Resolución del sínodo reunido en la sede vaticana
Niega la Iglesia comunión a casados en segundas nupcias
El Vaticano no autorizará la comunión a católicos divorciados que vuelven a contraer matrimonio civil, pues "una cosa es tener compasión de ellos porque sufren y algo distinto es que puedan encontrar otro marido u otra mujer y vivir juntos", aseguró en Roma el cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos.
Por su parte, el arzobispo de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, recurrió a la máxima católica de que "lo que Dios une el hombre no lo puede deshacer" para resumir los argumentos expuestos en la asamblea de obispos, que desde el pasado 3 de octubre se realiza en la sede vaticana.
Ante periodistas que lo cuestionaron al respecto, el cardenal Arinze aclaró -según la agencia católica Zenit- que la prohibición no fue inventada por la Iglesia, sino que obedece a la ley de Dios. "Si dos personas se han casado y ese matrimonio es válido ante Dios y ante la Iglesia, aunque haya fracasado no tenemos el poder de deshacerlo. ¿Qué hacer? Son miembros de la Iglesia, pero en ese estado no pueden, ateniéndose a la verdad de vida, acceder a la comunión", insistió.
Por su parte, el secretario de Estado vaticano, el cardenal Angelo Sonado, expuso que varios obispos subrayaron "la importancia de tener una atenta pastoral de comunión" con los divorciados. Apuntó que dos prelados pidieron explorar "caminos de misericordia, y alguno invitó a promover enérgicamente la dimensión pastoral de los tribunales eclesiásticos, con posibles simplificaciones de funciones y procedimientos, favoreciendo su creación allí donde no existen".
En rueda de prensa, el cardenal Sandoval Iñiguez indicó que la petición no significa minimizar el rigor con que se conducen las instancias jurídicas.
"Las declaraciones de nulidad matrimonial tienen que hacerse según la verdad canónica. Lo que se pide es que no haya burocracia, sino que los procesos duren menos tiempo para ayudar a las personas que buscan la anulación." Con los divorciados la Iglesia puede ser comprensiva si buscan una nueva unión, pero "no puede concederles la comunión".
La situación de católicos y concubinos forma parte de 17 preguntas a las que obispos que participan en el sínodo buscarán respuestas.