NAVEGACIONES
Stan, Katrina, terremoto, tsunami...
ES LA CULPA DE NADIE, la de todos: sin más razón que una fecha cualquiera, o por cosas de la factura ecológica, o porque así sucede de muy antiguo, o bien porque Dios es indiferente, o malo, o bondadoso, pero en un estilo que no alcanzaremos a comprender en los próximos seis milenios. Por una de esas causas, o por todas, o por ninguna de ellas, el aire y el agua escenifican un violento conflicto conyugal, resoplan, tiran puñetazos y se trenzan en giros de lucha libre. Todo para reconciliarse después, volver cada uno de ellos a su aposento respectivo y dejar paso al esplendor de una mañana soleada. Sólo que, para entonces, una infinidad de especies, la humana entre ellas, han perdido calidad de vida sin ganar por ello calidad de muerte (¿tumbas de mármol para los damnificados muertos?, ¡cómo no!) y han pagado un tributo tal vez excesivo, más sobrado que los antiguos sacrificios humanos, para el próximo nacimiento del Sol. Siempre aparece de nuevo, con cara de inocencia, para alumbrar los pedazos de pueblos que dejan a su paso Gilberto, Mitch, Katrina, Stan, y demás denominaciones antropomorfas que utilizamos para quitarles un poco de dolor a esas pupilas enloquecidas que miran conforme pasan, destruyen conforme miran, y luego se disuelven en una atmósfera diáfana.
India, 2001
TAMBIÉN LLEGA A ocurrir que la topografía planetaria se aburra de sí misma y se reconfigure con brusquedad, sin meter en el cálculo el destino de los insectos y de los humanos que pululan en su superficie, como sucedió ayer en Asia central, o bien que un estirón de la Tierra en los fondos abisales aviente al océano sobre ciudades inermes, como cuando el tsunami.
Guatemala, 2005
DE ESTE LADO de los elementos, en la siempre precaria región humana, el guión es siempre el mismo: con o sin tiempo para dar la alarma, una porción de gente se muere rápido, otra agoniza por unos días y una más se queda agonizando por décadas, arrancada de cuajo de su sitio en el mundo, de sus próximos, de sus posesiones casi siempre pequeñas. Casi siempre la catástrofe cae sobre los humanos que no se ven: los que no salen en la tele como no sea para morirse a cuadro, los que no merecen ser entrevistados sino cuando perdieron un hijo o una pierna. En los días posteriores a la tragedia, con una lentitud sorprendente, habida cuenta de esa arrogancia que se llama tecnología universal, la opinión pública se ve necesitada de recordar que la humanidad va un poco más allá, que no todo el mundo es participante en las cumbres del G-8, que no todos somos princesas de Mónaco, astronautas pioneros, futbolistas de piernas de oro o arrulladores de multitudes. El efecto dura poco -¿alguien, del otro lado del planeta, se acuerda todavía de los pueblos borrados por aquel terremoto célebre de 2001, o por aquel golpe de mar, mucho más reciente, en Indonesia?-, porque a los pocos días habrá un nuevo desastre para conmemorar, un nuevo escándalo local o los preparativos de una humilde boda en la familia. Apúrense, damnificados del episodio, de cualquier episodio, a disfrutar de su semana de gloria en las pantallas y en las primeras planas, porque los políticos, los empresarios mediáticos y la conciencia del mundo tienen la agenda saturada, además de sus propios problemas domésticos.
La colonización y la residencia en un planeta medianamente violento, como es éste, tiene su precio. Y casi siempre son los pobres entre los pobres, los que ya vivían la intemperie desde antes de la lluvia, el viento o el terremoto, quienes pagan la renta.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_4318000/4318794.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4321000/4321622.stm
http://www.nerve.com/Regulars/photoblog/dailysiege/index.asp?id=47e2201
http://www.cambiosonora.com/VerNota.asp?id=54911&secid=1&catid=3
http://www.chiapaspeacehouse.org/index.php?option=com_content&task=view&id=291&Itemid=346&lang=en
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_4318000/4318972.stm
http://www.humanidades.unach.mx/
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/forums/newsid_4311000/4311636.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_4319000/4319132.stm
LA PAGINA WEB del gobierno de Oaxaca se despliega, por estos días, en su forma habitual, con la ingeniosa música multimedia de La Zandunga, y no sé qué más; el sitio oficial veracruzano informa de recorridos de altos funcionarios por zonas afectadas, y sólo el portal gubernamental de Chiapas anuncia en su página principal un servicio de localización de familiares damnificados o desplazados... pero el link correspondiente no va a ninguna parte: "¿Cómo puedo comunicarme con familiares que se encuentran en albergues en Tapachula?" Respuesta del navegador: "El intento de conexión con www.cocoso.chiapas.gob.mx ha tomado mucho tiempo" (hora de la tentativa y fracaso de la empresa: 15:30 del sábado 8). El sitio de la presidencia salvadoreña, por su parte, informa de las heroicas visitas del señor Tony Saca a los albergues para damnificados, pero se abstiene de ofrecer cualquier ayuda a los guanacos del exterior en la obtención de informes sobre sus familiares, sus casas y sus pueblos. Una labor similarmente gloriosa desarrolla su colega guatemalteco, Oscar Berger. Afortunadamente, la página del Ministerio de Relaciones Exteriores del país vecino proporciona un número telefónico gratuito de emergencia para damnificados y otro para la atención a familiares de guatemaltecos afectados... por el Katrina en Nueva Orleáns. A no sé cuántos días de su tránsito amargo, Stan todavía no aparece en el libreto. En cuanto a los sitios oficiales nicaragüenses registrados en Google y Yahoo, ni siquiera están en servicio. Los excesos de natura no tienen remedio. La indiferencia y el descuido tendrían que tenerlo.
TAL VEZ LOS rayos solares no tengan la culpa por achicharrar organismos en las sartenes del desierto, las aguas resulten inocentes de los cargos de homicidio por ahogamiento y las placas tectónicas no puedan ser acusadas de genocidio. Pero las humanitarias autoridades españolas delegan en los esbirros de Marruecos la desagradable tarea de deshacerse a puñados de los migrantes africanos que tratan de llegar, a través de ese país, al rabo de Europa, y eso no tiene nombre.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4320000/4320444.stm
GUSTAVO ENRIQUE MADRIGAL ARANA nos recuerda, a propósito de un periplo pasado en el que se mencionó a Francisco Gabilondo Soler, que una de las vocaciones (omitidas en mi enumeración) de Cri-Cri fue la de "un cuentista excelente", y señala la existencia de una colección que "era de 10 LP's y ahora de cuatro o cinco CD's, que distribuye Selecciones (¡ups!) y en la que se incluyen alternadamente un cuento de los que relataba en la radio y una de sus canciones (...) Los cuentos son aventuras de su principal personaje, generalmente viajando por todo el mundo real o imaginario (...) A pesar de ser cuentos infantiles, tienen una profunda ironía y una riqueza de lenguaje que a veces se extraña en los medios actuales. Me gusta en particular una historia de un país de ladrones donde hasta los policías y jueces roban, sorprendentemente parecido al México actual".
Chiapas, Pakistán, El Salvador
AURA PERRONI ENCONTRO en la red una cosa que le puso la piel de gallina. A mí, también, cuando acudí a ella. Pero no les cuento más, para no aguarles esa fina película de terror (en flash):
http://www.idorosen.com/mirrors/robinsloan.com/epic/
EN ESTOS DIAS de muertes tumultuarias de migrantes, La Locombiana, con su agudeza peculiar, me envió la llave de entrada a un texto de título hermoso y contenido recio de Iaír Menachem: La migración que te da nombre.
http://www.letralia.com/ciudad/menachem/08.htm
ARMANDO GOMEZ VILLALPANDO, maestro de la Universidad Pedagógica Nacional, me pide "algunos tips de navegación para yo, a su vez, pasárselos a mis alumnos. Uso Google pero creo que tu experiencia como navegante seguro te ha permitido conocer ciertos sitios o 'trucos' para encontrar información o para hallazgos tipo serendipity. Creo que le harías un gran favor a muchos si le dedicaras una porción de tu columna a este asunto." A riesgo de parecer mamón e improcedente, estimado Armando, no se me ocurre más sugerencia que la que anoto a continuación, y que es la única que puedo hacerme a mí mismo cada vez que elaboro esta columna: la biblioteca sirve para maldita la cosa si no hay un lector que la habite. La red no dice nada a menos que uno ponga a platicar (esta formulación, "poner a platicar" es sólo una de mis innumerables deudas con Hilda), entre ellos, a los autores, a los recursos, a las fuentes, a los sitios. Y si se consigue ese propósito, Internet, la biblioteca, el barrio o la casa, da igual, se llenan de serendipities, chiripas, voces con sentido. Mohamed, as salaam malekum, y que el mensaje de tu botella llegue pronto a su destino.