Editada en México en 2003, la biografía describe el encierro al que se sometió el cantante
Nowhere man es la historia de un John Lennon atormentado: Rosen
"Usé los diarios del ex beatle -quien hoy cumpliría 65 años- como mapa para saber la verdad"
Narra los últimos cinco años de vida del artista, "cuando se la pasaba viendo tv y fumando mota"
Ampliar la imagen Robert Rosen, durante su visita a M�co. El escritor se presentar�n la Casa del Lago, el pr�o martes 11 de octubre FOTO Yazmin Ortega Foto: Yazmin Ortega
Hoy, John Lennon cumpliría 65 años de edad, "y debe ser algo especial, como el Día de la Paz Mundial. Es mi obligación traer a colación la noción de paz de Lennon, en torno a la salvación. De eso quería hablar él. Tenemos que referirnos a este tema y vencer las barreras del lenguaje y de la distancia. Si no lo hacemos, algo muy malo va a pasar. Hay que hacer que nos demos las manos unos con otros".
Así lo expresó ayer Robert Rosen (Brooklyn, Nueva York, 1952), autor del libro Nowhere man. Los últimos días de John Lennon, editado en México por Grupo Editorial Random House Mondadori (en su colección Reservoir Books), cuya primera edición fue lanzada en México en 2003.
El libro de Rosen es una mezcla de periodismo de investigación e imaginación, y no es el cuento oficial de un hombre feliz, sino la historia de una superestrella atormentada. Tras descifrar "el evangelio según Lennon", es decir, los diarios que obsesivamente escribía el ex beatle; de vivir y comer como él; de seguir sus huellas, pero, sobre todo, de perder por robo todo su material, Rosen escribió esta obra.
Este libro comenzó a escribirse como "la biografía definitiva de John Lennon", luego de que el músico pidió a su ayudante personal Fred Seaman, que lo hiciera si algo le sucedía. Seaman acudió a su vez a Rosen, en ese tiempo un escritor desempleado, a quien entregó los diarios.
La biografía, dice el autor en el preludio, "no sería el cuento oficial de un hombre hogareño, feliz, excéntrico, que criaba a Sean y horneaba el pan mientras Yoko cuidaba el negocio familiar. Al contrario, es la historia de una superestrella atormentada, prisionero de su fama, encerrado en su recámara, que desvariaba sobre Jesucristo mientras una comitiva de sirvientes atendía cada una de sus necesidades".
En 1981 y durante dos años, tras el asesinato del ex beatle, Rosen mantuvo contacto con Seaman, tomando notas de todo lo que le decía de su convivencia con los Lennon. Tuvo en su poder los diarios con los que comenzó la ardua labor de transcribir y descifrar los garabatos y signos. Fue un trabajo agotador, angustiante, que perdió al ser saqueada su casa, mientras Rosen estaba de vacaciones.
"He usado mi recuerdo de los diarios de John Lennon como un mapa hacia la verdad, pero no he usado el material de los diarios", explica Rosen. El volumen fue integrado a partir de la información que proporciona la propia música de Lennon, de sus escritos, entrevistas publicadas, de las observaciones del autor en los ambientes de trabajo y en la casa del músico, así como de las conversaciones informales que mantuvo con su familia y allegados.
Hoy, por la paz
Para Rosen, hoy se debe recordar a Lennon y su idea de paz. "George W. Bush -precisa Rosen- no es Estados Unidos, donde hay mucha gente que desprecia lo que significa el presidente y que quiere la paz. Esa es mi súplica, por la paz, en nombre de John Lennon.
"Yo solamente pensé en viajar a México y poder hablar de paz. Vale la pena. La próxima parada será en Santiago de Chile, donde haré lo mismo, agregó.
-¿Qué es lo que revela su libro respecto de otros?
-Lo que hace a Nowhere man diferente es que hace 25 años tuve la oportunidad de leer los diarios de John y escribí la historia de sus últimos años. El libro lleva a ver el inconsciente de John y el mundo a través de sus ojos.
-¿Un alma atormentada y no feliz?
-En sus últimos cinco años de vida, desde el tiempo que nació Sean, en 1975, hasta 1980, cuando salió el disco Doble fantasía, tomó una decisión consciente de retirarse del negocio de la música y de retraerse, de ensimismarse.
"Estaba muy cansado del negocio de la música y dejó de componer totalmente. Quería pasar tiempo con su familia, con su hijo, y entró en ese enclaustramiento. Aunque pasó algún tiempo con su hijo y era un hombre rico que tenía ayuda doméstica, lo que quería era estar con él mismo.
"En esos cinco años se volvió un hombre muy solo. No era feliz, por la soledad, aunque había momentos de éxtasis. Se pasó la mayor parte del tiempo viendo televisión y fumando mota. Programaba sus sueños. Todo esto lo alejaba del mundo. Su mujer estaba en el piso de abajo haciendo negocios, y él estaba consciente de que Paul McCartney seguía componiendo y presente en el mundo de la música.
"Cada vez que McCartney sacaba un nuevo álbum, Lennon se volvía tremendamente celoso, y esto, aunado al aislamiento, le creaba sentimientos muy negativos. Pasó mucho tiempo escribiendo de esto en sus diarios. Escribía sobre los sueños que programaba, sobre sus celos hacia McCartney.
"Lo que sería un buen día para Lennon era salir al parque con su hijo Sean. Esos días eran muy espaciados y John se la pasaba esperando que las cosas mejoraran. La mayor dicha era la espera de estar en la sala fumando y platicando. Añoraba tener a la familia completa: a Sean, Yoko, Julian. Ansiaba estas cosas simples que no podía tener."
-¿Qué se reservó, qué no escribió usted?
-Si no hubiera tenido hace 25 años esta oportunidad este libro no existiría, por razones legales. El libro no está basado en los diarios, y durante los 20 años que transcurrieron, entre los cuales escribió el manuscrito y fue publicado -lo redactó en 1982 y lo publicó en 2000-, pasé el tiempo pensando cómo superar las trabas legales.
"Usé los diarios como un mapa de camino para averiguar una ruta hacia la verdad. En esos 20 años, pequeños fragmentos de ese textos aparecían por ahí, en columnas de chismes, en libros de otras personas, en artículos de revistas. Los fragmentos yo los reconocía.
"En 1995, cuando llegó el auge de Internet comenzó a difundirse toda la información, y yo no sabía de dónde provenía. Sobre todo, apareció en una página que se llamaba usenet group rec.music.beatles. Era de personas que habían conocido los diarios, como Fred Seaman, el asistente de Lennon.
"En 1998, tuve fragmentos suficientes para escribir el libro. Todo lo que está escrito son cosas que salieron antes, pero que me consta estaban en los diarios. También hubo publicaciones en The New York Times. Había detalles de su vida sexual.
"La información da cuenta de Lennon como un hombre tridimensional. Me propuse crear un universo alternativo para intentar capturar el sentimiento del sueño o de un acto sexual particular. Usé una técnica de ficción para transmitir la verdad, pero eso es alrededor de 5 por ciento del libro. Por esta razón ha sido muy criticado por los puristas."
-¿Cuál es la relación entre escribir los diarios, drogarse y la muerte o el suicidio?
-De drogas consumía fundamentalmente mariguana, mucha. Los periodos en que programaba sus sueños, que fue durante los años 70, los recoge en sus sueños. Eran más sueños que vida real. Usaba la mariguana como una herramienta para programalos.
"Lennon no tenía tendencias suicidas. Los sueños manifiestan deseos. No sucedía nada importante en su vida y eso lo deprimió, pero no quería que Sean se quedara huérfano."
-¿El libro aclara la preferencia sexual de Lennon, respecto de lo que se comentó de su relación con Brian Epstein?
-John era un hombre muy sexual. En los últimos años de su vida ya no había sexo en su matrimonio. Esto es algo que la propio Yoko Ono cantó en su composición Estación de vidrio, donde expresa que ella había dejado de disfrutar el sexo. Canta: "Veo fragmentos, cristales rotos, cuando lo hacemos".
"Esto es parte importante del libro, cómo en todo momento tenía pensamientos sexuales y cómo estaba programando sus sueños en función de eso. Lo que los diarios dejan muy claro es que Lennon pudo haber tenido aventuras, pero él vivió como heterosexual de una manera muy sana."
Rosen agregó que Lennon leía mucho, "cualquier cosa que le caía en las manos, y le eran muy familiares Freud y Jung. Era un hombre que se había hecho a sí mismo".
-¿Creía que por medio de los sueños se podía descifrar el futuro?
-Realmente quería conocer el futuro, y por eso tenía un séquito de síquicos y una lectora de tarot de tiempo completo. Antes de salir del enclaustramiento, con su disco Doble fantasía, deseaba volverse síquico y fortalecer sus poderes mentales. Eso, consideraba, lo podía lograr con la meditación, a la manera como lo hacen los yoguis de la India. Se dio cuenta de que era muy difícil. Yoko lo impulsaba a fortalecer sus poderes y a dejar de depender de los síquicos que lo rodeaban. Los sueños eran una alternativa a ver televisión. Los síquicos nunca predijeron el asesinato.
-¿Presagió su muerte?
-Eso lo sintió en los huesos desde que era niño. Creía que estaba destinado a tener una muerte prematura. En sus juegos con los números veía un arma. También cuando grabó el demo de una canción, titulada Living on borrowed time without a thought for tomorrow (Viviendo en el tiempo prestado sin un pensamiento para mañana). Sabía que estaba viviendo tiempo prestado, de gratis, y no le preocupaba demasiado la vida después de la vida. No creía que se iría al cielo o al infierno.
-¿Cómo les influyó a usted y a su esposa -Mary Lyn Maiscott, presente en la entrevista- la realización de este libro?
-A Lennon le llaman mi santo pecador.
Intervino Mary Lyn: "Recuerdo un tiempo en el que nunca hubiera querido oír su nombre, pero lo superé".
Robert Rosen hablará de su libro este martes 11 de octubre, a las 20 horas, en el Salón Rosario Castellanos de la Casa del Lago Juan José Arreola. Bosque de Chapultepec, primera sección. Informes: 5211-6093 y 94, extensión 241. Organiza la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.