Confrontaciones con productores marcaron su gestión
En el vacío, las promesas de Usabiaga de reactivar el agro
En su última comparecencia, diputados incluso desmintieron sus datos de que hubiera aumentado la producción de granos
Ampliar la imagen Javier Usabiaga Arroyo renunciar�ormalmente a la Sagarpa para contender por la candidatura panista al gobierno de Guanajuato FOTO Mart�Diego Foto: Mart�Diego
El compromiso del secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Javier Usabiaga Arroyo, de aplicar una política para reactivar el campo, llegar incluso al blindaje del sector para abatir la pobreza e incluir en el progreso a "los miembros de la sociedad rural", quedó en el vacío. Su gestión comenzó con fuertes protestas de piñeros y de cañeros y la concluyó en igual contexto.
Antes de irse a competir por la candidatura del PAN al gobierno de Guanajuato, el titular de Sagarpa confrontó nuevamente a los cañeros organizados en la Confederación Nacional Campesina, luego de que, trascendió, convenció al presidente Vicente Fox de interponer un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de la ley de desarrollo sustentable de la caña. El titular de Sagarpa no pudo vender tres de los ingenios que son administrados por el gobierno federal y se tiene una sobreproducción de 800 mil toneladas que no han sido colocadas en el mercado.
Los cañeros advirtieron: "volveremos a las calles de la ciudad de México"; de ser necesario, dijeron, bloquearán las carreteras en los 15 estados productores del dulce.
Al inicio de su gestión, Usabiaga Arroyo pretendió hacer a un lado como sujetos de diálogo y negociación a los 13 dirigentes campesinos que integran el Congreso Agrario Permanente (CAP), los cuales recurrieron a un mitin conjunto que aglutinó a varios miles de sus seguidores para mostrar su fuerza y exigir ser considerados en la interlocución con el gobierno. En los años siguientes, cada organización continuó movilizaciones ante las oficinas centrales y en las delegaciones de Sagarpa en los estados para exigir la entrega de los recursos de los programas para el campo.
Cansados de la indiferencia gubernamental y con la consigna "nos negamos a desaparecer; del campo no nos vamos", en febrero de 2003 se realizó en la ciudad de México una de las marchas campesinas mas concurridas jamás vistas en muchos años. Cerca de 100 mil hombres y mujeres del campo acudieron al llamado para exigir al gobierno la "construcción de un acuerdo para salvar a la agricultura", como dijo en su momento el dirigente de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar.
En abril de ese año, gobierno, organizaciones del CAP y otras independientes firmaron el llamado Acuerdo Nacional para el Campo (ANC), definido por Armando Bartra como "apenas la síntesis de los primeros consensos" entre ambas partes. Pero el gobierno lo presentó como un nuevo pacto con el sector rural.
A un año del ANC, comenzaron nuevamente las diferencias. Usabiaga Arroyo aseguraba que 90 por ciento de los 282 compromisos se habían cumplido y los dirigentes de las organizaciones firmantes lo negaron; incluso en la Cámara de Diputados se creó una comisión especial de seguimiento del ANC; legisladores y campesinos concluyeron: "los avances son insuficientes". La polémica continúa, ya que Usabiaga Arroyo no presentó argumentos contundentes para desmentir a los campesinos.
A partir de uno de los compromisos pactados en el ANC, referente a aplicar con mayor eficiencia los recursos destinados al campo, se desató una polémica en torno al presupuesto. Dirigentes de organizaciones campesinas y diputados provenientes de ese sector, tanto de la CNC, El Barzón, Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas y Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, mostraron el subejercicio en el presupuesto a partir de 2003. En agosto del año en curso el diputado Miguel Luna Hernández realizó ayuno durante seis días frente a la sede de Sagarpa porque Usabiaga Arroyo se negó a atender el reclamo de ejercer el presupuesto para el campo, ya que hasta esa fecha no se habían aplicado 6 mil 144 millones de pesos y los recursos que se aplican en 2005 para Alianza para el Campo corresponden a 2004.
El titular de Sagarpa, en un comunicado de prensa, desmintió las versiones, pero sin presentar datos puntuales.
Durante su última comparecencia ante los diputados, el pasado 21 de septiembre, éstos le aclararon que sus datos de elevada producción de granos y oleaginosas -30 millones de toneladas más que en el sexenio anterior- no se apegaban al informe del presidente Fox, que revelaba una caída en ese rubro.
"Le deseamos buena suerte en su camino por Guanajuato, pero aquí deja muchos pendientes: un presupuesto ejercido con atrasos, reducción de 4 mil 600 millones de pesos, que es inaceptable, en el presupuesto de este año, y una propuesta de presupuesto para 2006 menor en 10 por ciento en términos reales con respecto al anterior", advirtieron organizaciones del Frente Nacional Campesino.
Usabiaga Arroyo deja "en una situación catastrófica al sector, con una capacidad de resistencia campesina prácticamente agotada", señalaron.