Usted está aquí: martes 4 de octubre de 2005 Mundo Lavado de dinero, nueva acusación contra el congresista republicano DeLay

Nomina Bush a Harriet Miers como juez de la Suprema Corte de Justicia de EU

Lavado de dinero, nueva acusación contra el congresista republicano DeLay

El legislador rechaza el cargo y asegura que es víctima de una "persecusión partidista"

AFP Y NOTIMEX

Ampliar la imagen El ex l�r de la mayor�republicana en la C�ra de Representantes, y fuerte aliado del presidente estadunidense, Tom DeLay, quien ahora enfrenta una acusaci�e lavado de dinero, en una entrevista para la televisi�l domingo pasado. A la derecha, George W. Bush anunci�er, en la sala Oval de la Casa Blanca, la nominaci�e Harriet Miers como juez de la Suprema Corte de Justicia FOTO Ap Foto: Ap

Washington, 3 de octubre. En un nuevo revés para la administración del presidente George W. Bush, un poderoso aliado suyo, el congresista republicano Tom DeLay, fue objeto de una nueva acusación, esta vez por lavado de dinero, menos de una semana después de que fuera acusado de conspiración.

La oficina de DeLay, quien la semana pasada se vio obligado a renunciar al liderazgo de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, informó sobre esta nueva acusación horas después de que Bush designó a la consejera jurídica de la Casa Blanca, Harriet Miers, como juez de la Suprema Corte de Justicia estadunidense, nominación recibida con cautela por la oposición demócrata, con decepción por organizaciones latinas y criticada por grupos conservadores.

Ambas acusaciones contra Delay conllevan el cargo de conspiración para violar la legislación texana sobre financiamiento de campañas electorales.

La oficina del legislador divulgó un comunicado en el que rechazó los cargos y acusó al fiscal de distrito de Travis County, Ronnie Earle, de estar involucrado en una "persecusión partidista".

Después de que los abogados de DeLay presentaron un documento cuestionando la legalidad de la primera acusación, "Ronnie Earle entró en pánico y decidió persuadir a otro gran jurado para exponer esta nueva y ridícula acusación contra DeLay", dice el comunicado.

"Esto es una total abominación de la justicia", añade.

La primera acusación sostiene que DeLay y dos de sus socios políticos convirtieron una aportación de 190 mil dólares de una empresa, en una donación individual de campaña para eludir las limitaciones legales.

DeLay, uno de los más poderosos abogados en Washington, conocido por su influencia a la hora de promover la agenda del presidente en el Congreso y por imponer disciplina en filas republicanas, tuvo que enfrentar varias imputaciones de falta de ética.

Margaret Thatcher, implicada

En el escándalo está implicada, incluso, la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, quien admitió haber sido interrogada en la indagatoria por corrupción que involucra a DeLay. Según confirmó su vocero, la Policía Metropolitana de Londres interrogó a la ex gobernante, tal y como reflejan documentos oficiales del gobierno británico. De acuerdo con los escritos, revelados por el diario Daily Mirror, Thatcher fue cuestionada acerca de un encuentro sostenido, en mayo de 2000, con el congresista republicano.

En este contexto, Bush recurrió a sus consejeros más cercanos para designar este lunes a Harriet Miers como juez de la Suprema Corte de Justicia estadunidense.

Al presentar su nominación, Bush señaló que la escasa experiencia de Miers en el sistema judicial federal no debía ser tomada en cuenta para su confirmación. Argumentó que "el propio juez (William) Rehnquist llegó a la Suprema Corte sin experiencia en la justicia federal", en alusión al presidente de la corte fallecido en septiembre pasado y relevado este lunes por el magistrado John Roberts.

Miers, de 60 años, jefa de servicios jurídicos de la Casa Blanca, ex abogada personal de Bush cuando éste fungía como gobernador de Texas, remplazará, de ser confirmada, a la juez moderada Sandra Day O'Connor, quien renunció al cargo en julio pasado.

Miers, soltera y sin hijos, nunca fungió como juez pero fue la primera mujer en dirigir un gran gabinete jurídico de Texas, en 1996. Ha representado a clientes como Microsoft, Walt Disney y SunGard Data Systems.

El líder de la oposición demócrata del Senado Harry Reid no se mostró contrario a su nominación, y consideró que "la Suprema Corte se beneficiaría con un juez que tenga real experiencia como abogado", mientras su par republicano, Bill Frist, saludó la propuesta de Bush.

Pero el presidente del Comité de Asuntos Judiciales del Senado, el demócrata Patrick Leahy, resaltó que "es importante saber si ella llegará a ese cargo con la independencia judicial necesaria".

En la derecha religiosa, el grupo Public Advocate calificó la nominación como una "traición a los electores conservadores (...) a quienes se había prometido que se nombraría a jueces de la misma orientación que (los ultraconservadores de la Suprema Corte Clarence) Thomas y (Antonin) Scalia".

La organización que milita contra el derecho al aborto Operation Rescue, afirmó que "necesitamos un candidato que restablezca la protección acordada a un ser humano que está por nacer".

La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO) manifestó "su profundo enojo y su malestar con el nombramiento que, por segunda vez en tres meses, no reconoce los méritos del amplio grupo de hispanos calificados para trabajar en la Suprema Corte de la nación".

Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), la mayor organización hispana del país, se declaró "sumamente decepcionada" por la elección de Miers como sucesora de la juez moderada Sandra Day O'Connor.

 
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