta José Luis Galicia, coordinador de ese espacio- "como 50 chavitos, en su mayoría de Oaxaca que llegan a tomar los talleres, a los que se suman otros 30 de los puestos ambulantes que están alrededor del Zócalo".