Documentó las historias de rebeldía, dignidad y felicidad de los negros en EU
Murió el dramaturgo August Wilson
Ampliar la imagen August Wilson en imagen de 2001; abajo Charles S. Dutton y Whoopi Goldberg en una escena de Ma Rainey's Black Bottom, obra con la que el fallecido dramaturgo alcanz�lebridad FOTO Ap Foto: Ap
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Seattle, 3 de octubre. El dramaturgo estadunidense August Wilson, uno de los creadores afroestadunidenses contemporáneos más relevantes, junto con la Nobel Toni Morrison, Maya Angelou y Alice Walker, falleció el pasado domingo a los 60 años de edad en un hospital de Seattle, anunció un vocero de la familia.
A finales de agosto, el escritor dijo que su cáncer de hígado no podía ser operado y le quedaban pocos meses de vida.
Galardonado con el premio Pulitzer en 1987 y 1990 por sus obras Cercas y La lección de piano, Wilson se dedicó a rescatar las historias de rebeldía, dignidad y felicidad de los negros en Estados Unidos durante todo el siglo XX, en una colección de 10 obras teatrales, una por década, de las cuales ocho han sido estrenadas en Broadway.
Documentó la llegada de los esclavos africanos a América, las vivencias de los nietos y bisnietos de esos esclavos y la situación actual de muchas familias de clase media alta que prefieren olvidar ese doloroso pasado.
Pero sobre todo Wilson retrató las luchas de los negros, y los protagonistas de sus relatos y obras de teatro fueron taxistas, empleadas domésticas y delincuentes de poca monta, enfrentados a situaciones límite por la pobreza y marginación.
Nacido en 1945 en el seno de una familia de Pittsburgh, Pensilvania, el autor se llamaba Frederick August Kittel. Su padre era un inmigrante alemán que trabajaba de panadero y casi nunca aparecía por casa, motivo por el cual se separó de él la afroestadunidense Daisy Wilson. De ella tomó después su apellido el dramaturgo.
Antes de alcanzar la fama como escritor en los años 80 con el libro Ma Rainey's Black Bottom, August Wilson trabajó de jardinero, lavaplatos y vendedor.
Por un arte comprometido
El dramaturgo y también premio Pulitzer Tony Kushner, autor de Angels in America, consideraba a Wilson un ''gigante del teatro estadunidense". En la línea marcada por Eugene O'Neill y Arthur Miller, ''escribió dramas de compromiso social, directos y realistas, y reconquistó para el teatro un terreno que se consideraba abandonado", afirmó.
Sin embargo, la convicción del autor por vincular el quehacer cultural con la realidad social de un país, específicamente la de los negros, también le ganó críticas. Hubo quienes lo calificaron de ''separatista" y de querer politizar el arte.
La enorme influencia de Wilson y otros autores alternativos en la escena del teatro estadunidense llevó a una situación contradictoria: mientras Broadway y las casas más importantes premiaban a dramaturgos negros, asiáticos, latinos o indígenas y aclamaban sus producciones, los foros independientes se ahogaban por falta de recursos.
A pesar de la polémica con grupos conservadores, el escritor pugnó por que el gobierno financiara el teatro negro, hecho por ellos y para ellos, con sus muy particulares temas y obsesiones, fincado en su identidad.
Para Wilson el blues era una de esas raíces. ''El blues es la mejor literatura que tenemos los negros", expresó en una entrevista en 1991.