El Ejército los detuvo el pasado día 10 en Comitán
Interroga la PGR a siete presuntos kaibiles
Se acusa a los guatemaltecos de introducir al territorio nacional armas prohibidas
Ninguno portaba pasaporte
Elementos del Ejército Mexicano detuvieron el pasado 10 de septiembre en Comitán, Chiapas, a siete presuntos ex soldados del ejército de Guatemala, que formarían parte del grupo kaibiles, fuerza de elite militar de ese país a quienes la Procuraduría General de la República (PGR) investiga actualmente para determinar si están involucrados con algún cártel del narcotráfico.
La información fue confirmada ayer por el titular de la PGR, Daniel Cabeza de Vaca, horas después de que el secretario de la Defensa, Gerardo Clemente Vega, advirtió ante senadores que la Procuraduría Militar ha obtenido información de inteligencia que señala que los kaibiles detenidos buscaban una alianza con el grupo de sicarios del cártel del Golfo conocido como Los Zetas.
De acuerdo con la PGR, dos días después de su detención los siete presuntos ex militares guatemaltecos fueron consignados por su probable responsabilidad en los delitos de introducción a territorio nacional de armas de fuego y portación de arma de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea mexicanos. Cuando se les capturó portaban seis armas cortas de grueso calibre.
La dependencia obtuvo las aprehensiones y el auto de formal prisión en contra de Celvin Wosbeli Camposeco Montejo, José Armando León Hernández, Edín José Aragón Stwnlinsky, Miguel Angel Paredes González, José Jonás Pacheco Escobar, Orlando de Jesús Rodríguez Ramírez y Rafael Ortega, quienes están detenidos en el penal de El Amate, en Cintalapa, Chiapas.
No obstante, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) inició otra averiguación previa contra los siete detenidos, el pasado 15 de septiembre, ante la existencia de una "denuncia anónima" que los vincula con el cártel del Golfo. La PGR ya solicitó a las autoridades judiciales y del penal de Cintalapa que los inculpados sean trasladados a uno de los tres penales federales de máxima seguridad.
De acuerdo con fuentes judiciales, el pasado 19 de septiembre, dentro de la causa penal 81/2005, el juzgado quinto de distrito con sede en Chiapas dictó la formal prisión contra los detenidos, ya que está plenamente acreditado que estaban en territorio nacional a bordo de un vehículo y portaban las armas prohibidas. Ninguno contaba con pasaporte o documentos migratorios.
En tanto, el procurador Cabeza de Vaca precisó en entrevista que los guatemaltecos detenidos aún son investigados por la SIEDO, y por el momento no existen datos contundentes de que estén ligados a Los Zetas, como dijo por la mañana el titular de la Sedena.
Inmediatamente después de que el general Clemente Vega reveló la detención de los supuestos kaibiles, el director de Inteligencia Militar de Guatemala, Wolffer Estrada, se comunicó con Miguel Angel de la Guardia, agregado de la PGR para América Latina, para aclarar que entre los detenidos guatemaltecos no había ningún kaibil.
De acuerdo con fuentes gubernamentales, el funcionario del vecino país aseguró que sólo tres de los siete detenidos "fueron militares, pero ya están dados de baja", además de que "ninguno perteneció al mencionado grupo de elite antiguerrillero.
Estrada aseguró que Celvin Wosbeli Camposeco Montejo se desempeñó como chofer de las fuerzas armadas guatemaltecas; José Armando León Hernández figuró como radiocomunicador del ejército, y Rafael Ortega era soldado raso. Los otros cuatro detenidos únicamente serían ciudadanos guatemaltecos sin pasaporte.
Sin embargo, fuentes de la SIEDO no descartaron la hipótesis de que los siete sean kaibiles y desertores del ejército de su país que, ante el deseo de obtener mayores recursos económicos, estuvieran buscando servir al cártel del Golfo, ya sea mediante actividades operativas o surtiendo de armas a dicha agrupación delictiva.
En agosto pasado, el general José Serrano Gutiérrez, titular de la Unidad Especializada en Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la PGR, reveló a La Jornada que el cártel del Golfo envió a Centro y Sudamérica a dos desertores de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes) del Ejército Mexicano y principales mandos de Los Zetas, a negociar directamente la adquisición de armamento para su organización.
Según dijo entonces el funcionario, las armas son introducidas al territorio nacional en cargamentos ''hormiga'' de entre 10 y 15 unidades, aunque no precisó cuántos viajes diarios, semanales o mensuales se estima que realizan.
Por otra parte, diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) dijeron que lo dicho por el secretario de la Defensa, Gerardo Clemente Vega, en torno a la probable asociación delictiva de Los Zetas e integrantes del ejército guatemalteco conocidos como kaibiles, representa ''una alarmante noticia que pone en riesgo la seguridad nacional'' .
Eliana García, del sol azteca, dijo que el titular de la Sedena está obligado a comparecer en la Cámara de Diputados con objeto de describir la presunta relación entre zetas y kaibiles, porque ''ambos grupos son altamente peligrosos y pueden poner en riesgo la seguridad de México''. Advirtió que el narcotráfico, convertido en flagelo sin fronteras, y su alianza con los kaibiles, pondría en riesgo no sólo la soberanía nacional, sino la de Estados Unidos, Guatemala y Colombia.
Por su parte, Ernesto Herrera, del Partido Acción Nacional, destacó la necesidad de que se forme un bloque internacional que sirva como dique para frenar las alianzas entre los grupos de delincuentes altamente peligrosos.
Alfredo Méndez, Gustavo Castillo, Alonso Urrutia, Víctor Ballinas y Roberto Garduño