El cordonazo
El ambiente social y político del país se ha ido enrareciendo cada vez más conforme se acerca la elección presidencial de 2006, a consecuencia del fracaso del gobierno foxista, del ánimo revanchista del PRI y, sobre todo, de la actitud de Vicente Fox y de la derecha trasnacional, que buscan en estos meses consolidar sus privilegios. Y en este escenario el papel de los medios está resultando clave para envilecer aún más el contexto nacional.
1. El factor primordial del enrarecimiento de la vida pública del país ha sido el propio Fox, quien tras su desastrosa gestión y la desbandada de sus colaboradores y de importantes sectores de la derecha debe ahora enfrentar el abandono del PAN, su propio partido, que rechazó a Santiago Creel, el patético "hombrecito de Bucareli", a quien trató de imponer en Los Pinos en 2006, recurriendo incluso a la tentativa de inhabilitar a Andrés Manuel López Obrador, y que hoy debe enfrentar la realidad de que no tiene ya posibilidades políticas en el futuro y está dando manotazos a diestra y siniestra que pueden lesionar todavía más al país.
2. La pareja presidencial no parece tener más afán para estos meses que fortalecer sus relaciones con el gran capital tratando de salvar su imagen por la vía de acelerar el desmantelamiento del sistema estatal de seguridad social y del artículo 123 constitucional, y de entregar todo lo que puedan de los recursos estratégicos del país al capital trasnacional, y para eso están recurriendo a una campaña de desinformación en todos los órdenes.
3. El probable abanderado del PAN, Felipe Calderón, no parece querer quedarse atrás en ese afán de deteriorar la vida política y social y, sumándose a la visión foxilandiana de que ya todo cambió, pretende tontamente en sus discursos denostar e injuriar todo lo que no sea panista, anunciando ya, desde ahora, que su campaña no será propositiva, sino de denostación y desinformación.
4. En ese escenario, todas las acciones oficiales suponen nuevos riesgos para el país. El paso por las costas mexicanas del huracán Stan, provocando muerte y desolación (4 de octubre), afectó a los más pobres por la imprevisión del gobierno federal, la ausencia de planes preventivos de desastre y la ineficaz respuesta oficial, a pesar de los descomunales ingresos petroleros, y lo más preocupante ha sido que Fox no tiene ante la tragedia más que dos respuestas: a) tratar de hacerse propaganda personal, como hizo su homólogo Bush ante el Katrina, lo que le resultó fallido, pues no pudo siquiera acercarse a la zona del desastre y, b) como era de suponerse, buscar aprovechar políticamente la tragedia de cientos de miles de mexicanos para profundizar en sus políticas entreguistas acelerando la integración militar de Norteamérica, como anunció ayer en Veracruz al sugerir que, ante el ofrecimiento "de ayuda" de Washington, se evaluaba la posible intervención del ejército estadunidense en Chiapas, Oaxaca y Veracruz (6 de octubre).
5. El pueblo de México ha tenido en los últimos sexenios que hacer frente no sólo a los desastres de la naturaleza, como acontece ahora con el cordonazo del día de San Francisco, para los cuales el gobierno foxista no tiene más respuesta que la demagogia, sino a las políticas depredadoras de un régimen que no parece tener más objetivo que acabar con todas las instituciones sociales del país.
6. El papel de los medios, sin embargo, está siendo la clave en todos estos intentos del gobierno por cancelar derechos a los mexicanos encubriendo sus políticas en la manipulación de la información, y el ejemplo más contundente lo constituye el proceso de negociación del contrato colectivo de trabajo entre los trabajadores del IMSS y la dirección general del instituto, que ha sido objeto de una campaña para difamar al sindicato e incluso descalificar al sindicalismo, encabezada por Televisa, que no tiene precedente, y que no hace sino reflejar que los informadores, antaño dependientes del gobierno, ahora son los voceros abiertos del gran capital.
7. La renuncia del tecnócrata priísta Santiago Levy a la dirección general del IMSS, con el argumento de que Fox no lo respaldaba y pretende dar marcha atrás en sus "conquistas neoliberales" (3 de octubre), fue motivo todos estos días de una campaña de amenazas de los "informadores" de Televisa, y de Joaquín López Dóriga en particular, que rayó en el histerismo, y en la que se acusó al gobierno de Fox de pretender dar marcha atrás a la contrarreforma de 2004, que busca asestar un golpe definitivo a la institución al pretender cancelar los derechos de los futuros pensionados y jubilados, y que la clase empresarial mexicana, enriquecida sin límites a costa de los trabajadores, ha considerado el pilar de una nueva relación laboral en el país.
8. Los derechos a un contrato colectivo de trabajo, a la huelga, a un salario remunerador o a la seguridad social están consignados en la Constitución mexicana y no es con campañas histéricas como las televisoras y el gran capital los podrán echar abajo.
9. El "lavado de imagen" que pretende Televisa al suscribir El Tigrillo Azcárraga un convenio con el IFE para supuestamente "transparentar" los gastos de propaganda electoral (3 de octubre) no puede ocultar que esa empresa televisiva, al igual que Televisión Azteca y la mayor parte de las radiodifusoras, cumple una función antidemocrática y golpista en el país. Televisa, que aplicó tarifas diferenciadas en 2000 y que hizo campaña por Fox, ahora también ha intervenido en la campaña desde los meses del "desafuero", y pretende seguirlo haciendo a través de sus espacios informativos, que no informan sino desinforman y responden a intereses contrarios a los de los mexicanos.
10. La peor depredación no es la que hace la naturaleza, sino la que seguirá haciendo, apoyado por el gobierno, el gran capital trasnacional: hasta que colme al pueblo.