Católicos de Hidalgo
Ultimátum a evangélicos para salir de pueblo
Ixmiquilpan, Hgo., 1º de octubre. Católicos de la comunidad de San Nicolás determinaron hoy en asamblea extraordinaria dar un plazo de 30 días a una minoría de habitantes evangélicos para "irse del pueblo", luego de impedir, con firma y huella digital de por medio, que éstos construyan un templo en esa comunidad.
Los esfuerzos del presbítero de la parroquia local fueron insuficientes para persuadir a los católicos de desistir de su determinación, y pese a argumentar que "todos somos hijos de Dios" e insistir en que su oposición no era razonable, cuando alcanzaba el punto culminante de su sermón, se apagó el sonido local y ya no fue escuchado por la mayoría, que mantenía la cabeza agachada.
Noé Gerardo, dirigente católico de la localidad, ubicada a unos cinco kilómetros de la cabecera municipal, advirtió a los reporteros presentes que si publicaban algo de lo dicho por el cura "les vamos a partir la madre, los vamos a quemar o no los vamos a dejar entrar a la comunidad".
La asamblea extraordinaria fue convocada para abordar dos puntos: faenas (trabajo comunitario) y lo relacionado con los evangélicos que pretenden edificar su iglesia en la segunda cerrada de calle Manuel Doblado.
Acudieron 800 personas, de una población de 8 mil habitantes, de los cuales 70 por ciento se asume católico y re-suelto a acabar con la religión evangélica.
El delegado de la comunidad, Pablo Beltrán Ibarra, advirtió que cerrarán los caminos de acceso al predio donde se pretende construir la iglesia. "El terreno se les decomisará, porque los evangélicos no han hecho faenas, no han aportado nada a la comunidad y eso no se vale. No se vale que unas familias no tengan nada y unas cuantas tengan 3 mil o 4 mil metros de tierra y no aporten nada a la comunidad".
Insistió en que el predio "es propiedad del pueblo, por lo que será decomisado y se destinará a quienes menos tengan o a hacer una cancha deportiva". Beltrán Ibarra recordó que en 1948 Ponciano Rodríguez, entonces delegado de la comunidad, ordenó la expulsión de dos familias de otra religión con el argumento de que quien no fuera católico no tendría derecho a vivir en San Nicolás.
Ponciano Rodríguez se convirtió luego a la religión evangélica y falleció el 18 de agosto pasado. El pueblo, en voz de Pedro Beltrán, ordenó impedir que fuera sepultado en San Nicolás por ser evangélico y tuvo que ser enterrado en la comunidad El Cerrito, pese a los reclamos de sus familiares, que argumentaron intolerancia religiosa. "Si las autoridades les quieren dar un terreno, que se los den fuera de aquí y que construyan su templo en otro lado", sostuvo el delegado.
Los evangélicos, en voz de Aniceta Quezada, explicaron: "nosotros no hacemos daño a nadie. En este momento ellos tienen el control porque son la autoridad. Nos amenazan, cuando debería ser diferente, ya que la autoridad está para defendernos a todos y no a unos cuantos".
El conflicto se reavivó en 1991, cuando católicos suspendieron los servicios de luz y agua potable a familias evangélicas.