Más de 400 competidores participaron en los Juegos Metropolitanos en el CDOM
Entre abrazos, aplausos y vivas, el festejo de deportistas con incapacidad intelectual
Olimpiadas Especiales atiende a 13 mil 500 atletas en todo el país; los padres ya no se avergüenzan, asegura la directora en México del proyecto, Viveca Rothman
Ampliar la imagen Uno de los atletas especiales, durante su entrenamiento FOTO olimpiadas especiales Foto: olimpiadas especiales
En México hay tres millones de niños con problemas cerebrales, actualmente se le denomina discapacidad intelectual, los cuales poco a poco se han incorporado a Olimpiadas Especiales, el programa deportivo más grande del mundo con el objetivo de integrarlos a la sociedad como ciudadanos útiles y productivos.
Terapeutas se han involucrado en integrar a miles de personas, que incluso llegan a los 70 años de edad, en un programa similar adaptado desde 1968 por Estados Unidos a nivel mundial y que fue impulsado por Eunice Kennedy Shiver. Actualmente, Olimpiadas Especiales cuenta con programas en más de 162 países incorporando a 1.3 millones de atletas.
Viveca Rothman de Torrey, directora ejecutiva de Olimpiadas Especiales de México A.C, reconoció que cada vez se están involucrando más padres de estos niños afectados, así como de cientos de voluntarios que se especializan en terapias que coadyuvan no solamente a sus mejoras físicas e intelectuales, sino a que se integren a la sociedad, ya que varios familiares ocultaban los padecimientos evitando lo que consideraban "una vergüenza''.
Dentro de este reducido ejército de voluntarios, empresas y particulares sin ningún afán de lucro, destaca la figura de una nadadora olímpica de México 68, Laura Vaca Hernández, quien, conocedora de que el deporte es un mecanismo que exalta los valores humanos, aplica sus conocimientos que alientan espíritu y fortaleza para estos jóvenes.
El lema de estos niños especiales es: "Quiero ganar, pero si no puedo, quiero ser valiente en el intento". En los Juegos Metropolitanos que anualmente realizan en tres sedes diferentes, es el deporte el que toma un papel importante en su desarrollo e integración familiar.
"Vemos a estas personas que no hablaban ni caminaban, y mediante el ejercicio físico han desarrollado destreza, agilidad, fuerza, flexibilidad, pero más que nada, también se les ofrece un espacio social", refirió Viveca Rothman.
Felices avances
Bastó solamente un día para que aproximadamente 400 niños, jóvenes y adultos demostraran el avance de sus capacidades físicas e intelectuales en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano que les abrió sus puertas por vez primera gracias al convenio firmado directamente con el Comité Olímpico Internacional (COI) que apoya desde hace años a esta agrupación altruista.
Aquellos rostros tristes del síndrome de Down que se conocían en el pasado, hoy en día son caritas felices que se transforman con un simple aplauso o escuchar su nombre de que es campeón y, como si fuera algo de magia, echan abajo la apatía, insensibilidad y la falta de cultura de alguna parte de la sociedad que ahora se presta a darles la mano para poderlos orientar adecuadamente.
De esta manera, el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), cuyo objetivo es crear atletas de alto rendimiento, dio cabida a un nuevo concepto de lo que el deporte puede aportar en beneficio de niños con capacidades intelectuales diferentes.
El ex marchista Carlos Mercenario, submonarca olímpico en Barcelona 92 y actual director del Instituto del Deporte mexiquense, quien se contagió de la alegría de los participantes, declaró:
"Los deportistas de alto rendimiento con todas nuestras facultades nos quejábamos por una pequeña dolencia producida en el entrenamiento, y es digno de elogiar cómo se desenvuelven en su entorno estas personas que a pesar de sus limitaciones nos enseñan a querer ser algo en la vida".
El CDOM, recientemente nombrado Centro Internacional de Entrenamiento, acogió a estos deportistas quienes llevaron a cabo prácticas en atletismo, basquetbol, ciclismo y gimnasia con actos que no son competitivos pero que se desarrollan a nivel individual.
Maestros y terapeutas abocados a su cuidado sólo observan que no se caigan de la bicicleta, que corran, troten o caminen en el carril adecuado, que rueden, brinquen y jueguen en los colchones, porque entre ellos no hay competencia sino una sana convivencia social y familiar para ser mejores cada día.
Todo se traduce en una actividad recreativa que es el factor esencial en su desarrollo sicomotriz. Para ellos la medalla no existe. Su reconocimiento es el abrazo fraternal, el aplauso que los haga vibrar y brincar de gusto, y el grito de ¡Viva campeón!
Olimpiadas México se fundó en 1987 y hasta la fecha cuenta con 23 asociaciones estatales que atienden a más de 13 mil 500 atletas especiales, la mayoría de escasos recursos y algunos han aportado más de 400 medallas en los Juegos Mundiales que se celebran cada dos años en justas veraniegas con deportes olímpicos, así como invernales, en las que el país, aunque no ha obtenido metal alguno con el equipo de hockey sobre duela, logró un cuarto lugar en Nagano 2005.
El próximo año, en León, Guanajuato, se realizará el selectivo para conformar a la delegación nacional que participará en los Mundiales de Shangai 2007, porque México pretende solicitar la justa de 2011, para lo cual se requerirá el apoyo gubernamental y la iniciativa privada, porque "para nuestros niños que son triunfadores se abrirá una ventana y un universo nuevo de convivencia en donde aplicarán su potencial al máximo", sostuvo la directora ejecutiva de Olimpiadas Especiales.