Ratifica Lula proseguir con polémico proyecto hídrico

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, ratificó ayer su decisión de desviar el río Sao Francisco en un ambicioso proyecto hídrico que tiene como propósito favorecer a zonas sin agua, y dijo confiar en que pronto se llegará a acuerdo con el obispo Luiz Flavio Cappio (en la imagen), que desde hace 10 días está en huelga de hambre en rechazo a la medida gubernamental.

Lula indicó que esta obra no se puede suspender puesto que todavía no tiene ni siquiera fecha marcada para comenzar, y que es un asunto que aún está en discusión para su autorización ambiental por parte de las autoridades del ramo.

No obstante, dijo que respeta la decisión del obispo huelguista de Barra, Bahía, quien considera que el proyecto sólo beneficiará al sector agrícola de la región, no a los pobres, y que dañará al río.

Lula señaló que decidió enviar a dialogar con el obispo a su ministro de Relaciones Institucionales, Jacques Wagner, para solucionar el diferendo. Pero Cappio rechazó todo intento de negociación e insistió en que debe ser descartado.

Sin embargo, la mayoría de los obispos del noreste de Brasil apoya el desvío del río Sao Francisco porque considera que es benéfica para esa zona, y califica de "actitud personal" la de su colega en ayuno, indicó el arzobispo Aldo Pagotto.

En tanto, la comisión legislativa investigadora de los casos de corrupción promovidos por el Partido de los Trabajadores, que provocó una grave crisis al interior de la organización política del presidente Lula, aprobó levantar el secreto bancario para 11 firmas de corredores de valores, que habrían perjudicado fondos de pensión al negociar títulos públicos con fines políticos.

Afp y Reuters