Usted está aquí: martes 27 de septiembre de 2005 Sociedad y Justicia Se prevé que en 2006 el Inmegen ofrezca diagnósticos iniciales, confía su director

Estudiar el genoma humano llevará un siglo, considera especialista estadunidense

Se prevé que en 2006 el Inmegen ofrezca diagnósticos iniciales, confía su director

Se colocó la primera piedra de las instalaciones definitivas del organismo

ALMA E. MUÑOZ

Ampliar la imagen Francis S. Collins, director del Proyecto del Genoma Humano; Gerardo Jim�z, director general del Inmegen; Guillermo Sober� el secretario de Salud, Julio Frenk, colocaron la primera

El genoma humano es un libro escrito que estamos empezando a entender. Estudiarlo tardará un siglo o más, pero los avances que ya se tienen nos colocan en posibilidades de tratar algunos padecimientos como el cáncer colorectal y la leucemia, aseguró ayer Francis S. Collins, director del Instituto Nacional de Investigación sobre el Genoma Humano en Estados Unidos.

De visita en nuestro país, Collins, quien condujo el proyecto que ordenó el código genético del ADN humano, participó en la ceremonia de colocación de la primera piedra de lo que serán las instalaciones definitivas del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) en México.

Collins informó que Estados Unidos trabajará muy de cerca en las investigaciones que ya se están realizando para conocer el mapa genómico de los mestizos mexicanos, como parte del esfuerzo internacional para saber lo correspondiente a europeos, asiáticos y africanos, y así determinar lo más apropiado para el tratamiento y prevención de enfermedades.

Por su parte, el secretario de Salud, Julio Frenk, especificó que se destinaron 155 millones de pesos para la primera etapa de construcción del edificio, donde se realizarán las investigaciones que permitan predecir o mejorar el tratamiento de enfermedades, y que para 2006 se calcula un presupuesto para el Inmegen de 463 millones de pesos.

Apuntó que el trabajo científico en la materia se realiza con bases éticas profundas y siempre con vocación de servicio a la humanidad. Atajó la posibilidad de que sea necesaria una ley que condene la discriminación en esta área porque, subrayó, esta disposición ya está en la Constitución Política. Aplaudió que nos sumemos a la plataforma mundial de estudios en el área, con el propósito de identificar a los individuos, a partir del mapa genómico de los mestizos, con riesgo de desarrollar enfermedades comunes.

El director del Inmegen, Gerardo Jiménez Sánchez, recordó que a escala nacional se analizarán 500 mil letras genéticas de 600 individuos de manera anónima en cinco estados de la República -Zacatecas, Yucatán, Sonora, Veracruz y Guerrero-, para identificar las variaciones genéticas que predisponen padecimientos cardiovasculares y obesidad, la identificación de patrones de expresión en tumores con diferentes características, así como los genes que confieren riesgo para desarrollar artritis reumatoide, lupus eritematoso y asma.

Aclaró que el gobierno no prevé patentar el mapa y confían en que el próximo año el instituto ya esté brindando servicios puntuales en términos de diagnósticos específicos iniciales, "aunque ya está tocando el consultorio de algunos médicos".

Por la tarde, Francis S. Collins abundó, en una conferencia magistral en la Academia Nacional de Medicina -como parte de los festejos por el primer aniversario del Inmegen-, sobre el avance de las investigaciones hasta el momento. Explicó que los humanos compartimos 99.9 por ciento de los códigos genéticos del ADN, pero en el 0.1 restante reside la variación que estudian cientos de científicos.

La intención, indicó, es conocer lo que a partir del homo sapiens se ha desarrollado. Es decir, comprender hasta dónde el grupo fundador original, causa de las migraciones subsecuentes en el mundo, provocó cambios. Hay que entender, insistió, que el color de la piel proviene, si continuamos con la línea de investigaciones sobre variaciones ancestrales, de cambios climáticos.

Indicó que la revolución genómica permitirá aplicar diagnósticos preventivos que pueden salvar vidas -como ocurrió con una familia de Baltimore propensa al cáncer colorectal- o desarrollar microarreglos de alta densidad sobre series de genes que metabolizan fármacos en el hígado, así como predecir dosis correctas de medicamentos para coagulación venosa, cuando en la actualidad para saber la medida adecuada para un paciente se requieren pruebas por lo menos durante tres semanas. Permitirá además bloquear, como en el caso de la leucemia mieloide, la acción de cromosomas. En 32 individuos se aplicó en dosis bajas y los 31 que entraron al programa de revisión completa tal vez ya están curados, subrayó.

Prácticamente al final de su intervención, el genetista alertó que es necesario asegurar las pruebas que en la materia se realicen antes de su comercialización, e indicó que es necesario brindar protección al consumidor, así como educación a los profesionales en salud. Celebró la iniciativa de México de estudiar lo correspondiente al mapa genómico mestizo y anunció que este país y el suyo intercambiarán experiencias, colaboradores, unidades médicas y tecnológicas para tal fin.

 
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