Romano: ''no puedo pensar que fui usado''
''Existen coincidencias en muchas cosas, no sólo en mi secuestro'', dice el técnico
Ampliar la imagen �Tuve miedo, no tanto de que a m�e pasara algo, sino de no poder ver a mi familia�, narr�b�Omar Romano a La Jornada FOTO Mar�Mel�rez Parada Foto: Mar�Mel�rez Parada
El gesto ya es de fastidio. El tema lo tiene agobiado y, pese a todo, Rubén Omar Romano se muestra amable a lo largo de la charla con La Jornada, aunque no deja de repetir: "Ya prometí no hablar más de este asunto", "quiero sacarme todo esto de encima; ya se dijo demasiado", o "ya sólo quiero hablar y pensar en el Cruz Azul al ciento por ciento".
A pocos días de haber recuperado su libertad, algunos temas lo hacen sonreír, pero en general se muestra serio, entrecierra los ojos cada vez que aspira su inseparable cigarrillo, sopla y pinta el aire de gris. Dice que en los 65 días que estuvo secuestrado tuvo tiempo de sobra para repasar su vida entera: "conocí el miedo. Tuve miedo, no tanto de que a mí me pasara algo, sino de no poder ver a mi familia".
-En efecto, ya ha hablado mucho del secuestro, pero, ¿no se sintió usado en ese rescate tan aparatoso, donde inclusive esperaron a que llegaran las televisoras para que por fin abandonara esa casa?
-No, mira, yo no puedo pensar nada de eso. Me están liberando, me están sacando de un encierro y no puedo estar pensando en otra cosa más que en ver a mi familia... En ese momento lo único que quería era agradecer, ¡porque volví a la vida!, ¡cómo no voy a agradecer!
-¿Cree en las coincidencias? Lo secuestran cuando el jefe de Gobierno, López Obrador, va a dejar el cargo, las suspicacias dicen que para desprestigiarlo...
-No sé. Yo soy un tipo apolítico. No estoy interesado en la política porque no la conozco, no sé cómo se maneja.
"Lo único que te puedo decir es que hay muchas coincidencias en otras cosas: en la creencia de Dios, en que el mejor Papa (Karol Wojtyla) que hubo en esta Tierra cumplía años el mismo día que yo (18 de mayo), en que mi hermano (Guillermo, fallecido a los cuatro años de edad) siempre me acompañó, en la fe... En eso sí creo."
-Sin embargo, siguen empalmándose los sucesos, el día que lo liberan se cae un helicóptero y muere el titular de la SSP, gente que estaba amenazada de muerte, y varios de sus colaboradores...
-Pero te digo, hoy quiero disfrutar la vida. No deseo pensar en ninguna otra cosa que no sea estar con mi familia, con mi equipo. Vivir intensamente el día a día.
-El futbol lo convirtió a usted en privilegiado con respecto a otras personas que padecen lo mismo.
-Yo sigo rezando no solamente por mi vida. Mi caso, por tratarse de una gente pública, se conoce, pero hoy seguramente en algún lugar de México, en algún lugar del país, debe haber gente también privada de su libertad, y nadie se entera o no nos enteramos. No tienen la publicidad o el marketing, o la cooperación que tuve por ser una gente pública. Por eso rezo diario por esa gente.
-¿Cuándo rindió declaración?, ¿esa misma noche?
-A las oficinas (de la policía) solamente me llevaron para encontrarme con mi familia. Al otro día fui a la conferencia de prensa y hasta después vinieron a tomarme declaración.
Familia futbolística, solidaria
-¿Por qué ha dicho que no era precisamente usted el personaje que tenían en la mira sus secuestradores?
-Hablaban, hablaban de muchas cosas, y de repente pensaba que podría haber sido cualquiera. Hoy me tocó a mí y gracias a Dios lo pude sacar adelante, no yo solo, pero me pude mantener firme, fuerte allá adentro. Pero de las investigaciones, ni hablar; en ningún momento pensé que había gente atrás.
"La idea era pagarles como habían arreglado, no con la cantidad que ellos decían (5 millones de dólares), pero (pensé) que podría salir todo tranquilo... Cuando hablaba con mi familia empeoraba, me ponía mal, eran momentos muy bravos, aunque siempre duraban poco. Me aferraba a Dios y a mi hermano.''
-¿Conoció la solidaridad del medio futbolístico?
-Recién saliendo. Al platicar con mi familia, con los amigos. Ahí me fui enterando de todas las cosas, y por eso estoy eternamente agradecido y seguramente hablaré con todos ellos personalmente, porque es muchísima la gente que apoyó a mi familia.
-¿Ofrecieron aportar dinero para el rescate?
-No todo el apoyo pasa por el dinero; pasa por lo moral, por lo anímico, por estar ahí en el momento indicado.
-Pero el asunto también era de dinero.
-También hubo apoyo de dinero. He sido una persona que siempre actuó bien, siempre he sido honesto, trabajador, muy buen amigo. Entonces, en momentos difíciles uno recoge esto de infinidad de gente del futbol mexicano, de gente que ni conozco, y eso me llena de orgullo. La tarde del sábado -en el estadio Azul- fue inolvidable, la noche también inolvidable.
-La directiva no dio mucho la cara a los medios, cuidó las formas para no entorpecer nada.
-Por supuesto que no dio mucho la cara en ese momento porque así estaba manejado. Yo sé que la directiva se portó no al cien por ciento, sino al mil con toda mi familia.
-¿Pensó en variantes mientras escuchaba por radio los partidos?
-Sí, sí. Visualicé muchas cosas y eso me daba fuerzas para mantenerme firme y salir de la situación.
Vuelta a la hoja
-¿Qué reflexión le dejó la única derrota, ante Toluca?
-Es lo mismo que me pasa. Perdiste con Toluca y no puedes estarte amargado, al contrario, dale vuelta a la hoja y a pensar en lo que viene. Esto es el mismo caso, tuve una pesadilla; yo, mi familia, mucha gente, ¡casi toda la gente en México! Pero ya no puedo seguir hablando de lo mismo, y por eso es el último día que hablo de estas cosas. A partir de ahora no se toca el tema.
-Isaac Mizrahi, su auxiliar, siempre se desprendió de todo mérito en la buena marcha del equipo, ¿qué crédito le da?
-Todo, todo. Más allá de que yo elegí los refuerzos, yo planifiqué al equipo, trabajé la pretemporada. Pero después había que dirigirlos y en eso yo no estaba. Se siguió con la misma línea, él piensa igual que yo, tenemos la misma idea futbolística y ya teníamos definido cómo iba a ser el equipo en el torneo.
"Eso ya lo sabía perfectamente, solamente se dedicó a dirigirlo, que no es fácil, porque te enfrentas a muchos problemas, a inconformidades, a ver si el jugador le cree, si tiene autoridad... entonces, yo le doy mérito de ciento por ciento.
-La lucha con América por el liderato está muy reñida.
-No significa nada. Porque en una liguilla te enfrentas a un Monterrey, Tigres, Pachuca, Pumas y es otra cosa, es diferente. Una mala tarde te puede dejar afuera, más allá de que fuiste superior durante cuatro o cinco meses.
-Al América hace mucho que no le llega esa mala tarde.
-Siempre está más cerca.
-¿Sin duda quiere ser campeón?
-No es el único objetivo que tengo en la mente. Trataremos de buscar el título, pero con tranquilidad, con paciencia, sabiendo que no es todo en la vida; pero al mismo tiempo es algo que todos anhelamos... Queremos regalárselo a la afición, a nuestra directiva que es de lujo y es un compromiso que tenemos.
-¿Cómo ser ahora mejor padre, mejor hijo, mejor esposo, mejor persona?
-Siempre he tratado de serlo. Por supuesto, hay cosas por mejorar, así como hay que mejorar futbolísticamente un equipo día a día. Cualquier ser humano puede mejorar muchas cosas.
--Ha dicho que no perdona a sus captores, ¿será con el tiempo?
-Yo no dije eso. No soy quién para juzgar. Por supuesto que yo perdono. Si uno es católico debe perdonar las ofensas que puedan hacer quienes nos ofenden. El perdón existe, ¿cuándo?... con el tiempo.
"Hoy por hoy no puedo decir: libérenlos, porque me han dejado marcado para toda la vida, pero también reconozco que el trato que tuve fue muy bueno. Eso también es importante. En ningún momento sufrí agresiones, pero lo que hicieron, el privarme de la libertad, eso es lo peor que le pueden hacer a cualquiera".
-¿Y qué opina de que alguien, presuntamente desde la cárcel, pueda orquestar un secuestro?
-Esa es tarea de las autoridades, ellas tienen que tomar medidas. Esto es lo último que voy a hablar del caso, porque si no nunca podría cicatrizar la pesadilla, y hoy tengo un compromiso muy importante que es el Cruz Azul.