Suspenden búsqueda de sobrevivientes en poblado que tenía 2 mil habitantes

Desaparecidas, "cientos" de personas en 20 aldeas de Guatemala: alcalde

Trasciende que otras 300 personas fallecieron tras un alud en San Marcos

AFP Y REUTERS

Guatemala, 10 de octubre. "Cientos" de personas se encuentran desaparecidas en unas 20 aldeas del suroeste de Guatemala, que quedaron aisladas por las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por la tormenta tropical Stan, aseguró el alcalde de Santo Domingo, departamento de Suchitepéquez, Mario Pérez.

Pero el gobierno del presidente guatemalteco Oscar Berger, criticado por la escasa ayuda enviada a las poblaciones indígenas, cifró en 652 el número de muertos y en 384 el de desaparecidos, provocadas por Stan, que a su llegada a México se convirtió en huracán.

Socorristas guatemaltecos y extranjeros, que el fin de semana comenzaron sus labores de rescate en el pueblo de Panabaj, dejaron hoy de buscar cuerpos sepultados por un alud que borró la localidad del mapa, la cual pertenecía al municipio de Atitlán, centro turístico del suroeste del país conocido por el lago y el volcán situados en sus inmediaciones.

"Había 2 mil habitantes en el pueblo. Hoy sólo hemos encontrado dos cuerpos", declaró un rescatista que llegó como voluntario desde ciudad de Guatemala, mientras miraba la capa de aproximadamente cuatro metros de lodo que ahora cubre Panabaj, declarada por el alcalde de Santiago Atitlán, Diego Mendoza, el domingo, "fosa común".

Sin expectativas de hallar más personas, una brigada de bomberos apoyada por cinco perros entrenados para el rescate de personas dijo que, transcurridas más de 100 horas desde que el alud cubrió Panabaj, es difícil encontrar sobrevivientes. "Excavamos si los perros encuentran algo, pero no ha sido así", indicó Mario Cruz, portavoz del cuerpo de bomberos de Guatemala, destacado en la zona.

Autoridades restan importancia a rescate porque los afectados son indígenas

De acuerdo con un recuento de la agencia Reuters, los pocos habitantes que sobrevivieron al desastre expresaron hoy quejas de que las autoridades centrales de Guatemala han restado importancia al rescate de los cuerpos, "porque son indígenas". Unicamente 76 cadáveres han sido sacados del barro.

Las inundaciones y el deslave de cerros sobre carreteras ha complicado la comunicación telefónica y el acceso a poblaciones remotas, mientras diversas versiones comenzaron a circular en la región suroeste de Guatemala sobre la situación en esos lugares.

Una información que no pudo ser confirmada indica que otras 300 personas fallecieron tras un alud en el pueblo de Tacaná, departamento de San Marcos.

Dos camiones con cobertores, alimentos, agua embotellada y ropa fueron enviados a la región, pero quedaron varados en el camino a causa del bloqueo de carreteras, según Reuters.

En esa misma región, de acuerdo con Mario Pérez, alcalde del municipio de Santo Domingo, departamento de Suchitepéquez, hay al menos 20 comunidades devastadas cerca de la frontera con México.

"No es grato decirlo, pero las comunidades San José Los Tiestos, El Jardín, El Martillo, Nueva Venecia, El Tipo y Puntarena están completamente destruidas, mientras otras 14 están inundadas", afirmó.

Unas 15 mil personas resultaron afectadas en esa zona cercana a la costa del océano Pacífico, en la desembocadura del río Nahualate, indicó el funcionario.

Desde el aire la zona se ve completamente anegada, informa Afp. En la ruta Guatemala-Suchitepéquez el agua destrozó cinco tramos de carretera y la circulación de vehículos quedó interrumpida.

La mayoría de los habitantes de la región basa su economía en la producción de maíz, ajonjolí y plátano. El alcalde de Santo Domingo dijo haber recibido información de que "el agua acabó con todo".

En la zona costera de los departamentos de Quetzaltenango y San Marcos -también en el oeste de Guatemala- hay al menos seis poblaciones incomunicadas, aseguró el delegado de la Cruz Roja Guatemalteca en Coatepeque, Quetzaltenango.

La población fronteriza con el estado mexicano de Chiapas, Tecún Umán, así como Tilapa, La Blanca y Chiquirines, quedaron inundadas en su totalidad y permanecen incomunicadas, mientras otros 15 poblados del área todavía tienen problemas serios para acceder a servicios básicos.

Las lluvias cesaron este lunes en la región suroeste del país, aunque el servicio meteorológico guatemalteco todavía pronostica mal tiempo en la región para los primeros días de esta semana.

Al parar las precipitaciones algunos equipos de auxilio pudieron entrar a áreas remotas, al tiempo que desde el extranjero se anunció la llegada de ayuda y donaciones para la reconstrucción.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) solicitó hoy 22 millones de dólares para ayuda a Guatemala. El fin de semana la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU informó que en principio contribuirá para las labores de limpieza con 80 mil dólares, la mitad de los cuales son aportación del gobierno de Noruega.

Con base en las primeras evaluaciones del desastre, la ONU ha identificado las prioridades para la ayuda humanitaria, que incluye agua, artículos sanitarios, de higiene y para el hogar, alimentos enlatados, equipos de comunicaciones y servicios de salud.

Desde La Habana, el gobierno cubano dio a conocer que 600 médicos -de mil disponibles- están listos para viajar de inmediato con medicamentos y equipos de diagnóstico. El primer contingente de 200 profesionales fue enviado a Guatemala el domingo pasado, informó el diario Granma.

Cuba también ofreció médicos para apoyar las labores de emergencia en El Salvador, pero según el periódico cubano el gobierno salvadoreño comunicó que por ahora disponía de personal suficiente para responder a la situación.

El Comando Sur del ejército estadunidense informó en un comunicado que envió a Guatemala helicópteros y un equipo médico y de rescate constituido por 58 personas, procedentes de una base situada en Honduras. Incluso el jefe del comando, general Bantz J. Craddock, arribó este lunes a Guatemala para coordinar con las autoridades locales las labores de auxilio en la tragedia que vive el país, dieron a conocer fuentes oficiales.

Por su parte, el gobierno de Francia despachó 3 millones 400 mil toneladas de productos de primera necesidad, tiendas de campaña, utensilios de cocina y máquinas para cortar madera y metal.

En tanto, en la zona noreste de Estados Unidos las lluvias torrenciales provocaron inundaciones que han obligado a las autoridades a evacuar algunas áreas.

Las prolongadas precipitaciones, que comenzaron el viernes y han dejado cuatro personas muertas, causaron anegaciones en los estados de Carolina del Norte, New Hampshire, New Jersey, Pensilvania y Vermont.

Varios ríos se han desbordado y muchas comunidades están sin energía eléctrica.